Leucemia Aguda
Enviado por tammyj • 26 de Mayo de 2014 • 1.968 Palabras (8 Páginas) • 303 Visitas
UNIVERSIDAD LIBRE DE COSTA RICA
Leucemia Aguda
Lysha Jones Reid
22/02/2014
Leucemia Aguda
¿Qué es la leucemia aguda?
La leucemia aguda es una enfermedad de la médula ósea que consiste en una multiplicación rápida y descontrolada de leucocitos malignos, muy inmaduros, llamados blastos, que no sirven para realizar ninguna función y que van invadiendo el espacio natural del resto de las células normales de la médula ósea. Su proliferación llega a ser tan excesiva que estos blastos ocupan de un 20% a casi un 100% del total de células de la médula ósea y pueden acabar siendo las células más numerosas de la sangre.
Al invadir este espacio en la médula ósea natural de las células productoras de la sangre, se acaba estableciendo una situación muy grave para el enfermo, en la que empezará a haber escasez de glóbulos rojos (anemia), leucocitos normales (leucopenia) y plaquetas (trombopenia). A este cuadro tan grave se le denomina insuficiencia medular, y puede darse también en otros tipos de enfermedades de la sangre.
¿Qué tipos de leucemias existen?
Existen dos tipos básicos de leucemias, las agudas y las crónicas.
Leucemias crónicas
Las leucemias crónicas son enfermedades más lentas y progresivas, en las que la agresividad de las células malignas es, por lo general, mucho menor que la de los blastos de las leucemias agudas.
Leucemias agudas
Dentro de las leucemias agudas se diferencia entre dos clases, las linfoblásticas y las mieloblásticas. La diferenciación se produce mediante el estudio al microscopio, y por otros medios de diagnóstico, de determinados rasgos de las células leucémicas que las hacen clasificables en uno u otro tipo. En las leucemias linfoblásticas, los blastos son muy parecidos a las células madre de la médula ósea que forman los linfocitos, y en las mieloblásticas los blastos son más bien parecidos a aquellas células progenitoras de las que nacen los granulocitos.
Saber bien de qué tipo es una leucemia no sólo orienta para estar advertidos de los riesgos que más peculiarmente pueden afectar al enfermo en cada tipo de leucemia, sino también para elegir el tratamiento que se ha demostrado como más eficaz para la leucemia específica que tenga el paciente. Por ejemplo, el tratamiento convencional de una leucemia aguda mieloblástica puede ser poco eficaz para tratar una leucemia aguda linfoblástica, y viceversa.
¿Por qué se produce una leucemia aguda?
La leucemia aguda aparece en nuestro país en dos a tres personas de cada cien mil por año y puede afectar a hombres y mujeres por igual. Puede también surgir en personas de todas las edades, aunque es más habitual que las leucemias linfoblásticas se diagnostiquen más frecuentemente entre los niños, y las mieloblásticas más entre adultos y ancianos.
Las causas de esta enfermedad, como en otros procesos cancerosos, no se ubican en un factor desencadenante concreto. Cada persona está hecha con unos "planos" distintos, que son los genes, y todos tenemos en ellos escrita una susceptibilidad diferente y variable para la mayor parte de las enfermedades existentes. De tal manera que determinados factores ambientales incidentes podrían estimular tarde o temprano el desarrollo de tal o cual enfermedad.
Así pues, está demostrado que determinados factores como las radiaciones ionizantes (rayos X, rayos gamma, etc.), determinadas sustancias con poder carcinógeno (benzol, etc.) o determinados virus, tienen el poder de hacer mutar los genes de las células de la médula ósea y transformarlas en blastos. Esto ocurre más veces de lo que la gente piensa, pero afortunadamente disponemos de un sistema inmunológico eficaz (sistema de defensas) que es capaz de detectar esas células mutadas malignas y destruirlas antes de que sean capaces de formar una colonia numerosa. Cuando esto no sucede -porque la tendencia a mutar de las células sea alta o se dé con mucha frecuencia, o porque el sistema de defensas esté deprimido o presente algún defecto de funcionamiento o control- se desencadena el imparable proceso de la multiplicación maligna celular en masa que caracteriza al cáncer.
¿Cuáles son los síntomas de la leucemia aguda?
Hay una gran parte de pacientes en los que la enfermedad se diagnostica cuando aún no tienen una insuficiencia medular establecida y que, por tanto, se encuentran aún asintomáticos. No debe extrañar el comentario de que alguien recibió de su médico el diagnóstico de una leucemia aguda por un análisis de sangre cuando no presentaba aparentemente ningún problema de salud y se encontraba perfectamente. Eso ocurre muchas veces y sucede en la primera fase de la enfermedad, en la que los blastos están proliferando y saliendo a la sangre, pero aún quedan suficientes células madre buenas en la médula ósea como para mantener una producción normal suficiente de células sanguíneas.
Sin embargo, en aquellos enfermos en los que los blastos han conseguido ya invadir notablemente la médula ósea se establece un cuadro de insuficiencia medular. Este problema grave sucede cuando la enfermedad ha ganado mucho terreno y se traduce en una insuficiente producción de glóbulos rojos (anemia), glóbulos blancos (leucopenia) y plaquetas (trombocitopenia). La persona con leucemia aguda tiene, por ello, síntomas propios de la anemia, como el cansancio, y una menor tolerancia al esfuerzo físico, aspecto pálido y gran tendencia a la somnolencia. Si la anemia se agrava, pueden surgir palpitaciones (sensación desagradable del latido cardiaco), mareos, claudicación intermitente (dolor en las piernas al andar por insuficiente riego sanguíneo), insuficiencia respiratoria e incluso angina de corazón (dolor por sufrimiento del corazón parecido al del infarto). La escasez de leucocitos hace más vulnerable a la persona frente a una gran mayoría de microbios patógenos y pueden por ello sobrevenir infecciones de todo tipo.
La escasez de plaquetas conduce a la aparición de hematomas en las piernas o en los brazos y hemorragias en distintos puntos del organismo como las encías o la nariz. A veces, el déficit de plaquetas es tan grave que las hemorragias pueden surgir en órganos más vitales como son la retina, órganos digestivos, pulmones, cerebro, etc... En algunos tipos de leucemia aguda existen también trastornos de la coagulación de la sangre
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