CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS

PRÁCTICA PEDAGÓGICA: CONSTRUCCIÓN DE CONOCIMIENTOS

La globalización que cada día esta creciendo a pasos gigantescos, ha generado en las instituciones educativas un constante proceso de renovación e implementación de nuevas estrategias, metodologías, propósitos y herramientas que permitan a los estudiantes formarse como personas integras, capaces de desenvolverse como lo demanda esta sociedad.

Por esta razón es un reto para el docente orientador y en formación llevar a cabo todos los elementos que hacen parte del desarrollo pedagógico e investigativo, logrando así los objetivos y metas propuestas para alcanzar la calidad. Durante la formación docente, la práctica pedagógica busca la construcción de un conocimiento que propicie una reflexión sobre nuestro quehacer cotidiano, permitiendo que cada día aprendamos afrontar nuevos desafíos, transformar y crear pensamientos críticos, investigativos, reflexivos, que indague y proponga alternativas de mejoramiento a los procesos de enseñanza-aprendizaje, ejerciendo con liderazgo el rol profesional y capaces de desenvolvernos en un ambiente pedagógico, social, cultural e investigativo de las instituciones donde llevamos a cabo nuestras prácticas.

Como objetivo principal en la práctica pedagógica se busca conocer y aplicar el proceso de formación de formadores, los ejes fundamentales de la formación de maestros, el perfil docente, las competencias y evaluación permitiendo la planeación de clases satisfactorias y enriquecedoras en nuestro quehacer pedagógico.

Ahora bien, el documento en formación pasa por un proceso de aprestamiento pedagógico, iniciando con un aprendizaje de teorías, métodos y técnicas, acompañadas por observaciones y posteriormente la praxis en el aula, adquiriendo y orientando un saber, un saber hacer, un saber ser, es decir, desarrollar la capacidad de sentir, de pensar, y actuar de quien aprende.

El educador es uno de los agentes que juega un papel fundamental para trasformar a las nuevas generaciones, por tal motivo se evalúa permanentemente su proceso para mejorar y no caer en los mismos errores, incidiendo en el desempeño de otros agentes.

La sociedad debe contar con docentes eficaces y eficientes, capaces de aplicar variados y adecuados recursos en ocasiones pertinentes con el propósito de desarrollar mejores logros educativos e igualmente siendo profesionales de nuestro quehacer, enseñando, aprendiendo con autonomía y responsabilidad ante todo por los aprendizajes que se alcanzan.

Desde esta perspectiva en el docente se tiene una formación humanística, ética, democrática, en habilidades comunicativas, pedagógica, en la informática educativa, en ciencias y tecnología, en experiencias pedagógicas y en la formación de autonomía. Permitiendo al docente interesarse sobre el ambiente donde interactúa el estudiante, su contexto familiar, social y cultural, asumiendo retos que exige la formación ciudadana, emprendiendo la búsqueda del conocimiento a través de su capacidad de innovación, investigación; con la finalidad de mejorar su labor docente en los procesos de transformación social y cultural, acompañado de teorías que permitan apoyar su trabajo dando paso a nuevos avances y resultados favorables en su formación.

El maestro se convierte en un investigador que acompaña a sus estudiantes y es capaz de escucharlos y usar sus propias competencias para hacer avanzar el proceso de aprendizaje de sus estudiantes. Tomando como referente lo anterior el docente del siglo XXI se perfila como una persona comprometida, innovadora, capaz de afrontar nuevos desafíos, investigador, siendo autónomo siendo un ser apto para llevar acabos procesos de aprendizajes y facilitador de recursos, retroalimentando y ampliando los contenido, buscando alternativas de solución a todos los problemas pedagógicos que se presenten.

Por consiguiente, una buena formación docente se basa en la apropiación y aplicación de conocimientos, habilidades, destrezas y actitudes, que

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