Historia del Pensamiento Económico.
Enviado por David Saucillo • 8 de Septiembre de 2016 • Tarea • 2.854 Palabras (12 Páginas) • 204 Visitas
C E U G [pic 1]
Centro Universitario de Guanajuato
“El saber me hace libre”
NOMBRE DEL ALUMNO: David Antonio Saucillo Escobar.
NOMBRE DEL MAESTRO: Lic. Salvador Ávila Estrada.
ASIGNATURA: Historia del Pensamiento Económico.
LICENCIATURA: Derecho.
GRUPO: 2° Cuatrimestre.
---Ensayo sobre el libro de Platón “Diálogos I, Apología de Sócrates-Fedón”---
ÍNDICE
INTRODUCCIÓN
APOLOGÍA DE SOCRATES.
FEDÓN O DEL ALMA.
CONCLUSIÓN
BIBLIOGRAFÍA
FIRMA:
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo es sobre el libro “Diálogos I, apología de Sócrates-fedón” de Platón, este libro forma parte de los llamados “diálogos platónicos” por medio de los cuales platón desarrolla la postura filosófica que tiene sobre muchos temas (en este caso sobre la muerte y el alma”. En la primera parte platón nos describe la apología que usó su “maestro” Sócrates para defenderse de las acusaciones que Anito y Melito hicieron en su contra. Después en la segunda parte del libro (que además es la más extensa) Platón nos narra las últimas horas de Sócrates, rodeado de sus “discípulos”, compartiendo sus opiniones sobre el alma, de donde nace y hacia dónde va después de lo que llamamos muerte.
APOLOGÍA DE SOCRATES.
El libro empieza con una escena poco favorable para Sócrates, esta ante un tribunal, compareciendo porque sus acusadores sostienen que él no creía en los dioses de la ciudad y quería introducir otros, que corrompía a los jóvenes y que además, era un sofista. Sócrates hablaba con estos sofistas, quienes eran capaces de hacer creer lo más increíble; “eran maestros de la bella palabra”, así se refería Sócrates de los sofistas, como si fueran unos embaucadores (como políticos en campaña) que hacen creer a la gente cosas inverosímiles, unos bravucones que poseen el don de la palabra, los describe de una manera bastante despectiva. Sócrates dice que no hará lo que haría un sofista en su lugar, que no es partidario para nada de ellos, así que no tratará de convencer al jurado con retórica y con bellas expresiones para ser declarado inocente, sino que fiel a sí mismo, usará su lenguaje común, el que usa normalmente en público.
Podemos ver a un Sócrates congruente que no intenta persuadir al jurado de una manera que no sea la suya.
Sócrates llega a sus discípulos mediante dos maneras basadas en el dialogo, una es la ironía donde se declara ignorante cuando habla con la gente. La otra la mayéutica, que se basa en ayudar que las respuestas salgan a la luz por si solas. Hace preguntas para que sus discípulos lleguen a sus propias conclusiones, así que, por su modo de enseñar y de preguntar, fue acusado. En su juicio él mismo es su defensor; “lo mío es obedecer a la ley y abogar por mi causa.
Las acusaciones fueron 2:
- La primera es la de corromper a la juventud. Se le acusan de ello porque los jóvenes atenienses le siguen y le oyen dialogar con sofistas, poetas y artistas. En estas conversaciones, Sócrates hacía uso de sus dos métodos de enseñanza ya mencionados, con los cuales era capaz de debatir y dejar mal parado a cualquier debatiente que tuviera enfrente, esto le generó gran popularidad, sobre todo en los jóvenes quienes buscaban un maestro (aunque Sócrates nunca se vio como tal).
- La segunda acusación a Sócrates es la de rechazar los dioses de los griegos y sobre todo de creer en otro tipo de dioses (más bien una especie de demonio), del cual Sócrates hace mención que de vez en cuando una voz interior le hablaba para prevenirle sobre algún mal.
Iniciado el juicio, Sócrates expone que primero se defenderá de sus acusadores más antiguos, que decían que era un sabio capaz de engañar al pueblo de Atenas con sus dotes de retórica, de hacer fuerte el argumento más débil.
Afirma que es inocente, menciona que es mentira que él cobre por sus enseñanzas; por lo tanto niega haber sido maestro de alguien o tener “aprendices”. Si bien muchos hombres lo rodeaban, era en forma espontanea y gratuita. Sócrates jamás exigía dinero por “lecciones”.
El ha dialogado y nunca ha dicho en privado algo que no pudiera decir frente a todos .Si hubiera “discípulos” perjudicados por sus “lecciones”, estarían presentes para apoyar la acusación, en cambio se encuentran presentes amigos que están dispuestos a declarar a su favor (entre ellos Platón), lo que muestra que no ha impartido “lecciones” corruptoras, sino que, ha impulsado la búsqueda de la verdad.
Continúa diciendo que él ha alcanzado la “fama” que posee por su sabiduría, sin embargo para él no es en lo absoluto sobrehumana. Para ello cuenta la anécdota de un amigo suyo (Querefón) y su visita al oráculo, quien dijo que no hay nadie más sabio que Sócrates.
Entonces Sócrates se pregunta a qué viene lo que dice el oráculo, pues sabio no es. Por eso se cuestiona el porqué esa respuesta de los dioses. Después de dialogar con políticos, filósofos y poetas, se da cuenta de que sabio es aquel que no presume de lo que sabe, ni de lo que no sabe, por eso llega a la conclusión que el oráculo tiene razón, ya que él es consciente de su ignorancia y decide hablar con la gente por las calles para dialogar y adquirir más conocimientos.
El centro de la acusación de Melito es la de corromper a la juventud, la segunda parte de ella especifica el modo en que Sócrates corrompe a los jóvenes: enseñándoles a no creer en los dioses reconocidos por la ciudad sino en otras “cosas demoniacas” (que no era más que la conciencia en forma de una voz interior”. Sócrates pregunta a Melito si le acusa de negar la divinidad de los astros (ateísmo), Melito afirma que Sócrates no cree en las divinidades griegas, sin embargo Sócrates le recuerda que los demonios tal como los consideraban por entonces los griegos, son divinidades o bien hijos de dioses, por lo cual la acusación de “ateísmo” es contradictoria.
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