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La vida, el tiempo y la muerte.


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2016  •  Informe  •  2.986 Palabras (12 Páginas)  •  259 Visitas

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Nombre del Alumno:

Marlen Ontiveros Ruiz

Número de Lista

6

Materia:

Física

Nombre del Profesor:

Iraí Garrido Hernández

Fecha:

18 de marzo de 2016.


La vida, el tiempo y la muerte 

La vida, el tiempo y la muerte es un libro escrito por Fanny Blanck-Cerejido y Marcelino Cerejido, ambos se graduaron de medicina en Argentina y siguieron dedicándose a estudios tanto científicos como filosóficos, por lo tanto decidieron crear un libro en el que todas las personas pudieran comprender la composición de la vida, su relación con el tiempo y la inesperada llegada de la muerte. El Fondo de Cultura Económica, se ha dedicado a formar una colección de libros que hablen acerca de temas complejos con una amabilidad para que cualquier pueda entender sin tener tanto conocimiento.

        Antes que nada, para comprender el libro, debemos entender que en el mundo, todo pasa por algo. Todas las circunstancias y eventos que nos rodean tienen su motivo. Simplemente a veces el tratar de explicar las razones por las que algo ocurre es imposible y debemos acostumbrarnos a eso. Sin embargo, hay ámbitos científicos, así como la física que siempre prefieren atenerse  a lo que ellas mismas van encontrando y desarrollando, sin temor de entrar en conflicto con paradigmas preponderantes. Para estos casos, surgió la termodinámica, que trata de explicar los tres conceptos básicos; la vida, el tiempo y la muerte, haciendo uso también de la ciencia biológica y psicológica.

        Encontraremos que en el primer de los capítulos del libro nos hablan de cómo mediante procesos biológico y químicos, se ha tratado de explicar el origen de la vida, el desarrollo evolutivo y la esperada llegada de la muerte, haciendo uso de los sistemas relacionados con la termodinámica, así como el equilibrio o el estático. Sin embargo, el proceso biológico, no fue lo suficientemente basto como para darnos a entender lo básico de la vida, por lo tanto, el libro le da un enfoque de más importancia al químico, que nos dice que los desequilibrios, es decir, el caos: el ordenamiento en una estructura nuevos que funciona en forma distinta, han sido los principales responsables de la creación organismos vivos en el Universo.

        Así pues, debemos entender que las crisis, no son más que los umbrales del caos, sino puntos en los que determinados sistemas sufren cambios de estructuras drásticos, porque la forma estructural que tenían hasta ese entonces les resultaba innecesaria y no podrían mantener su funcionamiento. Es importante entender estos conceptos, para poder explicar como es que “la crisis” de las moléculas prebióticas, dieran origen a las primeras cadenas de ADN, de ARN y también a las primeras proteínas. Dentro de estos organismos simples, surgió una competencia por la obtención de nutrientes, forzándolos así a su desarrollo máximo, que los llevaría a la transformación en procesos o estructuras más complejas.

        La conclusión de este capítulo es que la enorme complejidad de la vida en la Tierra, se entiende como la consecuencia del fluir de energía solar, que obligó a los sistemas químicos a adoptar un ordenamiento jerárquico, así es como cada uno de sus niveles se ha ido determinando gracias a la evolución que han tenido los organismos vivos; sus procesos de transformación, de desarrollo, de acoplamiento, entre muchos otros.

        En el segundo de los capítulos, hablan acerca del tiempo, y como es que no solo el cerebro humano es capaz de captar el transcurrir del tiempo, sino que también los animales tienen estas habilidades perceptivas. Para rastrear los orígenes del tiempo, debemos remontarnos a la etapa prebiológica en la que ya había procesos cíclicos y se presentaban las periodicidades. Por lo tanto, estos ciclos, infiltraron en los organismos, un tipo de conducta rítmica, así, los seres capaces de adaptarse a este tipo de ciclo, tuvieron amplias ventajas en la evolución.

        Hubo seres, así como los humanos, que tienen una coordinación dependiente de la energía solar, capaz de funcionar como osciladores periódicos de frecuencia varias, que se sincronizan con el medio para funcionar satisfactoriamente. Así es que el cuerpo humano; los órganos y la mente, se adaptan a un funcionamiento cíclico, que consta de un grupo de actividades y procesos cotidianos, que facilitan las reacciones del cuerpo, así como el sueño y la digestión. Dos procesos que le dan mayor energía al ser humano, pero también son necesarios para su existencia.

        La periodicidad que surge del funcionamiento del organismo, origina un sentido temporal, es decir, creemos darnos cuenta de un tiempo que transcurre. Para algunos científicos, éste sería como otro sentido del humano, así como la vista o el gusto, una de las tantas capacidades que tenemos. Así pues, cuando una persona pierde el sentido temporal, también pierde la cordura. Pero a diferencia de la audición o el olfato, no se conoce el receptor de este sentido; una de las teorías es que la experiencia interna, o sea nuestro organismo, sea capaz de hacer que nos percatemos del transcurso del tiempo, algo así como los procesos del metabolismo, de los cuales no nos mantiene al tanto, pero está consciente que tiene que hacerlos. Entonces lo mismos puede pasar con el tiempo, es algo del instinto, sin embargo, la segunda de las teorías, señala que más bien nos percatamos del tiempo gracias a la experiencia externa, con los cambios y movimientos del mundo que nos rodea. Ambas fuentes, interna y externa, definen el mismo orden temporal. Los presentes experimentados internamente se corresponden a la par de los sucesos externos.

        En consecuencia, todos nuestros sentidos están coordinados, para proporcionarnos una correspondencia entre el sentir y el pensar, pero también para darnos una imagen totalmente integrada de la realidad. La integración de un grupo de funciones mentales nos permite medir las duraciones, es decir, de trata de un tiempo subjetivo, al que podemos poner en evidencia tratando de estimar, en que medida ha transcurrido.  Pero no todo fue así desde el principio, el ser humano se creo en un mundo donde todo ya tenía una sincronía entre sí y lo protegió para que él le pudiera intervenir en los quehaceres comunitarios. Esa comunidad lo asistiría y haría partícipe de rituales apropiados era cada una de las transiciones del medio.

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