La barrera hematoencefálica
Enviado por marisfre • 3 de Mayo de 2015 • Ensayo • 1.166 Palabras (5 Páginas) • 342 Visitas
Barrera hematoencefálica
Los fármacos tienen dos vías de acceso al SNC, pero la mayoría no acceden a él. Pueden llegar al líquido intersticial cerebral por circulación capilar o acceder al SNC por difusión al líquido cefalorraquídeo (fig. 1). En el primer caso, las moléculas deben atravesar la pared de los capilares cerebrales. Esta pared constituye propiamente la barrera hematoencefálica. Las células endoteliales de estos capilares difieren de sus equivalentes en la mayoría de los tejidos por la ausencia de poros intracelulares y de vesículas pinocitóticas. Estas células están, además, estrechamente adosadas, y existen bandas o zónulas occludens que cierran herméticamente el espacio intercelular. Otros hechos justifican también la dificultad para el paso. Existe una embrana basal que forma un revestimiento contiguo alrededor del endotelio. Hay, además, una capa discontinua de pericitos, células en forma de araña cuyas prolongaciones citoplasmáticas siguen un curso circunferencial alrededor del capilar. Los capilares de otros tejidos están en estrecho contacto con las células, pero en los capilares del SNC la disposición de las células gliales (astrocitos) forma un revestimiento que impide aún más el paso. Las terminaciones aplanadas de las prolongaciones de la glía perivascular se yuxtaponen, en realidad, como las piezas de un mosaico, para formar la envoltura glial perivascular que cubre el 85 % de la superficie capilar (fig. 1).Los fármacos acceden también al SNC incorporándose al líquido cefalorraquídeo en su proceso de formación. En ese caso, la dificultad para el paso no radica en la morfología de los capilares de los plexos coroideos. Las sustancias que salen de estos capilares deben, no obstante, atravesar una sucesión de membranas antes de alcanzar el cerebro. Entre ellas, el epitelio de los plexos coroideos constituido por una capa de células con borde en cepillo, que están acopladas con uniones muy estrechas. Estas estructuras constituyen la barrera hematocefalorraquídea (Figura 2.)
Figura 1. Vías de acceso de los fármacos al SNC. Las flechas continuas indican la dirección del líquido cefalorraquídeo (LCR). Las flechas discontinuas indican los sitios donde existe difusión de agua y solutos. 1: de capilar a espacio intersticial; 2: a través del epitelio de los plexos coroideos; 3: a través de la membrana ependimaria entre el espacio ventricular y el espacio intersticial; 4: a través de la piamadre entre el espacio intersticial y el espacio subaracnoideo; 5: a través de la membrana neuronal, y 6: a través de la membrana de las células gliales.
Ambas barreras, la hematoencefálica y la hematocefalorraquídea, se engloban en el concepto de barrera hematoencefálica. Esta barrera confiere cierta impermeabilidad al SNC y constituye para éste un factor de protección frente a los efectos nocivos de las sustancias que ingresan en el organismo.
Figura 2. Base morfológica de la barrera hematoencefálica.
Figura 3. Estructura de las barreras hematoencefálica (A) y hematocefalorraquídea (B).
Algunos núcleos cerebrales carecen de barrera hematoencefálica, pues sus capilares presentan una estructura parecida a la de los capilares musculares. Entre ellos figuran la eminencia media, el área postrema en el suelo del IV ventrículo (donde está la zona de los quimiorreceptores), el órgano subfornical, la epífisis o glándula pineal y el órgano subcomisural. Diversas desviaciones del estado fisiológico pueden, además, alterar la estructura capilar cerebral, aumentando su permeabilidad y ocasionando lo que se conoce como rotura de la barrera hematoencefálica. La rotura de esta barrera en condiciones patológicas puede resultar provechosa. La misma penicilina, que es un ácido orgánico muy ionizado, puede
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