Isoterma
Enviado por cafacaceres • 9 de Abril de 2015 • Síntesis • 2.313 Palabras (10 Páginas) • 268 Visitas
Por otra parte, el aceite de Sacha Inchi es, debido a su alto contenido de insaturados
ácidos grasos, predestinados para aplicaciones médicas. La ingesta de omega-3 ácidos grasos a partir de otra
fuentes es ampliamente utilizado para bajar los niveles de triglicéridos en la sangre. Por otra parte, omega-3 los ácidos grasos
flujo sanguíneo influencia y la coagulación sanguínea positivamente. Los estudios epidemiológicos dentro Inuit,
Poblaciones japonesas, y holandesas han demostrado una correlación entre la ingesta de aceite de pescado y
una menor incidencia de enfermedad cardiovascular. En este contexto, el aceite de Sacha Inchi ha sido
se supone que es una alternativa al aceite de pescado.
Sacha Inchi (tuerca Inca) de aceite se clasifica como un aceite comestible con la mayor proporción de
ácidos grasos insaturados.
l Debido a su alto contenido en omega-3 los ácidos grasos (ácido especialmente a-linoleico), omega-6 grasos
ácidos y ácidos grasos omega-9, el aceite se utiliza en aplicaciones médicas y cosméticas.
Sacha Inchi (Plukenetia
volubilis L.) Nut Oil
and Its Therapeutic
and Nutritional Uses
Hans-Peter Hanssen1, Markus Schmitz-Hu¨bsch2 Nuts & Seeds in Health and Disease Prevention. DOI: 10.1016/B978-0-12-375688-6.10117-3
Los ácidos grasos poliinsaturados (α-linolénico (ω-3) y linoleico (ω-6)) son esenciales para el ser humano e imprescindibles para garantizar su correcto funcionamiento, además de contribuir a la prevención de diversas enfermedades; el organismo no puede sintetizarlos. Diversos estudios epidemiológicos demuestran que su consumo habitual puede llegar a reducir el riesgo cardiovascular en un 30%, puesto que previene la aparición de arritmias, mejora el perfil lipídico y reduce la presión arterial (Mataix y Gil 2004). Estos ácidos grasos poliinsaturados se encuentran en alta proporción en los tejidos de ciertos pescados y en algunas fuentes vegetales como las semillas de lino, nueces, mostaza, calabaza, soya, hortalizas de hoja verde y cereales, pero en ninguna de las anteriores con un porcentaje de ácidos grasos tipo omega tan alto como el que se encuentra en las semillas de sacha inchi (Osorio et al., 2010).
El aceite extraído posee un alto grado de insaturación (92,73%), es rico en ácidos grasos esenciales como linolénico (47,66%) y linoleico (35,31%), contiene β-caroteno (0,153 mg/100 g) y α-tocoferol (84 mg/100 g);
aceite presenta el contenido de ácidos grasos poliinsaturados más alto ( 84%) comparándolo con otras semillas oleaginosas a nivel mundial. Dentro de éste contenido de ácidos grasos, el más importante es el ácido linolénico ( -3), representando hasta un 57% del aceite. Adicionalmente, la almendra de la semilla tiene un gran valor nutritivo debido a que posee todos los aminoácidos esenciales, cumpliendo con los requerimientos diarios de aminoácidos para personas adultas según la FAO (Gómez, 2005; Hardmeier, 1993). La semilla de la planta ha sido empleada con fines alimenticios (en la obtención de aceite y productos derivados de la semilla), medicinales y cosméticos (Huamaní y Flores, 2009; García, 1993). Teniendo en cuenta que la mayor parte de las semillas de sacha inchi se han destinado a la producción de aceite, es importante considerar que los residuos generados durante este proceso pueden constituir una potencial fuente de nutrientes, y por ende, una posibilidad para disponer de ellos adecuadamente, empleándolos en diferentes sectores como fertilizante o alimento para seres humanos y animales.
tienen un buen potencial como alternativa de proteína en polvo para usarse en los rubros de alimentos funcionales y suplementos dietéticos (Juarez, 2007);
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Los aceites vegetales constituyen una alternativa para atender las demandas energéticas alimentarias y agroindustriales de países tropicales en vía de desarrollo. Según informes de la FAO, en los últimos decenios 20 de cada 100 kilocalorías consumidas por las poblaciones de estos países, provienen de plantas oleaginosas. Los cultivos oleaginosos están entre los más extendidos en los últimos decenios, y hasta ahora sólo cuatro especies: palma, soja, girasol y colza representan casi el 75% de la producción mundial de semillas oleaginosas (FAO, 2002). Dado su alto contenido energético, los aceites vegetales desempeñan una función fundamental en la mejora de los suministros energéticos alimentarios de los países en desarrollo, además de mostrar un panorama amplio y diverso en campos como la industria oleoquímica, los biocombustibles y los alimentos funcionales entre otras posibilidades (Osorio et al., 2010).
Debido a la especial relevancia que han adquirido los aceites vegetales en la nutrición humana, como consecuencia de los avances alcanzados en el conocimiento de los beneficios y riesgos asociados a los niveles de grasas en la dieta, es necesario considerar los alimentos enriquecidos con ácidos grasos tipo omega como un tema de investigación fuerte, puesto que los beneficios de los ácidos grasos insaturados en la salud son abundantes, son esenciales para el crecimiento y desarrollo normal, y pueden desempeñar un papel importante en la prevención y el tratamiento de algunas enfermedades (coronarias, renales, inflamatorias, autoinmunes y cáncer). Todos estos beneficios se deben a que estos ácidos grasos son metabolizados a moléculas de mayor peso molecular, como prostaglandinas, prostaciclinas y tromboxanos, las cuales son de especial importancia como reguladores de funciones celulares (Osorio et al., 2010). Investigaciones recientes realizadas con ácidos grasos tipo omega, indican la importancia nutricional y terapéutica de su consumo para el desarrollo cerebral y cardiovascular, control de radicales libres y una serie de enfermedades que estos originan en el organismo humano (Manco, 2006).
Una fuente rica en ácidos grasos insaturados tipo omega, es el aceite que se extrae de la semilla del sacha inchi (Plukenetia volubilis), una leguminosa perteneciente a la familia Euphorbiaceae, que se encuentra ampliamente distribuida desde América Central hasta Bolivia. En Colombia se distribuye en la región amazónica y pacífica (Murillo, 2004), ubicándose principalmente en el departamento del Putumayo. Esta especie ha sido utilizada en la alimentación por los aborígenes de la amazonía peruana desde hace más de 500 años y constituye una fuente sumamente importante de ácidos grasos insaturados (omegas 3, 6, y 9), vitamina E y aminoácidos esenciales (óptimos para complementar la dieta de niños y adultos de la tercera edad), ya que se encuentran en cantidades considerablemente mayores respecto a las semillas de otras oleaginosas, tales como maní,
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