Desarrollo. La creatividad interior

Desarrollo

La creatividad interior.- 1era Parte

Anatomía del momento creativo. En un principio nos habla acerca de un relámpago de inspiración, que es aquel instante en el que logramos encontrar una solución a un problema, y explica el momento final de un proceso que consta de varias etapas.

La primera es la preparación, es búsqueda de toda información que sea importante. Y se trata de llegar a un fin en donde todo lo recolectado vaya relacionándose. En esta etapa es de vital importancia, saber escuchar con atención.

A la etapa se puede añadir la frustración. Esta comienza en el momento que la mente busca una solución y llega al tope de sus habilidades. Las personas que tienen la creatividad activa durante su vida, aceptan que la frustración tiene una parte importante del proceso creativo.

Después de reflexionar acerca de todo lo relevante y llegar al límite de nuestra mente racional, entramos en la incubación, en la que tomamos todo lo recolectado. La incubación es más neutral y se desarrolla en el subconsciente.

La incubación es más útil para las ideas creativas que el consciente. Ya que en el subconsciente no existen limitaciones para las ideas, son libres de juntarse y unirse unas con otras para formar nuevos proyectos impredecibles. El conocimiento inconsciente se presenta como una sensación de que es lo correcto. A esto se le llama intuición.

La intuición se relaciona directamente con toda aquella información que es una “fuente de poder” para el subconsciente, pero limitado para el consciente. Nos dice que en un estudio realizado, lo que la intuición nos indica, es la base de las mejores decisiones tomadas, por en encima de las respuestas que se hicieron tras un análisis.

Cuando más “despiertos” nos encontramos al mando del subconsciente es cuando nos perdemos por momentos en los que no pensamos en algo en particular. Por ello “soñar despierto” resulta tan eficaz en el desarrollo de la creatividad. Después de haberse encontrado en un problema, posponerlo por un tiempo a veces nos da buenos resulatdos, como nos explica en la experiencia de Paul McCready, un inventor que pasó por desafíos creativos como el de construir un avión que vuela utilizando la energía humana. McCready lo explica así: “Tienes que sumergirte en el tema; hasta cierto punto, necesitas una buena preparación técnica para poder empezar. Después, si el asunto te resulta interesante, empiezas a pensar en él en los momentos más extraños. Tal vez no se te ocurra una solución y te olvides por un tiempo; de pronto, mientras te estás afeitando, surge una buena idea.”

 Vidas y tácticas creativas. Aquí nos explica que la creatividad se encuentra dentro de nuestra manera de ver.

La denominada “codificación selectiva”, es la habilidad de separar la información importante de la irrelevante. La mayor parte de los datos que la gente reúne acerca de algún determinado tema es de insuficiente o nula utilidad. Lo principal del pensamiento creativo es ser capaz de detectar la “señal” significativa entre el “ruido” inútil.

Otra opción para el desarrollo creativo es la “combinación selectiva”, es decir, una manera novedosa de combinar información clave una vez que ésta ha sido identificada. Un ejemplo claro de esto, nos lo dice con lo que hizo Charles Darwin quien recopiló datos que en la mayoría de los científicos de su época ya conocían. Su original aportación se basó en organizarlos e interpretarlos de forma que lograran respaldar su teoría de la evolución.

Una habilidad que también es útil para la creatividad es saber realizar comparaciones y analogías. Muchos descubrimientos creativos son el resultado de yuxtaponer elementos o ideas que comúnmente no aparecen juntos. Las analogías y las comparaciones ayudan a poner la realidad en un nuevo contexto para verla de una manera completamente distinta.

Cuando la creatividad está en su punto máximo, se puede experimentar lo que los atletas y actores llaman “el momento blanco”. Es cuando todo te sale bien. Nuestras habilidades se acoplan de una manera perfecta al desafío que creemos ser uno con él. Todo parece muy fácil de hacer con un mínimo esfuerzo. Ese momento blanco es lo que los psicólogos denominan “el fluir”. Las personas se encuentran entonces en su fase más alta. Puede darse en cualquier momento en el que se realiza una actividad, mientras se pinta o se escribe una canción: el único requisito es que nuestras habilidades se acoplen a las exigencias del momento y que desaparezca toda inhibición.

Cuando el talento reacciona con las habilidades, entonces el fluir tiene más probabilidades de presentarse. En ese momento, la atención se encuentra plenamente en la acción en cuestión. Una señal de esta completa absorción es que el tiempo parece pasar más rápido o más lento de lo normal. Las personas están tan distraídas en lo que están haciendo que viven indiferentes a cualquier acto que pase a su alrededor.

La creatividad en los niños.- 2da parte

Para un niño, la vida es una aventura creativa. El núcleo de la creatividad, se encuentra en el niño: el deseo y el impulso de explorar, de descubrir, de probar, de experimentar con formas diferentes de manejar y mirar las cosas.

La experiencia de las personas en la creatividad es en la infancia, que forma gran parte de lo que vivimos después en la edad adulta, desde el trabajo hasta la vida familiar. La estabilidad misma de nuestra sociedad depende de criar niños inquietos capaces de solucionar problemas de forma innovadora.

Cuanto más aprendemos sobre la creatividad, el interés espontáneo lleva al niño a los esfuerzos sostenidos y a las experiencias que producen la destreza, ya sea en la práctica de un instrumento, pintando o jugando con sus legos.

La conciencia despierta de un niño es comparable al estado mental que los adultos sienten durante esos momentos semejantes al sueño que se dan mientras se van quedando dormidos. El niño acepta naturalmente lo absurdo, lo extraño y lo tonto. La conciencia despierta de un niño está, por lo general, más abierta a los conocimientos nuevos y a las ideas alocadas.

Los asesinos de la creatividad. Las presiones psicológicas que estorban la creatividad del niño tienen lugar en las primeras etapas de la vida. A la mayoría de los niños les encanta estar en la escuela. Sin embargo, cuando llegan a tercero o a cuarto grado, muchos ya no se sienten tan cómodos ni disfrutan de su creatividad.

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