Estrategias De Enseñanza Y Aprendizaje Para Desarrollar Habilidad Verbal
Salomon1602669 de Diciembre de 2013
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(9)ESTRATEGIAS DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE EN BACHILLERATO TECNOLÓGICO AGROPECUARIO PARA DESARROLAR HABILIDAD VERBAL (ESTUDIO DE CASO)
Salomón Rosales Ramírez. Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 181. Valentín Espinosa Ortiz, Randy Alexis Jiménez Jiménez. Departamento de Economía Administración y Desarrollo Rural FMVZ-UNAM.
INTRODUCCIÓN
En México como en el mundo, la pobreza, el hambre y la inseguridad alimentaria han pasado a ser prioridades internacionales, la lentitud con que se reducen indica la necesidad urgente de estrategias orientadas de manera más específica. Actualmente la mayoría de los conflictos armados y los desastres naturales se concentran en regiones sumamente dependientes de la agricultura (Fao.org. 2012). El dinero probablemente no constituye la principal alternativa de solución porque es transitorio; sin embargo, la educación y capacitación de las personas quizás constituya uno de los principales caminos para disminuir en forma permanente la pobreza, la inseguridad alimentaria y subnutrición.
La formación técnica de recursos humanos por lo tanto, requiere cambios significativos para que los individuos participen en forma competente en alguna profesión u oficio; sin embargo, uno de los principales problemas que se encuentra en las escuelas, son las estrategias metodológicas tradicionales de enseñanza aprendizaje, donde el docente generalmente transmite conocimientos y el estudiante se vuelve un receptor pasivo de estos, y como consecuencia muestra apatía y desmotivación en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La competencia comunicativa representa un factor fundamental para transformar en primer término al ser humano, y que éste sea como consecuencia un ser transformador con habilidades en la vida (Gagné, 1978: 155). La habilidad para comunicarse es una necesidad imperiosa tanto en el sector agropecuario como en todos los ámbitos de la vida socialmente organizada, ya que los cauces de participación de los individuos son hoy múltiples y muy variados: consejos escolares, juntas de empresas, asociaciones, sindicatos, asambleas, congresos, foros entre otros; no debemos olvidar por su puesto los medios de telecomunicaciones e informática, que representan una gama de oportunidades para lograr los objetivos de información. En todo ello los participantes debemos estar preparados para saber escuchar, analizar, criticar y argumentar; sin embargo, en nuestro país como en otros, esto no perece reflejarse en la formación de individuos capaces de desempeñarse académicamente (Este País. 2011); o productivamente en el sector agropecuario (Ocde. 2012).
En el Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario No. 181, de Maravatío Michoacán, mediante el método cuantitativo descriptivo, con la Correlación de Pearson por medio del programa estadístico para ciencias sociales (SPSS 12), se tomó una muestra de tipo aleatoria estratificada, con 15 % de error y un 95 % de confiabilidad a docentes y estudiantes de Segundo, Cuarto y Sexto semestre; a estos se aplicó un cuestionario de opinión acerca de las estrategias de enseñanza y aprendizaje para desarrollar habilidad verbal, y los resultados se describen a continuación.
El conocimiento declarativo se define como aquel que se expresa generalmente en palabras o símbolos. Desde muy temprana en su vida, el ser humano aprende una enorme cantidad de información: nombres y hechos, y muchos conjuntos de ideas organizadas. Parte de la información se almacena en la memoria por un tiempo relativamente corto antes de ser olvidada; otros datos y conjuntos de información verbal se conservan por mucho tiempo, algunas veces durante toda la vida. Una fracción de la información verbal parece ser aislada y desconectada de cualquier otro dato; por ejemplo, el nombre de una persona a quien se conoció años atrás en un viaje al extranjero. No obstante, la mayor parte de los datos muestran conexiones diversas con muchos otros fragmentos de información, de modo que al recordar un solo hecho se recuerdan con facilidad muchos otros, asociados de alguna manera con él. Saber información verbal significa que se tiene la capacidad de decir o enunciar proposiciones verbales. Adquirir o aprender información verbal significa tener la capacidad de construir o enunciar proposiciones, la capacidad estriba en poder decir o enunciar un hecho o idea en forma de proposición verbal; se sabe que los sujetos han aprendido un dato de información verbal cuando son capaces de hablar de lo que se trata, es decir, cuando pueden comunicarlo en una forma que tenga sujeto y predicado. Dichas proposiciones pueden ser tan complejas como la primera oración de una declaración de independencia o tan simples como nombrar un objeto como “mesa” dentro de una oración sobreentendida: “esto es una mesa” (Gagné, 1978: 155).
Entre los usos del lenguaje podemos mencionar: El ocultamiento, la distorsión, la parcialización, la confusión, la ambigüedad, la orden, la indicación, la explicación, la demostración, el descubrimiento y el enriquecimiento del propio lenguaje. Por lo menos los cinco primeros tienen estrecha relación, lo sepa o no quien los asume en su expresión; en la vida cotidiana observamos la aplicación constante del uso de este tipo de lenguaje. Hablemos en el horario de trabajo, el ocultamiento es frecuente su aplicación en mayor o menor medida cuando un empleado por ejemplo, no menciona a un superior en jerarquía laboral cierta actividad que no realiza en tiempo ni en forma; o bien un patrón que omite los derechos de sus trabajadores y que solo habla de obligaciones. La distorsión, en cualquier área de trabajo, también se utiliza de manera constante; es el caso cuando un individuo vierte información alterada de su origen hacia otra persona. La parcialización, es un tipo de lenguaje que se suele manejar en nuestro medio también de manera cotidiana, por ejemplo si la indicación de un patrón o jefe de cierta área es incompleta, lo más probable que el trabajador u operario de cualquier categoría no logre cumplir con las expectativas u objetivos de la empresa. Respecto a la confusión, parece también ser parte de nuestra vida diaria, aunque no parece ser intencionada, es frecuente su uso. La ambigüedad, pareciera que es el resultado de la aplicación de cualquiera de las cuatro anteriores, y como consecuencia los objetivos o metas en el caso de una organización ya sea de producción o de servicios no serán probablemente alcanzados.
La orden, con sus matices (exhortación o instrucciones para realizar una acción) forma parte de nuestros esquemas educativos y en muchas ocasiones pasa a convertirse en lo fundamental. Cuando todo se reduce a frases de acción y de interpretación, caemos en lo contrario de la educación, entendida ésta como participación consciente, como intercambio de experiencias, como enriquecimiento perceptual. El uso del lenguaje en educación debe jugarse en las cinco últimas vertientes, esto es, indicación, aplicación, demostración, descubrimiento y enriquecimiento del propio lenguaje (Prieto Castillo. “Perfiles Educativos”, Nueva Época, No.1, Abril-Junio, CISE-UNAM, México, 1983, págs. 47- 64).
Bajo la argumentación anterior, presentamos a continuación los resultados que se obtuvieron en este trabajo; se aprecian en el Cuadro 1, la estrategia del docente de si explica al grupo lo que se espera que el sujeto sea capaz de expresar después de ver los temas o los programas (EGSSCE); y confirmar si los alumnos reciben instrucciones específicas por el docente de lo que se espera que sea capaz de expresar al termino de los temas o programas específicos (RIESCE); la correlación obtenida entre ambas estrategias es significativa ( ≥ .01) en .59 %; sin embargo, nos indica que existe un margen por mejorar en dicha estrategia.
En la misma relación de estas variables, la Gráfica 1-C muestra que el 70 % de los profesores frecuentemente aplica esta estrategia y el restante 30 % de ellos lo hace algunas veces; mientras tanto el 41.4 % de los alumnos dice que frecuentemente recibe instrucciones acerca de esa estrategia y el 56.8 % algunas veces recibe esa indicación.
En lo que se refiere a estrategias de aprendizaje por medio de etiquetas (o rótulos), las etiquetas son los nombres de objetos o clases de objetos que suelen aprenderse como acontecimientos específicos en el momento en que ocurre el aprendizaje del concepto. De este modo los alumnos pequeños por ejemplo aprenden la etiqueta “plato” al mismo tiempo de que adquieren el concepto plato. Como ya se explicó, saber “plato” como concepto significa tener la capacidad de identificar los pertenecientes a la clase. Aunque el desempeño no depende del conocimiento de la palabra “plato”, dicha etiqueta suele emplearse (por parte del padre o algún otro instructor como una manera de evaluar el aprendizaje del concepto por parte del niño. De ese modo, en la situación natural, el aprendizaje de nuevas etiquetas no parece ser una tarea de aprendizaje muy difícil. El progenitor utiliza la palabra “plato” en muchas ocasiones diferentes y ampliamente espaciadas, siempre que tiene un plato a vista; de ese modo, el niño aprende rápidamente a decir “plato” en ocasiones similares, con lo que refuerza la palabra como respuesta verbal.
En muchos estudios sobre el aprendizaje de etiquetas se ha pedido a los sujetos que aprendan
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