Evaluacion Del Docente
Enviado por • 11 de Enero de 2014 • 3.532 Palabras (15 Páginas) • 648 Visitas
PROCEDIMIENTOS Y ESTRATEGIAS DE LA EVALUACIÓN DE LA DOCENCIA
Todos los procedimientos y estrategias de recogida de información que ofrece la metodología evaluativa son aceptables, Mateo et al. (1996) coinciden en que los más utilizados e idóneos son los cuestionarios, entrevistas, observación e informes de autoevaluación. Tejedor (1996) reconoce que el criterio de referencia de los alumnos no debe de ser el único, pero es el más utilizado. Al existir numerosas aportaciones sobre cuáles son los agentes de evaluación del profesor, al igual que García y Congosto (2000), consideramos como principales agentes a los alumnos, colegas y al propio profesor. Las evaluaciones por los alumnos son las que más frecuentemente se han utilizado y siguen utilizándose en evaluación universitaria. Desde la perspectiva del aprendizaje del alumno es como mejor se valora la docencia recibida. El alumno distingue con facilidad una buena o mala actuación docente de un profesor.
Wikberg (1990), Tejedor (1996), García y Congosto (2000) afirman que algunos docentes, se resisten a ser evaluados por estos agentes, argumentando que la influencia subjetiva de las decisiones de los alumnos influyen negativamente en los resultados de las evaluaciones. Aunque es aconsejable el uso combinado de evaluación por otras fuentes (autoevaluación, compañeros) y otras técnicas (observación, análisis de materiales, ...), la verdad es que seguimos utilizando los cuestionarios. En ellos, se pide a los alumnos que valoren al profesor en aquellos rasgos que se consideran relevantes para la enseñanza y desempeño de la actividad docente.
¿Cuáles son estos rasgos?
Los estudios realizados por Trent y Cohen (1973) establecen como factores principales los siguientes:
- Claridad de organización, interpretación y explicación.
- Fomento de la discusión en clase y presentación de diversos puntos de vista.
- Estimulación de intereses y motivación de los estudiantes.
- Atención e interés por los alumnos.
- Manifestación de entusiasmo.
Otros estudios han obtenido las diferentes dimensiones mediante análisis factorial de las puntuaciones en un determinado cuestionario. Para Doyle (1975), Linn et al., (1975), Whitely y Doyle (1976), Abbott y Perkins (1978) y Marsh (1982, 1984) algunas dimensiones son más consistentes que otras, pero en general se pueden considerar dos núcleos fundamentales:
• A.- competencia y destrezas docentes, que incluyen las siguientes dimensiones:
o Estructura, organización de los contenidos y coherencia y claridad de la exposición.
o Destrezas docentes del profesor y Relevancia de los contenidos.
• B.- actitud del profesor, incluyendo:
o Actitudes del profesor hacia el alumno individual y hacia el grupo.
o Estimulación del alumno.
o Dificultad, exigencia y justicia en la evaluación del rendimiento.
Las investigaciones de Overall y Marsh (1977) y Marsh y Overall (1980), obtienen los siguientes factores:
• Entusiasmo-preocupación por la tarea docente.
• Amplitud de tratamiento de los temas presentados.
• Organización de la tarea.
• Interacción con los alumnos.
• Valoración del aprendizaje por parte del alumno.
• Adecuación de la evaluación al desarrollo de la clase.
• Trabajo-dificultad que ha supuesto lograr los objetivos de la materia.
Abalde, Barca, Salvador, González y Muñoz (1995) consideran las siguientes dimensiones:
• Relación-interacción con los estudiantes.
• Metodología didáctica.
• Evaluación.
Mateo y otros (1995) y Escudero (1996) citando a Scriven (1988 y 1994) señalan que los instrumentos para proceder a la evaluación del profesorado obedece a la necesidad de evaluar una serie de competencias, destrezas, actitudes...
• Conocimiento de la materia.
• Competencias instruccionales.
• Competencias de evaluación.
• Profesionalidad.
• Otros deberes con el centro y la comunidad.
Citando a Schalock el al. (1993), que ofrece una visión distinta, centran la evaluación docente en la efectividad y la productividad:
• Conocimiento docente.
• Destrezas docentes.
• Competencia docente.
• Efectividad docente.
• Productividad docente.
• Profesionalidad docente.
Estudios actuales no se centran en analizar cuáles son esos rasgos, competencias, destrezas... que debe tener el profesorado sino que, la función docente es una de las dimensiones en las que debe ser evaluado. En este sentido Mateo, Escudero, de Miguel, Ginés y Rodríguez (1996), agrupan los contenidos evaluables de la función docente en tres grandes áreas: docencia, profesionalidad y servicios a la comunidad. En opinión de Tejedor (1996), el modelo global de evaluación del profesorado tendrá que estar relacionado con las siguientes fuentes de recogida de información:
• Evaluación de la actividad instructiva: opinión de los alumnos, autoinforme del profesor.
• Evaluación de la actividad investigadora.
• Evaluación de la actividad departamental.
• Evaluación complementaria de la actividad relacionada con la prestación de servicios a la comunidad.
• Evaluación de las condiciones de trabajo del profesor.
EVALUACION A UN DOCENTE
El tema de la Evaluación Docente, planteado en la Ley de la Carrera Docente como un proceso que contribuirá a la calidad y a la profesionalización docente, está cobrando importancia en las conversaciones y debates educativos.
Tantos directores de establecimientos, como también los alumnos y las mismas familias de éstos, aunque sea con mecanismos no formales, están evaluando el comportamiento pedagógico de los docentes. Sin embargo, los criterios y perspectivas con que se evalúa y desde los que se evalúa, difieren mucho unos de otros. En lo que sí parece darse una constante, es que cada vez que se propone hacer una evaluación con carácter sistemático, los docentes la consideran como una amenaza.
El tema de la evaluación docente parece estar ligado a los avances y desarrollos educativos de las recientes reformas que se están dando en la región y que están más centradas en la calidad que en la cobertura como muestran los estudios realizados sobre los avances logrados en lo educativo (Schiefelbein, 1995).
Se establecen unos dominios, baremables y objetivables,
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