Insulina

Uno quisiera tener elementos con qué reconocer que la lucha de los maestros es justa, legal, necesaria. Pero no hay argumentos a su favor. Aunque tampoco lo hay a favor de los gobiernos. De verdad que no hay a quien irle. Los malos gobiernos necesitan de malos maestros, que se dejen corporativizar, que no se capaciten ni evalúen, ni se actualicen; que no eduquen ni liberen la mente de la población. La dictadura perfecta diseñó su sistema educativo perfecto para sus fines de dominación.

Los malos gobiernos federales y estatales que hemos padecido en los últimos 30 años nos tienen en los últimos lugares de calidad académica del mundo con toda alevosía, con la alegre y entusiasta colaboración de la mayoría de profesores de todo el país, por obra u omisión, por complicidad o temor a sus líderes. Pero como siempre, al más flaco se le cargan las pulgas: Oaxaca, estado campeón de rezagos está en lo peor de calidad educativa.

Hoy los profes de Oaxaca son quienes más ganan de los de todo el país y son los que ofrecen peores resultados, empezando porque nunca, jamás cumplen los 200 días del calendario escolar. En 2006 no hubo ni 50 días de clases y ¡no se perdió el año! Promovieron a todos los alumnos, cuando por elemental congruencia el año escolar debió repetirse. Con qué desenfado decidieron eso junto con sus subordinados del IEEPO. Pero ellos no dejan de "luchar" para obtener más dinero y trabajar menos horas.

¿Y eso enarbolan como grandes conquistas a favor del pueblo? Cuando la tendencia en otras partes es aumentar las horas de clase, hasta 7 u 8 horas en Finlandia que tiene el mejor sistema educativo. O en Alemania donde hace años, después de la reunificación de la oriental y la occidental, la primera se integró con grandes rezagos educativos y de todo tipo de una economía que no creció sujeta al desparecido bloque soviético. Los focos rojos fueron intensos. El gobierno alemán dispuso como prioridad nacional resolver este atraso, y no sólo leyes (eso es lo más fácil, de cualquier manera) sino todos los recursos económicos y de autoridad necesarios fueron dispuestos para que la orgullosa nación europea no perdiera el importante lugar de su historia.

¿Acá qué vemos? Un gobierno federal indeciso y que no se preparó, no previó lo que era de esperarse, la inconformidad no sólo de los beligerantes de siempre, sino de miles de profesores cuyos intereses se ven cuestionados, cuyo empleo tenían seguro sin necesidad de afrontar evaluaciones. La mayoría se inclinará por esa seguridad sin sobresaltos. Es casi normal por la famosa resistencia al cambio. Sólo por sus métodos intransigentes y violentos la CNTE (la CNTE es mayoritariamente la Sección de Oaxaca) no ha logrado aglutinar a sus colegas inconformes de otras partes. Algunos ya están con ellos, pero de la otra forma serían mucho más.

Hay profesores y profesoras que han decidido separarse de la docencia por esa razón, por sus violentos métodos ajenos a un auténtico magisterio. Confrontar a la policía, como lo hicieron ayer en el Zócalo de Oaxaca, despojarla de sus armas, humillarla y robarle algunas de sus pertenencias (celular, balas), ¿eso es de profesores? Da miedo saber que los niños tienen frente a sus aulas a personajes de esa índole. Me decía un amigo un poco cursimente: "La muchacha que sintió genuinamente desde niña la vocación de ser maestra, se frustra, pues se horroriza de pensar que para ello tendría que ir a tirarse semanas o meses al Zócalo".

¿Entonces, quienes eligen esta "chamba"? Cada vez más aquellos que saben a lo que van, a la molicie, al tráfico de canonjías si se pliega a su sindicato. Aprenden eso desde sus caóticas Normales donde mandan los alumnos y han impuesto que no les pueden calificar sus maestros con menos de 8. Muchos compran sus permutas, compran sus horas, hasta lo presumen. Por supuesto entre todo esto persisten profesores capaces,

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