La Nueva Educación En El Salvador

La nueva educación en El salvador: una propuesta neohumanista y constructivista

. Raúl Francisco Díaz Mendoza*

El Plan del Nuevo Gobierno en el ramo de educación pone de manifiesto los lineamientos esenciales que van a caracterizar en el futuro inmediato al sistema educativo nacional. Las declaraciones afirmativas allí vertidas y los grandes lineamientos estratégicos contienen las ideas fundamentales expresadas en la Declaración Mundial de la educación del Siglo XXI, consecuentemente, si los docentes, los estudiantes, los padres de familia y las instituciones educativas, quieren entender qué pasará con la educación del país, se torna obligada la lectura minuciosa de ambos documentos.

Cabe señalar en este momento histórico de la humanidad que ningún pueblo educado vive bajo el yugo extranjero, padece de hambre y de otros flagelos colectivos antihumanos.

La observación anterior explica en si misma, porque el pueblo salvadoreño ha sido mantenido con niveles educativos deplorables y con altos niveles de analfabetismo. Es pertinente afirmar entonces, que la “ignorancia” de muchos ha sido la ganancia política de pocos y al final la pérdida de todos, si es que pensamos como país.

El sistema educativo actual ha padecido y presentado las mismas características de los gobiernos derechistas, excluyente, mercantilista, parcializador, impositivo, controlador, masificador y legitimador de la dominación, llegándose a afirmar que el éxito del «sistema educativo» ha sido, precisamente su fracaso, con respecto a las necesidades del pueblo.

En El Salvador, se hace obligada la construcción de una nueva educación, para un nuevo destino personal y social de la población; se requiere de un verdadero sistema educativo e instituciones afines, que hagan de la educación nacional un verdadero factor de desarrollo integral de las personas y del país, en sus dimensiones económicas, culturales, políticas y sociales.

Es obligado enfatizar que se está hablando de una educación que no se reduce al proceso de enseñanza y aprendizaje áulico, va más allá o sea que comprende al ambiente total, en cuyo ámbito los modelos humanos, los valores ético morales y la nueva cultura se aprenden por inmersión, por vivirla completamente y no solo por pronunciarla.

La nueva educación en El Salvador, de acuerdo a lo expresado en el Plan de Gobierno, estará basada en dos teorías generales de la educación: en el Neohumanismo y en el constructivismo.

Ambas posiciones teóricas son lo suficientemente robustas para poder darle respuestas a las necesidades del desarrollo educativo de la sociedad salvadoreña actual, una sociedad todavía en proceso de reconstrucción (heredera de la guerra).

En términos prácticos dichas teorías se estarían convirtiendo en las guías praxiológicas (unidad cíclica entre pensamiento, acción y sistematización) tanto del diseño y desarrollo de la currícula como del diseño y desarrollo del sistema administrativo institucional.

Es pertinente resaltar que se parte de la premisa de que la educación es un elemento sustantivo para la creación de una sociedad con altos niveles de desarrollo e instrumento para la dignificación de cada uno de los autores y actores de las diferentes comunidades educativas nacionales.

Es necesario enfatizar que el cambio educacional que ocurrirá tendrá éxito si y solo si las diferentes comunidades educativas se apropian y hacen suyo dicho cambio (lo aprehenden), particularmente, los corpus docentes y todos aquellos que desempeñen funciones de liderazgo.

En América Latina, ha quedado demostrado que las distintas reformas educativas tuvieron mayor o menor éxito en la medida en que contaron con el apoyo decidido de los propios profesores (en el trabajo cotidiano). Es satisfactorio destacar que la nueva educación en El Salvador, se propone la revalorización y dignificación del magisterio y comprende a los estudiantes como sujetos históricos y capaces de transformarse a sí mismos y a su sociedad.

Es obligado superar al “sistema educativo actual”, que fue diseñado para responder a un modelo agroexportador; por otro que sea factor de desarrollo integral, en el contexto de la era del conocimiento humanizado. Este nuevo sistema, para todos, debe ofrecer oportunidades educacionales para la creación integrada de riqueza material y espiritual, en su significado más amplio.

Cabe subrayar que las finalidades (teleología) del nuevo sistema educativo están enraizadas

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