La auténtica putrefacción medieval

La auténtica putrefacción medieval  

“Ha habido en el mundo tantas pestes como guerras y, sin embargo, pestes y guerras cogen a las gentes siempre desprevenidas” (Albert Camus, la peste, pag.38)

Las enfermedades siempre se han considerado una amenaza para el ser humano, causantes de catástrofes demográficas, económicas y sociales. Causando estragos al propagarse por un territorio, sin embargo, deja beneficios para las futuras generaciones.

En el año 1348, se desató una enfermedad que encontró a Europa desprevenida, causando la epidemia con mayor virulencia de la Historia la que impactó de manera desigual el continente: la temida peste negra o bubónica.

Esta infección grave era provocada por el bacilo Yersinia Pestis. El proceso de contagio comenzaba así: las pulgas, al tener su esófago obstruido producto de este bacilo, pican muchas veces a las ratas que las hospedan sin beber su sangre; lo que genera que la rata expulse bacilos, creando así nuevos agentes portadores.

En la época medieval se presentaba el escenario propicio para su propagación: con la inexistente higiene, las rutas comerciales abiertas, las condiciones pre-existentes de guerra, las bajas de temperatura inusitadas, la persecución hacia los gatos producto de su cercanía a la brujería, fueron factores que lograron que la peste se propagara aún más.

Se originó en el desierto de Gobi. Muchos años después llegó a Rusia. Desde allí, se extendió a través de las rutas comerciales y viajeras, por lo que en 1346 Llegó a Europa. La Peste negra no era desconocida, sabían que tiempo atrás había causado estragos. Al parecer no creyeron que algo que había sucedido hace tanto tiempo podía alcanzarles.

Su sintomatología se caracterizaba por la aparición de un abultamiento llamado bubón en diferentes partes del cuerpo, formados por la acumulación de la bacteria en los ganglios linfáticos, produciendo inflamación.

Existen variantes como la peste pulmonar que ataca directamente el aparato respiratorio, y la peste septicémica que es producida por la diseminación del bacilo desde los bubones. Todo llevaba a un sufrimiento de días que desataba el trágico final.

La peste negra cobró la vida de una tercera parte de la población, equivalente a unos veinte millones de personas. Sin distinción de clase social.

Debido a que la medicina de la época era ensayo, error y superstición, consideraban la peste como la alteración del aire que contaminaba la sangre. Por lo que se trataba, realizando un corte en el bubón, lo que muchas veces por error cortaban los vasos linfáticos, siendo el remedio peor que la enfermedad.

“El proceso morboso se inicia cuando ese humor alterado perturba la salud. Los bubones o las manchas cutáneas no son más que la conversión en diversas estructuras del cuerpo humano del humor pecante que el cuerpo procura eliminar.”(Sarraga, La Peste en la Corona de Castilla durante la Segunda Mitad del siglo XIV, pág. 19)

https://es.wikipedia.org/wiki/Peste_negra

Los médicos tenían una vestimenta muy característica y terrorífica, quizás les atemorizaba porque presagiaban la muerte. Utilizaban una túnica que cubría el cuerpo y una máscara con pico de pájaro.

Existió una separación de los infectados, lo que se podría considerar como una reacción lógica frente a una enfermedad de tal propagación. Aunque, por otro lado, esta medida pudo haber sido algo terrible para los infectados, quienes habitaron diferentes lugares como Poveglia ubicada en los lagos de Venecia. Una pequeña isla donde eran trasladados.

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