Inclusión Versus Exclusión
Enviado por Pouro • 3 de Marzo de 2015 • 2.619 Palabras (11 Páginas) • 198 Visitas
Profesorado de Educación Secundaria de la Modalidad Técnico Profesional en Concurrencia con el Título de Base
Trabajo Práctico Final
Ensayo: “Inclusión vs. Exclusión”
Pedagogía
Docente: Lic. Natalia Aurora
Autores: Ing. Fernando Fontenla
Prof. Patricia Ouro
Ing. Mariela Quartero
Rosario, Febrero de 2015
INCLUSIÓN VS EXCLUSIÓN
Introducción
En los últimos años el gobierno pregona la inclusión educativa, apuntando a los supuestamente más necesitados. Destinan becas, planes, programas, etc.; sin terminar de resolver sus necesidades básicas tales como, trabajo, salario, vivienda, salud y educación. Se plantea que así se superarían las diferencias sociales de ingreso al sistema educativo y, se presupone que con la escuela se nivelarían todas las diferencias. Aplican estrategias como la contextualización curricular, configuraciones de apoyo atendiendo a la diversidad para supuestamente paliar así la situación de desigualdad con la que acceden niños y adolescentes de menores recursos al ciclo secundario, que es, por ley 26.206 del año 2006, obligatoria.
Nos preguntamos ¿la contextualización curricular y las trayectorias escolares no son otra forma de exclusión?
La equidad educativa ha probado ser un principio de difícil realización en Argentina. La actual corriente de “inclusión educativa” como un nuevo paradigma está siendo construida sobre antiguos pilares de la reflexión socioeducativa y improbablemente revertirá la situación.
Finalmente, hacemos un análisis de la realidad escolar y vemos como sin un objetivo de liberación, de formación para la transformación de la realidad, son inútiles los esfuerzos de incluir a todos los sectores para mejorar su calidad de vida.
HIPÓTESIS
En la actualidad coexisten dos tipos de escuela, una para sectores medios y otra para sectores marginales y que tienen objetivos diferenciados, las primeras generarán mano de obra calificada y profesionales y la segunda mano de obra de menor calificación, para trabajos de mayor precarización.
DESARROLLO
La democracia, la igualdad de oportunidades
Partimos del supuesto que el sistema democrático debe brindar igualdad de oportunidades a los ciudadanos que participen de ella. Es decir todo aquel que habite un territorio democrático debe poseer igualdad tanto en sus derechos como en sus obligaciones. Pero la sociedad actual está sumergida en una situación de desigualdad muy grande, donde todavía no se pueden garantizar, ni siquiera, cubrir las necesidades básicas de algunos ciudadanos, mientras que otros logran un nivel de vida medio pero deben trabajar largas jornadas y unos pocos siguen gozando de los privilegios y las rentas acumulando el capital que será base de partida para que varias generaciones prolonguen su linaje.
Las formas democráticas han ido variando a lo largo de la historia. No podríamos comparar la democracia actual del siglo XXI, con la república que surgiese a mediados del siglo XIX, donde se adoptaron los ideales de la revolución francesa y se forjó nuestra primera constitución. La generación del `80, con Sarmiento a la cabeza, planteó la necesidad de un sistema escolar que intentara brindar una educación básica para las mayorías con un fin civilizatorio.
“Los estados modernos se hacen cargo de esta generalización de la educación escolar, bajo un ideal de ‘homogeneizacion’ y de ambición ‘civilizatoria’ de las poblaciones” (Serra, 2006: 4)
Ese fin pretendía, imponer “la cultura” a los hombres que habitaban el suelo argentino. Al decir de Bourdieu y Passeron :
“El dominio simbólico, que es el dominio por excelencia de la cultura… adquiere su fuerza, precisamente, al definir la cultura dominante como cultura” (Da Silva, 2001:40)
De lo que se trataba era de poder dominar y controlar a ese pueblo, multicultural y multinacional, para poder forjar en base a un ideario común el Estado Nación que se requería por ese entonces, siempre con la mirada puesta en EEUU y Europa. Al decir de Althusser:
“La escuela contribuye a reproducir la sociedad capitalista al transmitir, a través de las materias escolares, las creencias que nos hacen ver el orden social existente como bueno y deseable” (Da silva, 2001:37)
El problema era entonces homogenizar culturalmente al país, para que surjan las ideas y los estandartes de la patria y poder desarrollar un estado moderno y capitalista.
Para ello se recuperó, como se venía haciendo en otras latitudes y dentro de la iglesia, las ideas esbozadas por Comenio en el siglo XVII en su ideal pansófico, que pretendía poder “enseñar todo a todos”(Nadorowski,1994, 65), como algunos de sus componentes como la simultaneidad, la gradualidad y la universalidad.
Para principios del siglo XX, habían sido desvastados numerosos pueblos originarios, dando su estocada final en las Campañas del Desierto, y se sumaban un gran número de poblaciones inmigrantes de Europa sobretodo que venían a poblar la Argentina huyendo en general de la pobreza que atravesaba el viejo continente. Por esto mismo, la necesidad de marcar una forma cultural común y homogénea siguió siendo un desafío durante el siglo XX.
Para imponer la escuela como un bien social, “el vínculo escuela-progreso asociado a la necesidad de construir un nuevo orden social que eliminara el atraso y la barbarie”(Serra, 2006, 5), se debía generar un dispositivo de alianza para que gane legitimidad. A su vez como avisora Bourdieu y Passeron, se debe ocultar dicha imposición cultural generando así lo que llaman una “doble violencia del proceso de dominación cultural” (Da Silva, 2001:40).
La escuela sostuvo durante el siglo XX las mismas características en cuanto a suprimir toda aquella cultura popular. El sistema democrático fue adquiriendo más características de inclusión, en cuanto a la participación de ciertos sectores en la vida política (por ejemplo el voto universal y secreto, y más tarde el voto femenino), y también la incipiente industrialización del país fue requiriendo progresivamente mano de obra de mayor calificación.
“La relación entre el desarrollo de la educación técnica y el del sector productivo en nuestro país siempre fue estrecha y asumió diferentes característica y sentidos según los modelos predominantes en los distintos momentos históricos” (Jundegloben, 2010: 50)
Por eso a los objetivos civilizatorios y de homogeinización, se suman el objetivo de una formación especifica en función de la demanda industrial
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