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Histologia


Enviado por   •  11 de Septiembre de 2014  •  4.133 Palabras (17 Páginas)  •  316 Visitas

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ESTRUCTURA DEL CONOCIMIENTO

Todo conocimiento está constituido por cuatro elementos básicos: el sujeto que conoce, el objeto conocido, el proceso mismo, es decir, la acción de conocer y el resultado que se obtiene a partir de la actualización de dicho proceso, la información sobre el objeto. En otras palabras: el sujeto contacta con el objeto y obtiene una información, una representación, sobre éste.

Ahora bien, el sujeto no precisa la presencia del objeto una vez que se ha establecido esta conexión, dado que en su interior se halla ya el representante de dicho objeto. Si acaso se da una relación de congruencia o adecuación entre el objeto y su representación, entonces se está en posesión de una verdad.

Muchas veces cuando se habla del conocimiento y del proceso de conocer se piensa que la representación es una especie de imagen especular (como si el sujeto fuera un espejo y su representaciones fueran imágenes de objetos reflejados en el espejo),pero, esta es una manera engañosa de entender la naturaleza de la representación. Una forma más apropiada de entender el conocimiento como representación consiste en imaginarlo como un mapa o un plano representa un objeto de el mundo con aspectos y relaciones semejantes a las del objeto real. Los mapas y el conocimiento como representación del mundo cumplen la misma función, ya que tanto los mapas como el conocimiento sirven para orientar a la gente sobre cómo actuar en el mundo y que hacer cuándo quiere manipular o transformar aspectos de la realidad.

El conocimiento cumplirá su función de guía para comprender el mundo y para actuar en el, solo si se logra establecer una conexión adecuada entre el objeto y el sujeto por medio de una representación; esta es la importancia de la estructura trimembre del proceso de conocer, estructura que proviene de la naturaleza misma y de la función del proceso. El conocimiento siempre construye y se aplica desde el lugar donde está situado el sujeto de la estructura trimembre, desde su perspectiva local, y en función de sus objetivos e intereses.

RELACION SUJETO-OBJETO

Todo conocimiento es conocimiento sobre algo, sobre un objeto. Este es un punto sobre el que filósofos y epistemólogos han estado de acuerdo. Lo que ha dado materia a discusión es la forma en que se da ese conocimiento.

En el proceso de conocimiento se hallan frente a sí dos elementos que hacen parte, a la vez, de la estructura de la investigación como sistema. Entre estos dos elementos, que son un sujeto y un objeto, se dan relaciones de singular complejidad.

El conocimiento es siempre conocimiento para alguien, está en la conciencia de alguien; por ello se presenta como una relación sujeto y objeto, los cuales están a la vez en una permanente correlación: el sujeto solo es sujeto para un objeto y el objeto solo lo es para un sujeto. Ambos solo son lo que son en cuanto son para el otro. Pero esta correlación no es reversible. Ser sujeto es algo completamente distinto que ser objeto; la función del sujeto es aprehender al objeto, la del objeto ser aprehensible y aprehendido por el sujeto.

No podemos, pues, imaginar un conocimiento sin sujeto, sin que sea percibido por una determinada conciencia. Pero, de la misma manera, podemos decir que el conocimiento es siempre conocimiento de algo, de alguna cosa, ya sea en entre abstracto, - ideal como un número o una proposición lógica -, ya sea de un ente o un fenómeno material o aún de la misma conciencia; en todos los casos, a aquello que es conocido lo denominamos el objeto del conocimiento. La relación que se articula entre sujeto y objeto es dinámica y constante; por una parte, puede decirse que el sujeto debe situarse frente al objeto como algo externo a él, colocado fuera de sí, abandonar su subjetividad para poder examinarlo. Vista desde el sujeto, la aprehensión del objeto se presenta entonces como una salida del primero fuera de su propia esfera, una invasión en la esfera del objeto y una captura de las propiedades de éste. El objeto no es arrastrado, empero, dentro de la esfera del sujeto, sino que permanece trascendente a él; en el sujeto surge una cosa que contiene las propiedades del objeto; es la "imagen" del objeto.

El acercamiento del investigador, es decir del sujeto, hacia su objeto, puede considerarse como la operación fundamental, la esencia misma de la investigación, pues es lo que lo vincula con la realidad, le permite conocerla.

Para que ese acercamiento y el conocimiento logrado tenga un sentido completo el investigador debe, en todo caso, volver otra vez hacia sí mismo a fin de elaborar los datos que ha recogido, reinterpretando el objeto a la luz de su contacto con él. Sujeto y objeto son así dos términos que sucesivamente se oponen y se compenetran, se separan y se acercan en un movimiento que se inicia por la voluntad del investigador que desea el conocimiento, y que en realidad continúa repetidamente, hasta que aquél adquiere un conocimiento cada vez más completo y profundo sobre el objeto. En esto consiste la objetividad.

Para que el sujeto logre un conocimiento en realidad objetivo debería despojarse de toda su carga de valores, deseos e intereses, convertirse en una especie de espíritu puro, liberado de toda preocupación psicológica por la naturaleza del conocimiento que irá a obtener. Sin embargo, esto no será nunca del todo posible, pues el sujeto de la investigación es siempre un sujeto humano, y no puede dejar de serlo.

Se puede llegar, en el mejor de los casos, a utilizar instrumentos, máquinas, etc. como complementos tecnológicos en la investigación; tales elementos serán capaces de recoger datos, ordenarlos y procesarlos, sin duda. Pero lo que no serán capaces de efectuar son las operaciones propiamente epistemológicas de plantearse un problema, seleccionar el tipo de datos capaces de resolverlo, e interpretar el valor y el sentido de los datos recogidos por las máquinas.

Y es más, podríamos decir que una cierta dosis de subjetividad no sólo es inevitable en un trabajo de investigación, sino que es además indispensable, ya que para querer saber algo se necesita una voluntad, una preocupación por conocer la verdad y esclarecer la duda que no puede ser sino subjetiva. Por esa misma razón no se concibe la existencia de un conocimiento llanamente objetivo y se afirma que todo conocimiento no deja de ser un producto también social y, como tal, producto de una cultura, de una época y de hombres concretos.

EL SUJETO DE INVESTIGACIÓN

Es el individuo que asume el papel de investigador, que se adentra en el conocimiento comprensión y estudio de los objetos, fenómenos y procesos de la naturaleza y de la sociedad. Es el hombre que, condicionado

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