El Deber Como Elemento Clave Para Un Buen Tratamiento Y Comunicación Entre Terapeutas Ocupacionales Y Usuarios

Universidad Austral De Chile[pic 1][pic 2]

Facultad de Medicina

Escuela de Terapia Ocupacional

Bioética y Profesión 2021

El Deber Como Elemento Clave Para Un Buen Tratamiento Y Comunicación Entre Terapeutas Ocupacionales Y Usuarios

En el presente ensayo se analizará acerca de la importancia de la obligación moral (Deber) en el trabajo de Terapia Ocupacional, viendo a este como un elemento crucial para un correcto desempeño al momento de tratar a los usuarios, ayudando a evitar el egoísmo moral y adaptando principios propios de la ética, los cuales abordaremos más a fondo en los siguientes párrafos.

Creemos que el deber u obligación moral es algo indispensable para que un terapeuta ocupacional pueda desarrollarse de buena manera hacia el usuario que está atendiendo. Para poder entender esto, debemos tener en cuenta un primer aspecto, la definición que se tiene respecto al concepto de “Deber”. Según la RAE (Real Academia Española), el deber se entiende como la obligación de corresponder a alguien en lo moral. Ahora bien, en la filosofía Kantiana se dice que: “el deber no es más que la buena voluntad” (Kant, citado en Caldeiro). Continuando la idea, Kant afirma que: “La buena voluntad no es buena por lo que efectúe o realice, no es buena por su adecuación para alcanzar algún fin que nos hayamos propuesto; es buena sólo por el querer, es decir, es buena en sí misma.” (citado en Caldeiro). La buena voluntad, puede ser entendida como cualquier obra buena que no haya sido ejecutada desde el interés o inclinación, ya que serán estas las que nos otorguen un valor moral.

Así como existen obras llevadas a cabo desde el deber, existen otras las cuales pueden efectuarse contra el deber, o desde él, pero en función del beneficio propio, y es por ello que se destacan cuatro tipos de actos:

• Acto contrario al deber: Cuando el motivo que me ha llevado a obrar de tal manera es por inclinación y, además, obrando en contra del deber.
• Acto de acuerdo con el deber, por inclinación mediata: Cuando mi acto coincide con lo que manda el deber, pero se trata de un acto realizado por inclinación y esta es mediata porque no tengo tendencia espontanea a realizar ese acto, sino que lo hago viendo a este como un medio a mi beneficencia.
• Acto de acuerdo con el deber, por inclinación inmediata: Se trata de un acto que coincide con lo que el deber me manda, el acto está hecho por inclinación inmediata porque no obramos viendo aquello como un medio.
• Acto por deber: el deber me dice que debo realizar aquel acto por deber, sin importar si aquello me beneficiará o no. (Kant, citado en Caldeiro).

Este último acto por deber es el considerado moralmente bueno para Kant, y el cual puede ser considerado como la correcta obligación moral, como fue definido anteriormente.

Podemos afirmar que nuestras obras que nos competen deben estar exentas o intentando suprimir nuestras inclinaciones, deseos o impulsos, ya que de lo contrario estaríamos ejecutando de manera equivocada el deber que nos demanda a actuar de buena manera con todos, quitándose el verdadero valor moral. Hay autores como David Hume que proponen que no hay deber moral más que aquel que nos marcan nuestros sentimientos o deseos, es decir, que son ellos los que nos dicen que debemos hacer, pero Kant refuta esta idea al expresar que no se puede actuar de manera correcta si actuamos en base a los sentimientos, ya que es una motivación particular y empírica.

Es importante entender que como terapeutas no podemos tratar a las personas de forma irrespetuosa, violando sus derechos y responsabilidades. Al contrario, como profesionales de Terapia Ocupacional debemos encargarnos de buscar una mejor calidad de vida para las personas, mostrar un buen trato, ayudando al usuario a conseguir una mayor autonomía, acompañándolo en su inserción en la sociedad, ya que, así como relata Kant, el ser humano es persona y en cuanto tal él tiene dignidad, éste no puede ser tratado como un medio, sino como un fin en sí mismo (Kant, citado en Yunta, 2009). Como complemento de lo anterior, el conocimiento del deber no compete solo a algunos, sino a todos los hombres, incluso al más vulgar, no hace falta ni ciencia, ni filosofía para saber qué es lo que se debe hacer para ser honrado y bueno y hasta sabio y virtuoso (Kant, citado en Elton, 2015).

 Ahora que ya conocemos la definición de la obligación moral y que el deber que tenemos es hacer el bien, es necesario profundizar acerca de la correcta toma de acciones que debemos llevar a cabo, pudiendo basarse es principios del área de la salud, tales como:  

El Principio de Justicia

Este exige tratar a todos las personas de la misma forma sin hacer distinciones, sin tomar en cuenta si la persona que se está atendiendo tiene una mejor situación económica que otra, o si esta tiene una cultura diferente a la nuestra. Debemos tener en cuenta que la vida no solo es un bien personal sino también social, teniendo en cuenta la equidad que lleva a proteger a los menos favorecidos (Yunta, 2009). El deber conlleva un principio de justicia que comprende el uso racional de recursos disponibles permitiendo el derecho a la salud del prójimo sin distinción.

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