Identidad en la práctica profesional

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Identidad en la práctica profesional

El presente trabajo se enfoca a delimitar lo que implica la práctica profesional de un pedagogo.  Sin embargo, también abarca ideas generales sobre lo que es la práctica profesional.   En ocasiones lo que sucede  cuando se carece del significado de esta, los profesionistas se insertan en el campo laboral ciegamente. Sin comprender que es la profesión y que se necesita para ejercerla. No se le encuentra sentido a los conocimientos adquiridos durante la trayectoria académica.

Sumado a esto, hace falta profundizar en la identidad de los profesionistas. Es decir, es poca la noción que se tiene sobre cómo construir una identidad profesional. Esto trae como consecuencia una identidad endeble. Entonces sin una identidad firme es difícil que se afronten las situaciones que acontezcan en el ámbito laboral. Por estas razones, es importante que difundan estos temas en relación a la identidad y la práctica profesional. Para que nuestra sociedad tenga profesionistas seguros de lo qué son y cuáles son sus responsabilidades.  En relación a esto surge la siguiente pregunta ¿La construcción de la identidad profesional implica formación?

Por otro parte la pedagogía tiene como objeto de estudio la acción educativa. Su interés principal es la interpretación de los procesos y prácticas educativas. Por lo tanto, la pedagogía se encarga de problematizar los asuntos de la educación.  Entonces la cuestión sería ¿La práctica profesional del pedagogo alude al campo social? Es importante conocer esta parte de la pedagogía ya que al momento de estar formando a otros o desempeñando cualquier función en el ámbito educativo se debe tener en cuenta los alcances del trabajo o proyecto que se esté realizando. Porque la educación es un hecho que se estudia conjuntamente con otras disciplinas y por eso se tiene claro  si es parte del campo social o no quedaría limitada.  Sin embargo, lo que se pretende es consolidar la pedagogía para que pueda cumplir adecuadamente con su labor con fundamentos.

Existen diferentes maneras en que algunos autores plantean qué es identidad y formación. Con base en estos términos se encuentra una relación cercana entre ellos. En realidad, a primera vista podría parecer que no tienen nada en común.  Sin embargo, para construir y reconfigurar la identidad profesional es necesario que el profesional se encargue de su formación. Para comenzar,  la identidad responde a la pregunta ¿Quién soy yo? En este caso, hablando de una identidad profesional seria ¿        Qué es un pedagogo?

De acuerdo con Navarrete (2008) un pedagogo es el que cumple con funciones diversas pero todas están ligadas al ámbito educativo. Resaltando que el ámbito educativo es un campo sociocultural. Así que el pedagogo puede cumplir esas funciones tanto dentro de las instituciones como fuera de ellas.  Su campo profesional es amplio, como docencia, investigación, evaluares, orientadores, diseñadores, administradores educativos etc.

Así mismo “la pedagogía es la disciplina que se ocupa de reflexionar, intervenir e interpretar lo educativo, entendido como un campo de conocimiento que se aboca al estudio de la formación humana”. (Pontón, 2008, p.125). Pero el pedagogo no debe entender la formación como ajena a él.  Debe de ser parte de sí mismo, ya que de esta manera se consolidara su identidad y podrá transmitir la seguridad de saber quién es.

El proceso de formación de un pedagogo se dará durante las prácticas profesionales. Aunque se un profesionista ya traiga consigo una identidad por parte de la institución que lo haya formado esta no se ha terminado. Es decir la identidad no es algo acabado o que algún día vaya a concluirse, está en una continúa reconfiguración. En Este sentido formación se conforma de tres partes: la primera consiste en que los conocimientos adquiridos durante la escuela sean aplicados a las prácticas profesionales. “El pedagogo en tanto interventor tiene como tarea solucionar problemas de orden práctico y/o conceptuales relacionados con la educación con distintos niveles de complejidad abstracta o instrumental.” (Navarrete, 2008, p.517)

 El segundo es romper con esa rigidez y formarte conforme se van presentando las experiencias en las prácticas profesionales. Se tiene que ajustar el pedagogo a los requerimientos de cada práctica.

Por último la formación basada en el análisis  de la realidad. Según Ferry (1990) “Formarse es aprender a movilizarse, a utilizar todos los recursos para resolver un problema, poner en práctica un proyecto, abordar situaciones imprevistas, cooperar con los otros.”  (p.68). Es decir desprenderse de la teoría acumulada y tomar decisiones en una situación que no podía ser predecible. Teniendo la capacidad para crear proyectos que vayan de acuerdo a las necesidades de ese momento, buscando mejores alternativas para afrontar el problema. Todo esto implica que el pedagogo tiene que estar en un constante cuestionamiento de su realidad y ser reflexivo ante esta. Porque cuando se forma un profesional con una visión de análisis, existirá una tendencia al cambio.  Navarrete (2008, p.517) señala:

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