Doña Juana
Enviado por arcelia1213 • 2 de Julio de 2013 • 4.647 Palabras (19 Páginas) • 458 Visitas
CASO DOÑA JUANA
I.
El mal manejo del relleno Sanitario Doña Juana ha terminado afectando la salud de miles de habitantes que viven a tan sólo 500 metros de distancia. Bajos índices de peso y talla en los niños, irritación en las vías respiratorias, enfermedades pulmonares, fatiga, somnolencia, dolor de cabeza, náuseas, vómito, malformaciones congénitas y ciertos tipos de cáncer, son algunas de las consecuencias.
Las brigadas para cazar moscas se han vuelto populares entre los habitantes del barrio Quintas, en la localidad de Usme, uno de los tantos con vista al Relleno Sanitario Doña Juana. La estrategia, siempre la misma, los trabajadores sociales del Distrito llegan al lugar y en cuestión de unos cuantos minutos imparten las instrucciones sobre cómo colgar unos platos plásticos cubiertos con un fuerte veneno que atrae a los insoportables insectos. No hay fumigaciones, ni otras alternativas para combatir las plagas, esa es la única actividad de las brigadas. En cuanto a los platos, terminan tapizados por los diminutos cadáveres de color negro en cuestión de horas.
Pocos abren las ventanas. "Cuando no son los olores son estos bichos que los tienen locos", dicen. En los portones toallas cubren las rendijas para que los ratones no se cuelen. Las enfermedades no se han hecho esperar, varios adultos mayores sufren de los pulmones, los más pequeños se quejan de dolores de garganta y también son comunes la resequedad en la piel y los ojos, las gripas interminables, los dolores de cabeza y las afecciones respiratorias en general.
La mayoría dice que cuando le compraron sus casas al Instituto de Crédito Territorial, en 1985, nadie les advirtió que vivirían a menos de 500 metros del botadero más grande del país. Fue sólo a partir del 27 de septiembre del 97, cuando 800 mil toneladas de basura se vinieron abajo, que supieron que compartían el vecindario con Doña Juana.
Esa tarde los habitantes de Usme vieron como la tierra se abría ante sus ojos y salían de sus entrañas toda clase de desperdicios. Algunos dicen que sonó como una explosión, otros pensaron que la tragedia de Armero se repetía en sus antejardines. “Desde entonces -aseguran- comenzaron los olores nauseabundos, las plagas y las enfermedades”.
Los Mochuelos:
Los habitantes de Ciudad Bolívar ven llegar los camiones, las montañas de basura y la forma en que las entierran. Cada capa es cubierta por una lona verde que protege los desechos de las lluvias y de los perros que merodean por el lugar. En los días soleados los olores se hacen más fuertes, los moscos aparecen con más frecuencia y no hay más opción que cubrirse de pies a cabeza y cerrar puertas y ventanas. Desde hace 17 años ha sido así.
Ellos son los otros vecinos de Doña Juana, los más cercanos, los que viven en los barrios Mochuelo Bajo y Alto, en el límite con la zona de disposición de basuras número 8, actualmente en uso como lugar de llegada de las basuras.
Algunos llegaron al sector porque era la única forma de hacerse a una casa en Bogotá. Otros aseguran haber vivido allí durante toda su vida, cuando la tierra era todavía fértil y Doña Juana no era un relleno sanitario sino una hacienda agrícola y ganadera. Los de Mochuelo Alto, son en su mayoría bogotanos de raigambre rural y agrícola que pese a vivir cerca al relleno no han perdido sus cachetes colorados y buen semblante, pero quienes, sin embargo, tienen voces roncas debido a la contaminación del ambiente. Los de Mochuelo Bajo, casi todos, desplazados por la violencia, viven a menos de 500 metros del relleno, dicen que sus casas las construyeron urbanizadores piratas que los convencieron de que Doña Juana no les traería problemas.
Hoy estas dos comunidades son las más afectadas con las emisiones de gases contaminantes y lixiviados que producen las 6 mil toneladas de residuos que llegan diariamente hasta el lugar. Un estudio realizado por la Universidad del Valle lo confirma.
Bajos índices de peso y talla en los niños, irritación en las vías respiratorias, enfermedades pulmonares, fatiga, somnolencia, dolor de cabeza, náuseas, vómito, malformaciones congénitas y ciertos tipos de cáncer son, según los investigadores, algunas de las consecuencias de vivir a menos de 2 kilómetros de un relleno sanitario.
El estudio, realizado entre mayo de 2005 y enero de 2006, que contrataron el Distrito y Proactiva, el consorcio que manejó el relleno por 8 años y medio, tomó muestras de niños entre los cero y tres años, uno y cinco años y adultos mayores de 50. También monitoreó la calidad del aire y del agua.
II.
Una de las conclusiones fue que las cantidades de PM10 en el aire -partículas invisibles que en grandes cantidades pueden llegar a inflamar los bronquios - y de Benceno- un gas incoloro que causa convulsiones, alteraciones del ritmo cardiaco, y hasta leucemia- superaron la norma local en un 75% de las muestras.
Los investigadores identificaron que las personas de 50 años que viven más cerca a Doña Juana presentaron una disminución en su capacidad respiratoria durante los 6 meses que duró el estudio, y que tuvieron más síntomas de problemas respiratorios y “episodios clínicos de enfermedad pulmonar más severos y crónicos”.
En cuanto a las afecciones de los niños, se estableció que quienes viven más cerca al relleno presentan con más frecuencia irritación en los ojos y en las vías respiratorias, y son por lo general bajos en talla y peso.
Néstor Morales, profesor de tercero de primaria de la escuela distrital de Mochuelo Bajo asegura que diariamente faltan a su clase cerca de 5 niños por síntomas como vómito, mareos y problemas respiratorios. “En el salón tenemos velas prendidas para espantar las moscas, ya los niños se acostumbran a que los bichos estén revoloteando por ahí”, dice.
El estudio, sin embargo, advierte que estas enfermedades no sólo son culpa de Doña Juana, sino que también pueden estar ligadas a las actividades de explotación minera que se realizan en la zona, y a las características socioeconómicas de los habitantes.
Además, les recomienda a las autoridades Distritales adoptar medidas para mejorar la calidad de vida de los habitantes de este sector de la ciudad a corto y largo plazo, advirtiendo que, según estudios científicos, “los rellenos sanitarios clausurados siguen produciendo contaminantes por varias décadas más y la exposición continuará generando sus efectos sobre la salud”.
Los residuos industriales se clasifican históricamente en tres grupos principales:
a) Residuos asimilables a urbanos
Sus características les permiten ser gestionados junto a los residuos sólidos urbanos. Fundamentalmente,
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