Fantasia

Hace tiempo, hace mucho tiempo existieron dos pueblos enemigos Alesia y Helvecios, estos dos pueblos  nunca pudieron estar en paz y, durante una guerra de aquellos surgió una historia, una gran y pequeña, historia...de amor.

Durante aquella guerra desatada, de estos imperios se encontraba un guerrero hábil con la espada, nombrado en su nacimiento como Ambicatus, desde temprana edad aprendió las técnicas de batalla utilizadas en Alesia, esta guerra se desató entre una disputa sobre territorio, las tropas de Alesia marchaban hacia la guerra, al frente se encontraba el comandante vercingétorix, hombre de honor, por otro lado marchaban las tropas de Helvecios, y al frente de estas se encontraba el comandante Orgétorix.

Estos dos comandantes se tenían rencor entre sí, por las almas pérdidas de los guerreros que cada quien se llevo. El dulce amanecer empieza a fluir, desde lejos los Alesanos pueden ver a los Helvecicos, les ganaban en cantidad,casi hacían temblar la tierra, rápidamente el comandante vercingétorix les dijo a los Alesanos.

-¡HOY, HOY ES UN DIA IMPORTANTE PUES SE DECIDIRA DE QUIEN SERA ESTE TERRITORIO, VOCONCIOS, ASI QUE SEÑORES, DEN LO MEJOR DE USTEDES, DEMUESTRELES A ESOS HELVECIOS DE QUE ESTAMOS HECHOS, PARA QUE ESTAMOS ENTRENADOS, Y SI SE LLEVAN NUESTRAS VIDAS, QUE PTIMERO PASEN POR UN INFIERNO!

Vercingétorix hizo que avanzaran sus tropas quedando en una formación defensiva, entonces los Helvecios listos para atacar se preparan,mientras que Orgétorix se dirige a Vercingétorix

- ¡NO TE ESCAPARAS HOY, PAGARAS POR TODO, PAGARAS POR LAS MADRES VIUDAS Y LOS NIÑOS HUÉRFANOS, HOY NO SERA TU DÍA!

- ¡ORGÉTORIX ! ¡RECUERDA QUIEN ERES Y QUE LE HAZ HECHO A NUESTRA GENTE SI ALGUEN DEBE PAGAR AQUI SOMOS NOSOTROS!

Y sin decir más, Orgétorix se dirigió sus tropas hacia ellos, los Alesanos permanecieron en sus posiciones, con esa posición tuvieron una vntaja de minutos pues se defendían mientras atacaban,hubieron pocas bajas Alesanas y muchas Helvecicas, pero aun les ganaban por cantidad, los Alesanos no pudieron permanecer más tiempo en su formación así que se despejaron, fue como dejar el cuerpo expuesto, pues tomaron ventaja los Helvecicos.

Espadas chocando, hombres gritando, sangre escurriendo libremente por la tierra, todo fue un caos. Ambicatus no se cansaba utilizaba todas sus fuerzas, cada suspiro que salia de su boca.

- ¡Helvecios! ¡¿Es todo lo que tiene?! ¡Hasta un niño Alesano pela mejor que ustedes!

Pasado las horas de batalla, los Alesanos eran menos y estaban cansados así que Vercingétorix ordeno la retirada inmediata. Los Helvecicos se percataron y avisaron al comandante un soldad9 fue hacia él.

-Comandante Orgétorix, los Alesanos están huyendo

- Malditos ¡Quiero que tomen como prisioneros a cuantos puedan!

- Si señor

Los Alesanos rápidamente realizaron la retirada al frente, los Helvecicos fueron tomando prisioneros, Ambicatus estaba distraído tratando de evitar que se acercacen a los demás que no puedo retirarse y fue tomado prisionero, dio todo para no ir prisionero pero sus intentos eran inútiles con tantos Helvecicos

Gran parte de los Alesanos lograron regresar a casa, muchos murieron, otros regresaron heridos, sin decir una palabra entraron a Alesia, pues perdieron la guerra y perdieron soldados y dejaron que los tomasen como prisioneros.

Mientras tanto, los Helvecicos regresaron victoriosos y con un puñado de prisioneros, al llegar la gente aplaudía feliz de la Victoria.los Alesanos fueron llevados a un calabozo, les quitaron su armadura y sus armas dejándolos inmunes

El día termina, los Alesanos duermen, todos menos uno, Ambicatus, se lamenta por su error de haberse dejado capturar, no pudo dormir hasta el amanecer, justamente Cuando los levantaron a todos ellos para llevarlos a trabajar en las minas de Helvecios.

Todo el día estuvieron trabajando forzosamente en las minas hasta que en el atardecer Suenan las campañas para tener un tiempo de descanso, las mujeres Helvecicas fueron a dar pan y agua a los Alesanos, desde lejos Ambicatus logra ver a una mujer hermosa,la observa pero aparta su vista, entonces aquella mujer Se le acerca dirigiendole la palabra.

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