Estilos de enseñanza que aportan a mejoramiento y rendimiento académico en la educación infantil.

Estilos de enseñanza que aportan a mejoramiento y rendimiento académico en la educación infantil.

Introducción

La presente investigación está enmarcada en la necesidad de superar los desafíos educativos que se presentan en la actualidad como es el rendimiento académico de los estudiantes, y analizando los factores que pueden intervenir en su mejoramiento.

Se hace un aparte con los métodos de enseñanza y se hace una discusión en torno a la aplicación de estos en la educación infantil.

También se aborda el tema de la relación entre docentes y estudiantes y la importancia que se le debe asignar para mantener un clima educativo adecuado.

Finalmente se menciona la forma de evaluar en el nivel de preescolar y se hace una relación entre la teoría y la práctica real de evaluación.  

Los métodos de enseñanza en educación infantil

Los estilos de enseñanza en la educación infantil han cobrado una gran relevancia, esto por ser una de las principales estrategias para lograr los objetivos esperados en educación. (Marin, Guzman, & Castro, 2012) . Se ha hecho pertinente estudiar en la relación de enseñanza y aprendizaje la concepción que el docente tiene del proceso educativo ya que este factor interviene drásticamente en los resultados de aprendizaje que espera obtener.

Para (Cols, 2011)  el estilo de enseñanza constituye un modo idiosincrático y personal de concebir y llevar a cabo la tarea que se configura “a partir de” y “distanciándose de” un conjunto de concepciones compartidas que ofrece la cultura profesional local en un momento determinado y que se condensan en lo que hemos denominado modelos de enseñanza.

En ningún nivel de educación se debe dejar a la improvisación ser la protagonista central.  Es necesario seleccionar los contenidos de la enseñanza con todo rigor. Para ello no basta con tomar lo asequible a los alumnos o dejar que ellos lo tomen arbitraria, caprichosa o veleidosamente. Hay que escoger entre ello lo que sea más valioso, en primer término al hombre como tal, en toda su extensión y en todas sus dimensiones: individuo, persona, ser social… y formar con lo escogido un programa claro y ordenado y desarrollarlo con método.             (Hernandez, 1960)

El método y el procedimiento son siempre los más decididos auxiliares en la enseñanza, y como consecuencia, en el aprendizaje, cuando atienden y respetan la individualidad infantil. (Hernandez, 1960)

Sin embargo, ningún procedimiento ni método dará resultados favorables, aplicados por maestros ineptos o sin escrúpulos.

Atender a los métodos y procedimientos no es suficiente si se deja en manos de maestros sin fundamento pedagógico a la hora de implementar estos, no se pueden esperar resultados favorables si no se ejecutan bajo un concepto de enseñanza real, es decir una enseñanza dirigida al alumno adaptándose a las condiciones de este.

Independientemente de las distintas maneras de enseñar, de ordenar o agrupar las materias del conocimiento, la enseñanza se basa en un principio indiscutible: toda enseñanza tiende a poner al alumno en condiciones de labrarse su propia vida, lo que equivale a darle el poder suficiente para su autorrealización.

Ahora bien, no todos los  docentes conciben el mismo concepto de aprender. Aprender, según la tradición, es acumular conocimientos, memorizar;  entonces ¿Qué sucede con los niños de estos profesores que se enfocan en estilos tradicionales de enseñanza?

Lamentablemente, en muchos de los procesos en el aula se ha asumido que para enseñar basta con repetir y se deja de lado el real conocimiento que sólo se obtiene mediante la experiencia y el diálogo.

La conciencia de un método de enseñanza permite al maestro lograr una justificación profunda de su hacer, logrando un estilo particular que se puede adaptar a su personalidad pero también a las necesidades de su alumnos.

Relación profesor alumno

Toda relación inicia de manera libre entre las personas, y si por cualquier razón esta relación no es agradable, esas personas están en total libertad de distanciarse o interrumpirla. En una institución educativa los alumnos no tienen elección, se les obliga a iniciar una interacción con el profesor y el problema esta cuando estas dos personas no compaginan ya sea por características de su personalidad o de conducta.

Además, hay que sumar a esta interacción forzada, el tradicional poder que se le confiere el docente. En las aulas se permite que los profesores tomen casi todas las decisiones que afectan el comportamiento del alumno, lo que dice el profesor casi siempre se acepta y la obligación del alumno en muchas ocasiones es aceptar sin discutir.  

El comportamiento de los alumnos en clase es producto de las interacciones que hace el profesor y de su estilo de enseñanza. Si bien es cierto, el comportamiento y las actitudes que asumen los alumnos están influidos por otros factores como su edad, sexo, nivel socieconomico, etc, es el profesor quien adapta su conducta en respuesta a las características especiales de los alumnos, entonces es de esperar igualmente que los alumnos se adapten al profesor (Capella, 1999)

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