Estado De Animo
Enviado por ximesantos • 3 de Abril de 2013 • 931 Palabras (4 Páginas) • 298 Visitas
Estados de ánimo
Unas veces me siento
como pobre colina,
y otras como montaña
de cumbres repetidas,
unas veces me siento
como un acantilado,
y en otras como un cielo
azul pero lejano,
a veces uno es
manantial entre rocas,
y otras veces un árbol
con las últimas hojas,
pero hoy me siento apenas
como laguna insomne,
con un embarcadero
ya sin embarcaciones,
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde,
te acerques y te mires..
te mires al mirarme.
Hablo de tu soledad
Hablo de tu infinita soledad
dijo el fulano
quisiera entrar al saco de tu memoria
apoderarme de ella
desmantelarla desmentirla
despojarla de su último reducto.
Tu soledad me abruma/ me alucina
dijo el fulano con dulzura
quisiera que en las noches me añorara
que me echara de menos
me recibiera a solas.
Pero sucede que/
dijo calmosamente la mengana/
si tu bendita soledad
se funde con la mía
ya no sabré si soy en vos
o vos terminás siéndome.
¿Cuál de los dos será
después de todo
mi soledad legítima?.
Mirándose a los ojos
como si perdonaran
perdonarse
adiós
dijo el fulano;
y la mengana
adiós.
Hombre que mira más allá de sus narices
Hoy me despierto tosco y solitario
no tengo a nadie para dar mis quejas
nadie a quien echar mis culpas de quietud
sé que hoy me van a cerrar todas las puertas
y que no llegará cierta carta que espero
que habrá malas noticias en los diarios
que la que quiero no pensará en mí
y lo que es mucho peor
que pensarán en mi los coroneles
que el mundo será un oscuro
paquete de angustias
que muchos otros aquí o en cualquier parte
se sentirán también toscos y solos
que el cielo se derrumbará
como un techo podrido
y hasta mi sombra
se burlará de mis confianzas
menos mal
que me conozco
menos mal que mañana
o a más tardar pasado
sé que despertaré alegre y solidario
con mi culpita bien lavada y planchada
y no solo se me abrirán las puertas
sino también las ventanas y las vidas
y la carta que espero llegará
y la leeré seis o siete veces
y las malas noticias de los diarios
no alcanzarán a cubrir las buenas nuevas
y la que quiero
pensará en mi hasta conmoverse
y lo que es muchísimo mejor
los coroneles me echarán al olvido
y no solo yo muchos otros también
se sentirán solidarios y alegres
y a nadie le importará
que el cielo se derrumbe
y más de uno dirá que ya era hora
y mi sombra empezará a mirarme con respeto
será buena
tan buena la jornada
que desde ya
mi soledad se espanta
La culpa es de uno
Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto,
ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,
todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron.
Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
...