Los Paradigmas De La Investigación Educativa*

El pensamiento positivista ha influido en los estudios de historia, teología y ética, sin embargo se admite que el positivismo implica dos postulados estrechamente relacionados. El primero es que los objetivos, los conceptos y los métodos de las ciencias naturales son aplicables a las indagaciones científico-sociales. El segundo es la convicción de que el modelo de explicación utilizado en las ciencias naturales proporciona las normas lógicas en base a las cuales pueden valorarse las explicaciones dadas por las ciencias sociales.

Así es como el autor de una de estas interpretaciones, y una de las más influyentes, concluye que: la construcción de teorías educativas, en cuanto constituye una actividad racional, está sometida a las mismas normas que las instancias paradigmáticas de teorización que encontramos en la ciencia. El enfoque metodológico que crean estas teorías que según la mayoría de las interpretaciones de la investigación educativa, goza de la consideración de ortodoxo, es el hipotético-deductivo.

La ciencia no se ocupa de cómo surgen las hipótesis ni de cuales sean los motivos, solo le importa saber cómo se convalidan, es necesario que las hipótesis propuestas permitan deducir predicciones empíricas y estas puedan ser comparadas con los hechos, de por si neutrales. El segundo postulado principal del planteamiento positivista es que las teorías sobre la educación deben plagarse a las exigencias lógicas de la explicación científica.

Nagel identifica cuatro rutinas principales de la explicación científica, la más omnicomprensiva y que tiene la consideración de ideal es la que responde al modelo homológico-deductivo. Se trata de explicaciones que intentan justificar por qué ocurre cierto hecho o por que perdura cierta situación. Para el investigador, lo más importante es el postulado de que los problemas educacionales tienen soluciones objetivas, y que estas pueden establecerse mediante el uso de los métodos científicos, métodos que pueden emplearse de dos maneras distintas.

En primer lugar pueden utilizarse para la investigación “pura” con el fin de proporcionar teorías bien confirmadas que expliquen los fenómenos educacionales demostrando como pueden derivarse de unos postulados homológicos, en segundo lugar aparece, no obstante, la necesidad de una “investigación aplicada” que aplique tales teorías a la formulación de políticas educativas encaminadas a mejorar la eficacia de la práctica educativa.

En el desempeño de estas diferentes misiones, los investigadores educativos “puros” persiguen el saber objetivo, lo mismo que los científicos naturales, por medio de la indagación científica. Pero también el investigador “aplicado” se desinteresa de los valores educativos, pese a la posibilidad de que su actividad dependa de cómo se hayan definido los objetivos de la educación. La tarea de la investigación aplicada consiste en proporcionar respuestas a los interrogantes científicos que se producen dentro de un determinado conjunto de objetivos educativos.

El papel del enseñante es de conformidad pasiva con las recomendaciones practicas de los teóricos e investigadores de la educación no se considera que los docentes sean profesionalmente responsables de la elaboración de decisiones sino únicamente de la eficacia que implantan las decisiones acerca de cómo mejorar la práctica educativa, propuestas por los teóricos de la educación fundándose en sus conocimientos científicos.

Como se ha observado en el capitulo anterior, los rasgos positivistas de este tipo de teoría educativa se evidencia en su visión de la realidad social como mecanismo autor regulado, así como en su preocupación por facilitar explicaciones exentas de juicios de valor.

La investigación sociológica debe preocuparse más por mostrar cómo se produce el orden social, para lo cual ha de revelar la red de significados a partir de los cuales los miembros de la sociedad constituyen y reconstituyen dicho orden. En efecto, al considerar el “conocimiento” y la “aptitud” como conceptos organizados socialmente constituidos,

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