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Inmunonutricion de la leche materna


Enviado por   •  8 de Marzo de 2021  •  Síntesis  •  1.674 Palabras (7 Páginas)  •  184 Visitas

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Salud Pública y Nutrición

Unidad de Aprendizaje: Nutrición e Inmunidad

Docente: Dr. Luis Fernando Méndez López

Fase 5. Inmunología de la leche materna

Alumna: Abril Migdalin Martínez Llovera #1796199

Grupo: 60L

Monterrey, Nuevo León a 17 noviembre de 2020


Inmunonutrición de la leche materna.

La leche materna contiene factores que modulan y promueven el desarrollo del sistema inmunitario infantil, formada por lípidos, proteínas, hidratos de carbono, vitaminas y factores inmunológicos, producida de forma natural orgánica por la glándula mamaria; la misma evoluciona y se interrelaciona proporcionalmente a la necesidad del niño. Las propiedades de la leche materna y la evolución de su composición en concordancia con el crecimiento del niño se refieren a la lactancia como principal elemento de desarrollo del sistema inmune del neonatal. La leche materna es inocua y contiene anticuerpos que ayudan a proteger a los lactantes de enfermedades frecuentes de la infancia como la diarrea y la neumonía, que son las causas principales de la mortalidad en la niñez en todo el mundo, tal como lo expresa, la Organización Mundial de la Salud; “Si prácticamente todos los niños fueran amamantados, cada año se salvarían unas 820.000 vidas infantiles”.

Los anticuerpos fueron los primeros factores inmunológicos que se aislaron de la leche humana y supusieron el primer indicio de que la lactancia materna podría tener una influencia positiva sobre la inmunidad del niño. La leche humana es un paquete sinérgico de nutrientes esenciales y componentes bioactivos. Se la demostrado en varios estudios epidemiológicos que su consumo está asociado con beneficios para la salud en muchas condiciones relacionadas con el sistema inmunitario. La leche materna contiene los nutrientes necesarios para apoyar el desarrollo del sistema inmunológico del bebe, así como otros componentes para la defensa contra las infecciones. La leche humana contiene su propio sistema inmune y una amplia gama de factores solubles y celulares, que recientemente se ha demostrado producir beneficios a largo plazo en el niño, facilitando el desarrollo y la maduración inmunológica.

La leche materna es una secreción inmunonutricional única que contiene muchas moléculas de defensa, múltiples citoquinas, quimioquinas y factores de crecimiento. La regulación de la composición inmunológica de la leche está bajo el control de diversos factores endocrinos, metabólicos y neuro inmunes, muchos de los cuales aún no han sido caracterizados completamente. Entre las moléculas de defensa más importantes de la leche humana están la IgA secretora, la lactoferrina y la lisozima. Sin embargo, muchos componentes de la leche humana todavía no se han identificado y su importancia funcional es desconocida. Las citoquinas y quimioquinas son secretadas por los macrófagos de la leche, así como por el epitelio mamario, y muchas de ellas continúan siendo secretadas por las células de la leche en la boca y tracto gastrointestinal del niño. Algunas citoquinas, como la interleucina-8 (IL-8), parecen ser resistentes a las enzimas digestivas del intestino lactante. La leche materna contiene una mezcla de citoquinas, quimioquinas y factores de crecimiento que juegan un papel importante en el desarrollo inmunológico del niño, así como en su protección. Aunque en general la leche se considera proinmunitaria y antiinflamatoria, también están presentes citoquinas proinflamatorias que pueden contribuir a la respuesta inmunitaria innata del bebé contra los agentes infecciosos del tracto gastrointestinal, así como a nivel sistemático. Se puede afirmar que las células inmunitarias presentes en la leche materna juegan un papel fundamental en la reducción de la distancia entre el nacimiento y el desarrollo de un sistema inmunitario completamente funcional en el niño.

Los macrófagos aislados de la leche materna expresan marcadores de activación, son fagocitos y secretan factores inmunorreguladores. Recientemente, se ha descrito que los macrófagos frescos aislados de la leche materna son capaces de diferenciarse en celular dendríticas tras ser incubados con IL-4. Se ha visto que estos macrófagos estimulados con IL-4 son unos estimuladores muy eficaces de las células T, lo que sugiere su posible papel en la mediación de la respuesta inmunitaria dependiente de células T en el lactante.

Los neutrófilos de la leche materna también están presentes en una forma activada, como lo demuestran los mayores niveles de CD11b y a menor expresión de L-selectina. Sin embargo, estas células pueden tener una capacidad funcional imitada una vez son secretadas a la leche, ya que se ha demostrado que presentan una baja adherencia, polaridad y motilidad cuando se encuentran en un estado activado.

La mayoría de los linfocitos de la leche son células T (más del 80%). La leche humana contiene tanto células T como los compuestos responsables de su activación. Las células T de la leche materna se diferencian de las que se encuentran en el compartimiento de sangre periférica tanto en términos relativos de abundancia como de calidad. El origen de las células T en la leche materna es incierto. En humanos, la inmunización oral con Escherichia coli no patógena produce un tipo de IgA específica en la leche materna, pero no en el suero o en la saliva de las mujeres lactantes, lo que sugiere un posible tráfico entre la sangre y la glándula mamaria de la madre lactante, aunque hay pocos datos sobre posible migración de células T entre los dos tejidos.

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