Geologia
Enviado por html5 • 1 de Diciembre de 2014 • Tesis • 1.820 Palabras (8 Páginas) • 246 Visitas
I. Antecedentes inmediatos A diferencia de lo sucedido en la I Celam (Río de Janeiro 1956) donde la Santa Sede preparó y realizó en todas sus partes la Conferencia, en Medellín sería elConsejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) quien definiría los temas, la mecánica de trabajo y la elección de los conferencistas con la aprobación de la Santa Sede. Los antecedentes inmediatos de la II Conferencia General del Episcopado Latinoamericano pueden situarse hacia el otoño de 1965 cuando el Concilio Vaticano II estaba a días de clausurarse. En ese momento Pablo VI reunió a los obispos de la directiva y equipos del Celam que participaban en el Concilio, con motivo del décimo aniversario de la creación de dicho organismo episcopal. En esa reunión el Papa exhortó a los ahí presentes a sensibilizarse y asumir una visión crítica frente a los problemas que agitaban a América Latina como un requerimiento indispensable para la acción pastoral de la Iglesia en esas regiones. Sería, pues, en ese ambiente que el entonces presidente del Celam, Don Manuel Larrain (obispo de Talca, Chile) concebiría la idea de una reunión episcopal latinoamericana para ver la realidad del continente a la luz del Vaticano II y que éste “no pasara al lado de la Iglesia latinoamericana”. La iniciativa fue bien acogida e implícitamente animada por Pablo VI, situación que conduciría a la preparación formal de ese evento. Entre las principales reuniones del episcopado latinoamericano u órganos del Celam que influirían de manera decisiva en la preparación de la Asamblea de Medellín destacan las siguientes: – Baños (Ecuador), del 5 al 8 de junio de 1966. Encuentro Episcopal Latino-Americano sobre temas de educación, apostolado de los laicos y acción social. – Mar de Plata (Argentina), del 11 al 16 de octubre de 1966. X Asamblea Ordinario del Celam sobre el desarrollo y la integración latinoamericana. – Buga (Colombia), del 12 al 18 de febrero de 1967. I Encuentro Latinoamericano de Universidades Católicas, sobre la misión de la universidad católica en América Latina. – Melgar (Colombia), del 20 al 27 de abril de 1968, I Encuentro Latinoamericano en territorios de Misión, sobre pastoral misionera. – Itapoan, Salvador (Brasil), del 12 al 19 de marzo de 1968 complementario de la reunión de Mar de Plata con el tema Pastoral Social de la Iglesia. – Medellín (Colombia), del 11 al 18 de agosto de 1968, sobre Catequesis.
Luego de la reunión ordinaria del Celam en Mar de Plata se solicitó, en mayo de 1967, a Roma que convocara la conferencia, al mismo tiempo que se sugirió como sede la ciudad de Medellín. En julio de 1967 se recibió la aprobación y comenzaron los preparativos. Se aprobó también el tema de la misma: “La presencia de la iglesia en la actual transformación de América Latina a la luz del Vaticano II”, tema propuesto por Pablo VI en la reunión con los obispos latinoamericanos en noviembre de 1965. En cuanto al proceso documental que antecedió a la Asamblea de Medellín caben destacar dos textos: uno que sería conocido como “Documento Base Preliminar” (DBp) que fue enviado a los diversos episcopados nacionales en enero de 1968 acompañado de cinco anexos; y el llamado “Documento de Base” (DB) aparecido en junio de 1968. Este documento suscitaría opiniones encontradas tanto dentro como fuera de la Iglesia. Si bien dicho documento no influiría mayormente en el desarrollo de la Conferencia, sí definiría en gran medida los puntos a discutir y analizar en las asambleas: adopción del método pastoral sugerido en Gaudium et spes n. 4; incorporación en la parte del análisis de la realidad de la temática del “desarrollo” y la “dependencia”; apreciación de la situación de injusticia y marginación como indignante ética y teológicamente; y una fuerte preocupación de la Iglesia por una pastoral que respondiera a esos peculiares “signos de los tiempos” del subcontinente. Sin pretender ser exhaustivos, no está por demás mencionar que en el evento y los textos de la Conferencia de Medellín no solo confluyeron inquietudes y propuestas del episcopado latinoamericano, sino también de diversos sectores de Iglesia (laicos, sacerdotes, religiosos) muchos de los cuáles se encontraban interpelados tanto por la hiriente realidad de marginación y pobreza de sus pueblos, como también por la aparición de nuevas experiencias eclesiales como eran las nacientes Comunidades Eclesiales de Base y el activismo de cristianos agrupados en los diferentes movimiento de Acción Católica. Así, pues la II Celam sería inaugurada por Pablo VI el 24 de agosto de 1968 y se clausuraría el 6 de septiembre del mismo año.
2. Participantes y dinámica de la Conferencia Si se compara con el Concilio Vaticano II la Asamblea de Medellín no fue muy numerosa: apenas 247 asistentes donde además de los obispos hubo dos categorías de participantes: miembros efectivos con voz y voto (seis presbíteros delegados de las Conferencias Episcopales, 22 miembros nombrados por el Papa y los presbíteros miembros de la Junta Directiva de la Conferencia Latinoamericana de Religiosos –CLAR); y simples participantes con voz, pero sin voto (secretarios ejecutivos del Celam, miembros no-sacerdotes de la junta directiva de la CLAR, presbíteros, religiosos(as), laicos(as) invitados en calidad de expertos y observadores no-católicos). Cabe mencionar que los laicos fueron muy pocos, y escogidos entre los consagrados a movimientos apostólicos solamente, situación que ya sería criticada en ese momento. Por otra parte, cabe destacar que por primera vez en una reunión oficial del episcopado en América Latina, se contó con la presencia de once observadores no-católicos, hecho que destacará no solo, porque en Río de Janeiro no asistió ningún no-católico, sino porque en las siguientes el número fue decreciendo (cinco en Puebla y tres en Santo
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