Hormonas que promueven distintas emociones

¿Cuáles son las hormonas causantes de nuestra felicidad?

ENDORFINAS

Conocidas como las hormonas de la felicidad por crear una sensación de bienestar, son un tipo de neuropéptido sintetizado por nuestro organismo. Como curiosidad, su nombre procede del latín y significa “morfina endógena”, de hecho, algunas drogas como los opiáceos pueden provocar el mismo efecto que las endorfinas.

La síntesis de endorfinas se da principalmente en la hipófisis o glándula pineal, estructura cerebral que, mediante la secreción de hormonas, regula el equilibrio del organismo.

Estas hormonas son secretadas ante situaciones diarias como pueden ser escuchar música, hacer ejercicio, reírse,… Además, son las responsables de la inhibición del dolor físico. Cuando nos caemos o nos damos un golpe, se activan receptores que hacen que sintamos dolor, llamados nociceptores. Sin embargo, cuando llegan al cerebro estas señales, se liberan endorfinas que permiten que el dolor disminuya de forma temporal uniéndose a receptores de opiáceos en los terminales pre y post sinápticos.

[pic 1]

SEROTONINA

¡Sorprendentemente, los genes determinan un 35%-50% de nuestra felicidad!

Se ha encontrado un gen directamente relacionado con la felicidad que determina la cantidad de serotonina sintetizada en el cerebro denominado 5-HTTLPR. Hay dos formas de este gen, la L (large) y S (small). Se ha demostrado que entre las personas que poseen la forma L, el 34% están satisfechos mientras que en el caso de los que poseen la forma S, solo un 19%. ¿Cuál crees que puedes tener tú?

La serotonina regula el estado de ánimo, la temperatura corporal, el apetito o incluso el sueño. Esta hormona se sintetiza a partir del aminoácido triptófano, que se encuentra de forma mayoritaria en algunos alimentos como el chocolate, huevo, plátano, atún, frutos secos… Así que si estás triste, el chocolate es la solución (de forma controlada, claro).

El consumo de algunas drogas o fármacos producen niveles muy altos de serotonina que, en contra de lo que podríamos pensar, no nos hace súper felices sino que provoca el Síndrome de la serotonina. Algunos de sus síntomas son fiebre alta, ritmo cardíaco irregular, convulsiones y pérdida del conocimiento.

[pic 2]

DOPAMINA

La dopamina, la hormona de la motivación, está implicada en la activación de los sistemas de recompensa cerebrales localizados en el núcleo accumbens. Por ejemplo, cuando nos ponemos un objetivo (subir una montaña) y conseguimos hacerlo a pesar de que el camino ha sido difícil, la dopamina se encargará de hacernos sentir esa sensación de felicidad como recompensa por el esfuerzo realizado.

Cuando los niveles de esta hormona son anormales, se pueden desarrollar trastornos del comportamiento como ansiedad social, cuando se produce una baja captabilidad de dopamina, o incluso esquizofrenia, cuando encontramos bajos niveles de dopamina en algunas áreas del cerebro. En el otro extremo, nos encontramos con el desorden bipolar que se da por un incremento de dopamina.

Hay ciertas drogas que crean un estado de felicidad falso. Este efecto se consigue modulando los efectos de la dopamina. Por ejemplo, la cocaína es un inhibidor del transportador de dopamina, bloquea su captación para aumentar la actividad de los receptores.

Las anfetaminas aumentan la concentración de dopamina en el espacio sináptico, lo que produce un aumento de los sentimientos placenteros que finalmente, llevan a la adicción.

Por lo tanto, ¿cuál es la clave de la felicidad? Con lo que sabemos hasta ahora, basta con realizar ejercicio, tener una buena alimentación, mantener buenas relaciones sociales, tomar el sol, escuchar música,… Todas son actividades que favorecen la síntesis de estos neurotransmisores. Así que, ya sabes lo que tienes que hacer, estos pequeños trucos te ayudarán a ser un poco más feliz.[pic 3]

¿Cuáles son las hormonas causantes de la tristeza?

El estrés es un elemento clave que afecta directamente a la sensación de tristeza. Cada persona tiene la capacidad de responder de manera diferente ante una situación de estrés, esto se conoce como: Síndrome de adaptación general (SAG). El cuerpo tiene que hacer un esfuerzo para adaptarse a esta nueva situación, y aunque este proceso sea normal, la activación de este sistema mantenida a lo largo del tiempo puede tener efectos peligrosos. Esta adaptación tiene un límite, al sobrepasarlo empieza a fallar y se produce un desajuste de neurotransmisores en el cerebro, lo que nos lleva a la apatía, tristeza y sensación de desmotivación. 

...