Habitos De Higiene
Enviado por anitabellamoxie • 5 de Mayo de 2013 • 1.938 Palabras (8 Páginas) • 698 Visitas
Habitos De Higiene
El científico y filósofo Charles S. Peirce (1836-1914) consideraba que el ser humano es un manojo de hábitos. La persona es un sistema dinámico y orgánico de hábitos, sentimientos, deseos, tendencias y pensamientos que crece en su interacción comunicativa con los demás. Alrededor de 1902, define el hábito como “una ley general de acción, tal que en una cierta clase general de ocasión un hombre será más o menos apto para actuar de una cierta manera general” (Barrera, 2005:3).
Los hábitos son unas pautas de comportamiento que ayudan a los niños/as a estructurarse, a orientarse y a formarse mejor. La adquisición de los diferentes hábitos les permite ser más autónomos, hace posible que tengan una convivencia positiva con los demás y son necesarios en la adquisición de los nuevos aprendizajes.
De acuerdo a lo expuesto, un hábito es una acción repetida de forma constante o periódica por parte de una persona, ya sea consciente o inconscientemente. Los hábitos más que ninguna otra cosa nos definen como personas, es decir, la persona que eres actualmente es producto directo de tus hábitos actuales. Los hábitos son individuales y normalmente cambian, se agregan unos y se desechan otros, durante la vida de una persona.
Los hábitos higiénicos presentan las siguientes ventajas:
• Contribuyen al bienestar físico del organismo.
• Colaboran con el bienestar psíquico del niño/a.
• Son elementos esenciales en el comportamiento adecuado del individuo.
• Permiten economizar tiempo y esfuerzo intelectual en el cumplimiento de una serie de actos rutinarios de la vida diaria.
Formación de Hábitos de Higiene
La práctica de la higiene personal es una cuestión de responsabilidad individual que se adquiere a través de un proceso de educación, correspondiente a padres y profesorado, por ello he de destacar que es un tema básico en el desarrollo de los programas de la educación para la salud. Cuando el niño/a acude a la escuela presenta unos hábitos de higiene, más o menos adquiridos en el domicilio familiar; en la escuela estos hábitos han de ser reforzados o sustituidos según su carácter.
Para ello, en la escuela se deban dar una serie de condiciones, como son un medio ambiente adecuado (aire, agua y suelo, etc.), unos suficientes medios materiales para seguir una higiene personal (lavabos, retrete, papel, toallas, jabón, etc.), un ambiente favorecedor de trabajo (iluminación, ausencia de ruidos, etc.), y una organización adecuada de las actividades escolares (duración de la jornada, distribución del tiempo de trabajo y del descanso). (Martín, 2004).
La escuela tiene un propósito netamente educativo, y educar es fundamentalmente desarrollar hábitos. Los hábitos pueden ser definidos como la segunda naturaleza de lo humano. El hábito es lo que tenemos como propio y asociado necesariamente a uno mismo. Es la proyección del ser en el hacer: (Noro, 2006).
Según los expertos de UNICEF (2000) el proceso de inculcar hábitos higiénicos en los niños se facilita si se toman en cuenta seis consejos básicos que deberán seguir los padres y los educadores:
1. Predicar con el ejemplo. Tanto en la higiene personal como en la del hogar.
2. Inculcar hábitos desde pequeños. Repetir y repetir y repetir el por qué de la higiene.
3. Regularidad. Los hábitos deben repetirse diariamente.
4. Entorno propicio. Los artículos de higiene personal deben estar al alcance de los niños; jabón, pasta dental, papel higiénico, etcétera.
5. El aseo debe ser grato. No amenazar con castigos, sino mostrarle los beneficios que obtendrá.
6. Creatividad. Si un método para crear hábitos higiénicos no da resultado, además de pacientes, debemos ser creativos e inventar tácticas nuevas.
Higiene de los alimentos
Incluye cierto número de rutinas que deben realizarse al manipular los alimentos con el objeto de prevenir daños potenciales a la salud. Los alimentos pueden transmitir enfermedades de persona a persona así como ser un medio de crecimiento de ciertas bacterias (tanto en el exterior como en el interior del alimento) que pueden causar intoxicaciones alimentarias.
Los alimentos no vigilados pueden ser un transporte de propagación de enfermedades, hay que considerar que desde el mismo instante de su producción hasta el de su consumo los alimentos están constantemente expuestos a las posibles contaminaciones bien sean por agentes naturales o por efecto de la intervención humana.
Al manipular alimentos es indispensable:
Lavar los alimentos y los utensilios a utilizar, incluyendo mesas, tablas de picado, licuadoras, etc. Los trapos de limpiar y paños de cocina deben lavarse al chorro del agua con jabón cada vez que se usen.
Para mantener limpios los platos, vasos y cubiertos guardarlos en un estante cerrado, y no tocar con los dedos la parte de adentro de platos y vasos, así como la parte de los cubiertos que se mete a la boca.
Cuidar la higiene personal, poner especial énfasis en el lavado de manos, que debe realizarse con agua y jabón, limpiándose muy bien las uñas.
Al cocinar, tener al cabello limpio y recogido, evitar tocarse las orejas, nariz o boca; no usar anillos, relojes o pulseras. La persona que prepara los alimentos no debe hacerlo si tiene enfermedades infecciosas como pueden ser las gastrointestinales o las respiratorias, entre otras.
Evitar la presencia de animales dentro del hogar (perros, gatos, aves, moscas, roedores, etc.)
Almacenar los cereales, grasas, azúcar y leguminosas en envases tapados, frescos y secos.
Mantener refrigerados los alimentos perecederos.
Procurar que el entorno de la vivienda esté limpio; los botes de basura deben estar tapados y lavarse frecuentemente.
Normas de comportamiento personal
Es importante para las personas en cualquier actividad de su vida conocer y practicar las normas de comportamiento; para tener una vida buena y llevadera.
El aseo y la higiene, el orden limpieza y control, y la buena presencia e imagen contribuye a contar con personas, que se quieren a sí mismas, que sean seguras, con elevada autoestima responsables de sí mismas de su cosas y en las que puedan confiar las demás personas. Por ello, se deben enseñar estas normas y ayudar a las personas
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