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El estudio de las ciencias naturales


Enviado por   •  24 de Octubre de 2014  •  Tutorial  •  27.618 Palabras (111 Páginas)  •  207 Visitas

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Ciencias Naturales 1

En este punto, podemos conversar acerca de qué cuerpos mencionados pertenecen

a la Tierra y cuáles, no. Para esto, es necesario construir simultáneamente

un cuadro como el siguiente, en el que ya hemos incluido algunas respuestas

habituales.

El paisaje celeste

Cuerpos de la Tierra Cuerpos que no son de la Tierra

nubes, nubarrones Sol

hojas de árboles Luna

golondrinas estrellas

rayos

aviones

moscas

estrellas caídas

Comprobaremos que aparecen muchas más referencias a cuerpos terrestres

que celestes. Ante semejantes respuestas, es importante enfocar la atención

sobre los segundos, que no pertenecen a la Tierra, comenzando por llamarlos

astros para identificarlos y diferenciarlos de los cuerpos terrestres.

Un astro se define como un cuerpo celeste, es decir, un cuerpo que pertenece

al cielo. La palabra “celeste”, que para los alumnos se vincula básicamente con un

color, aquí cobra una nueva dimensión, ya que refiere a una pertenencia al cielo.

Más adelante, podemos tomar la idea del color celeste o “color del cielo” para

relacionar con qué tipo de cielo se identifica: si diurno o nocturno.

Entre los astros mencionados, el Sol es el que participa del ciclo de los días

y las noches. Los docentes sabemos que mientras nuestro planeta rota, la luz

solar llega alternativamente a diferentes partes de la Tierra, generando lapsos

de oscuridad (noche) y luminosidad (día) con diferente duración a lo largo del

año. No obstante, en 1er año/grado, no incorporaremos en las clases de Ciencias

Naturales el movimiento terrestre, sino el movimiento aparente del Sol.

El movimiento solar es percibido por los alumnos desde su temprana infancia y

en este año/grado buscaremos sistematizar sus características, ampliar su modelización

de paisaje (de “estático” a “dinámico”, es decir, de un paisaje “en reposo” a

un paisaje “en movimiento”) y vincularlo con el ciclo de los días y las noches.

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3 No hablaremos aquí de los puntos cardinales, por lo que las referencias al este y al oeste como lugares

de aparición y ocultamiento del Sol no las tendremos en cuenta por ahora. No obstante, vale aclarar que

el Sol no sale todos los días por el este ni se pone por el oeste; sólo lo hace dos veces en el año.

Eje

La Tierra, el universo

y sus cambios

Podemos comenzar a trabajar el tema con preguntas del tipo: ¿dónde está el

Sol durante la mañana? ¿Siempre lo vemos en el mismo lugar? ¿En qué lugar

lo vemos al mediodía? ¿Qué sucede con el Sol durante la noche?, o bien

aquellas que se les ocurran orientadas en esta dirección.

En sus respuestas, evocarán situaciones cotidianas en las que han percibido el

Sol en diferentes posiciones en el cielo; en general, serán más las referencias a su

ubicación cerca del horizonte, vecinas a su salida o su puesta, que es cuando llama

más la atención, que durante su trayectoria celeste. Escuchemos a los chicos.

—A la mañana, el Sol está muy grande y se ve en las sierras.

—A la noche, se va a iluminar otro país.

—El Sol sale de día, de noche sale la Luna.

—Al mediodía, al Sol no le pasa nada.

—A la tarde, el Sol es rojo. Se va y viene la noche.

—De noche, el Sol se esconde detrás de las montañas.

—El Sol sube y sube, tan despacito que no se nota. Después se cae.

—El Sol de la mañana es más chico que el de la tarde.

—A la noche no sé donde está el Sol, desaparece.

—A la noche, el Sol se va atrás de las nubes.

—El Sol se va cuando llega la Luna.

—Cuando el Sol se va a dormir, viene la noche.

De las respuestas que surjan en clase, buscaremos recuperar sólo aquellas

que dan cuenta de dos cuestiones: la marcha visible del Sol y su relación con el

día y la noche. Es decir, en este año/grado atenderemos los rasgos visibles del

Sol, pero no pondremos foco en otros, como su forma o su brillo; intervendremos

guiando la atención de los chicos hacia los temas de interés mencionados

y guardaremos las otras respuestas para abordarlas en otro momento.

Durante el tratamiento de este tema, es conveniente que resaltemos permanentemente

la calidad de apariencia que tiene el desplazamiento solar. En todo

momento hablamos del movimiento aparente del Sol, es decir, el movimiento

tal cual nosotros lo podemos observar desde nuestra posición en la Tierra. Una

descripción escolar posible puede resumirse de la siguiente manera:

• comenzamos a ver el Sol cuando aparece por algún lugar del horizonte (ese

lugar se llama “levante”);3

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4 Si tenemos una clase vespertina, la secuencia es idéntica, pero inversa (los alumnos verán que el

Sol se acerca hacia el horizonte, en lugar de alejarse, como en un turno matutino).

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Ciencias Naturales 1

• inmediatamente comienza a elevarse, esto es, a ganar altura sobre el horizonte;

• parece que recorre cierto camino en el cielo, alejándose del levante, y

• luego desciende hacia el horizonte otra vez y se oculta por un sitio, opuesto

al levante (ese sitio se denomina “poniente”).

Con estos datos, construidos en conjunto con la clase a partir de sus respuestas,

o bien luego de evocar cada uno de los pasos descritos, trataremos de

que los alumnos modelen el esquema del movimiento aparente del Sol mediante

varias actividades como las que siguen.

1. Para observar la posición del Sol

Para realizar esta secuencia, guiaremos a los chicos para que visualicen

dónde se encuentra el Sol. Será necesario observar su posición al comienzo de

la jornada escolar; a intervalos regulares, por ejemplo, antes de comenzar o después

de finalizar los recreos; y, por último, ver dónde está cuando se termina la

clase del día.

Independientemente del turno de que se trate,4 siempre habrá un lapso que

permitirá la apreciación de un cambio de posición significativo.

Antes de entrar en el aula, podríamos preguntarles: ¿dónde está el Sol en

este momento?, y recolectar sus respuestas, como posibles hipótesis a

corroborar:

—Cuando vine, estaba en la otra cuadra. (Trata de señalar la dirección

en que se veía.)

—El Sol está

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