La Sexualidad
Enviado por eudisg • 25 de Septiembre de 2012 • 3.925 Palabras (16 Páginas) • 365 Visitas
La sexualidad en las personas
Sin embargo, en la especie humana, el sexo no es sólo para la reproducción, también se convierte en sexualidad, es decir, en la capacidad expresar sentimientos y emociones como el amor, a través de un compartir sexual. Por lo tanto, la sexualidad es una manifestación del ser humano y comprende tanto el aspecto biológico (reproducción), psicológico (expresión de sentimientos) como el sociocultural (relacionado con las exigencias de la sociedad en la que vive).
En consecuencia, la sexualidad es una función del ser humano adulto tan importante como comer o respirar, porque trasciende a la personalidad del individuo al influir en su equilibrio emocional y social. La sexualidad está presente en todas las culturas y etapas de la vida, los seres humanos nacen con un sexo (que lo identifica como masculino o femenino) y viven con él, por eso es importante ver la sexualidad como algo natural.
La sexualidad se define como el conjunto de características de tipo biológico, psicológico y socio-culturales que diferencian a cada individuo ya sea como hombre o como mujer en su grupo social. La sexualidad es parte de la salud y del desarrollo de la personalidad, por lo tanto el hombre y la mujer poseen características sexuales que son naturalmente complementarios.
Dentro de la sexualidad se encuentra el sexo biológico, el sexo social y el sexo psicológico. El Sexo Biológico es aquel que viene determinado desde el momento de la fecundación, o sea, (XX) para la hembra y (XY) para el varón. Mientras el Sexo Psicológico es aquel que el individuo obtiene alrededor de los dos o tres años a través del estado de conciencia, convicción y sentimiento de pertenecer a determinado sexo. Este sexo psicológico lo adquiere imitando a adultos de su mismo sexo, llamado tipificación de sexo.
La sexualidad del adolescente y del joven
Comprende de los 12 a los 19 años, es una época de rápidos cambios y difíciles empresas. El desarrollo físico es sólo una parte de este proceso, porque los adolescentes afrontan una amplia gama de requerimientos psicosociales: independización de los padres, consolidación de las cualidades necesarias para relacionarse con los compañeros de la misma edad, incorporación de una serie de principios éticos aplicables a la realidad práctica, fomento de las capacidades intelectuales y adquisición de una responsabilidad social e individual básica, por nombrar sólo algunos. Pero a la vez que el adolescente se encara con tan compleja sucesión de dificultades concernientes a su evolución conjunta como ser humano, debe dirimir su sexualidad aprendiendo el modo de adaptarse a los cambiantes sentimientos sexuales, escogiendo cómo participar en las diversas clases de actividad sexual, descubriendo la manera de identificar el amor y asimilando los necesarios conocimientos para impedir que se produzca un embarazo no deseado. No es extraño que en ocasiones el adolescente sea víctima de conflictos, sufrimiento y desconcierto.
Por otro lado, la adolescencia también es una etapa de hallazgo y eclosión; una época en que la maduración intelectual y emocional corre paralela con el desarrollo físico y genera una libertad y un creciente apasionamiento vital. La adolescencia no es únicamente un periodo de turbulencia y agitación, como quieren las concepciones tradicionales, sino que, a la vez, suele ser una fase de goce y felicidad que marca el tránsito agitado y tumultuoso al estado adulto (Offer y Offer, 1975). La naturaleza paradójica de la adolescencia se patentiza sobre todo en la esfera de la sexualidad.
Aspectos psicosexuales de la adolescencia
Fantasías sexuales
Los sueños y las fantasías sexuales se tornan más frecuentes y explícitos en la adolescencia, muchas veces como elemento auxiliar de la masturbación. Parece ser que la fantasía, en el marco de la adolescencia, cumple varios cometidos: realza por lo general el placer de la actividad sexual; puede sustituir a una experiencia real (pero inasequible); origina excitación o provoca el orgasmo; constituye una especie de plataforma de ensayo mental de cara a ulteriores situaciones sexuales (aumentando la tranquilidad y anticipándose a posibles problemas, igual que ocurre con el ensayo de cualquier otra actividad) y, en fin, supone un medio de experimentación sexual sin riesgos, controlable y nada conmocionante. La experiencia del adolescente, en cuanto a la exploración del alcance y aplicabilidad de las fantasías, repercute decididamente en su actividad sexual y en la propia seguridad a la hora de desempeñarse sexualmente en fases posteriores.
Independencia
A medida que el adolescente pugna por consolidar un sentido de identidad e independencia personal con respecto a sus padres y a otras figuras autoritarias, adquieren gran importancia las relaciones recíprocas con los compañeros y compañeras de la misma o parecida edad. Así, por ejemplo, la necesidad de libertad que experimenta el adolescente se acompaña normalmente del imperativo de ser como sus amigos, por más que en ocasiones ambas exigencias sean contrapuestas o antagónicas.
Las presiones del grupo de edad a que pertenece el adolescente varían según las colectividades sociales.
En su ansia por liberarse de la supervisión de los padres y de los adultos, algunos adolescentes ven en el sexo un medio de demostrar su aptitud para tomar decisiones propias y de presentar cara a la escala de valores de la otra generación. Pero la conquista de esa libertad no es tarea fácil, ya que los adolescentes adquieren de un modo y otro un considerable legado sexual de sus mayores y de la generación correspondiente en el que se incluyen pautas discriminatorias hacia el sexo femenino y un intenso sentimiento de culpabilidad sexual. Han cambiado antes las actitudes que la conducta, puesto que hoy está muy extendida la idea de igualdad entre ambos sexos No obstante, perdura en ciertos aspectos el criterio de la superioridad del varón. Aún se espera que sea éste el que tome la iniciativa sexual, y si es la mujer la que lo hace, lo más probable es que se la tache de "atrevida" o "calentorra". Los adolescentes no se han desembarazado de todo vestigio de problemas sexuales, mala información y desconcierto en materia de sexualidad; más bien parece que hayan sustituido determinados problemas por otro contingente de dificultades.
Reacciones paterna
Muchos adultos dan la impresión de sentirse amenazados por las pautas del adolescente en esta materia y tratan de regularlas de manera ilógica, como lo demuestra el hecho de que se pretenda a veces suprimir la educación sexual en las escuelas ("les llenaría la cabeza de malas ideas"), restringir la información sobre métodos anticonceptivos
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