Frotis Vaginal
Enviado por pamepachu • 24 de Febrero de 2013 • 1.377 Palabras (6 Páginas) • 615 Visitas
ANTIPARASITARIOS
Antiparasitarios: Un antiparasitario es un medicamento usado en humanos y animales para el tratamiento de infecciones causadas por bacterias y parásitos.
Introducción:
La ausencia de vacunas para cualquier parásito hace que la prevención para todas y cada una de las enfermedades parasitarias se siga basando, como en el pasado, en medidas ecológicas como el saneamiento ambiental o el control vectorial según sea el ciclo biológico, y en pequeña medida, en los fármacos antiparasitarios.
Pero cuando se ha adquirido la enfermedad, sólo resta la utilización de medicamentos. Los estudios sobre el modo de acción permite adentrarse en la fisiología del parásito y, al contrario, el conocimiento de la fisiología de los parásitos permite el diseño racional de compuestos nuevos más eficaces. La mayoría de estos fármacos se sigue obteniendo del «cribado inteligente» de moléculas genéricas más que del conocimiento de la bioquímica del parásito. A pesar de ello, se conocen los mecanismos de acción de muchas clases de fármacos antiparasitarios, lo que nos ha permitido, cuando era posible, la discusión basada en sus dianas para proporcionar una idea de cómo es la aproximación racional al diseño de nuevos agentes terapéuticos.
La investigación de antiparasitarios no es comparable a la desarrollada en otros campos de la microbiología por no haber incentivos económicos atractivos para la industria farmacéutica, en realidad existe tratamiento específico –a veces solo parcial- frente a todas las parasitosis más comunes, con pocas excepciones. Sin embargo, muchos fármacos se intoduheros hace más de 40 años, por lo que algunos han desarrollado resistencias, otros son tóxicos y no pocos tienen que ser administrados por largos periodos de tiempo.
Entre las características generales de los antiparasitarios destacan las siguientes:
1.- Están formados por muy pocos elementos: carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno. El azufre está presente como parte de una estructura de anillo (nifurtimox, levamisol). El flúor, el cloro, el yodo y el fósforo aparecen en fármacos antihelmínticos fenólicos y organofosforados. Los elementos inorgánicos son raros, pero al arsénico y los antimoniales están presentes en el tratamiento de las tripanosomiasis y leishmaniasis, respectivamente.
2.- Las estructuras químicas anulares son muy comunes. El anillo de benceno está presente en casi la mitad de todos los antiparasitarios. Muchos otros tienen anillos nitrogenados (amillos de pirimidina, imidazol, quinolina o piperazina).
3.- Como sustitutos en los anillos aparecen con frecuencia los grupos metilo, metoxi, hidroximetil y amino. Los grupos con nitrógeno son muy comunes (metronidazol), mientras que los sulfidrilo no existen entre los fármacos antiparasitarios.
Los parásitos, con mayor complejidad, de protozoos a artrópodos, presentan siete áreas principales en el metabolismo útiles como dianas de acción: síntesis de cofactores, síntesis de ácidos nucleicos, síntesis de proteínas, síntesis de la membrana, función microtubular, metabolismo energético y función neuromuscular (sólo en los helmintos y artrópodos). De forma general, la mayoría de los fármacos antiprotozoarios afectan al metabolismo biosintético, mientras que los antihelmínticos afectan al metabolismo energético o la función neuromuscular.
Inhibidores de la síntesis de cofactores. Las sulfonamidas, utilizadas frente a los esporozoos (sulfadiazina, sulfadoxina, etc.) y las sulfonas (dapsona) bloquean la biosíntesis del tetrahidrofolato, importante cofactor en muchas reacciones de transferencia de carbono requeridas en la síntesis del ADN. Así, los plasmodios necesitan sintetizar los cofactores de folato, pues no pueden incorporar el ácido fólico presente en la dieta como hace el ser humano. En concreto, la sulfadoxina compite con el ácido paraaminobenzoico (PABA) para fijar la enzima dihidropteroato sintetasa en la síntesis del dihidropteroato, elemento esencial en la síntesis del ácido fólico. Debido a que su acción es muy lenta, debe administrarse asociada a otro antipalúdico (generalmente la pirimetamina). Las diaminopirimidinas (pirimetamina, trimetoprima) y el proguanil, también utilizados frente a los esporozoos, bloquean la misma reacción en un paso posterior, inhibiendo la enzima dihidrofolato reductasa, necesaria en la síntesis del ácido fólico en estos parásitos. Como en el caso anterior, la pirimetamina tiene una acción lenta, por lo que no debe administrarse en monoterapia. Las resistencias a la pirimetamina se describieron desde el comienzo de su uso, debidas a una mutación en uno de los pasos de la reacción, por lo que el aumento de la dosis no mejora la respuesta. Ambos grupos se potencian recíprocamente y se disminuye el desarrollo de resistencias.
Inhibidores de la síntesis de ácidos
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