Monografia Alzheimer
carloscortez2422 de Enero de 2015
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Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (AD) es la causa más común de demencia en países del mundo occidental. Alrededor de 10% de todas las personas de 70 años o más muestran amnesia notable y en más de la mitad de los casos, tal deficiencia es causada por AD. Sin embargo, la enfermedad puede aparecer en cualquier decenio de la vida adulta. Se ha calculado que en Estados Unidos el coste anual por cuidar a un solo paciente con AD en etapa avanzada de su trastorno es de unos 50 000 dólares. La enfermedad también impone una gran carga emocional a los parientes y cuidadores. La AD muy a menudo comienza con la pérdida sutil de la memoria, seguida de demencia de evolución lenta, que dura varios años. En lo que toca al cuadro patológico, se advierte atrofia difusa de la corteza cerebral con agrandamiento secundario del sistema ventricular encefálico.
En el estudio microscópico se advierten placas neuríticas que contienen amiloide A, marañas de neurofibrillas (neurofibrillary tangles, NFT) que captan la plata en el citoplasma de neuronas, y acumulación del amiloide A en paredes de arterias cerebrales. La identificación de cuatro genes de susceptibilidad diferentes ha sentado las bases para que mejoren rápidamente los conocimientos de las bases biológicas de enfermedad de Alzheimer.
Consideraciones Genéticas
Se ha descubierto que algunos genes intervienen de manera importante en la patogenia de algunos casos de AD, cuando menos. El primero en ser identificado fue el gen APP en el cromosoma 21. Las mutaciones puntuales en tal gen producen AD dominante autosómica de comienzo temprano. La APP es una proteína transmembrana que más tarde es cambiada a unidades de menor tamaño que incluyen el amiloide A que se deposita en las placas neuríticas. El péptido A por lo común es producto de la degradación de la APP por las secretasas beta y gamma (fig. 350-3). Sólo se han identificado unas cuantas familias con mutaciones de APP que producen AD. Sin embargo, los adultos con trisomía 21 (síndrome de Down) que viven después de los 40 años siempre terminan por mostrar demencia progresiva sobreañadida a su retardo psíquico "original" y acompañada de los típicos cambios neuropatológicos de AD. Es probable que la "dosis adicional" del gen APP en el cromosoma 21 sea el elemento desencadenante de AD en personas adultas con síndrome de Down, y origina amiloide cerebral en cantidad excesiva.
Artículo 1. (Archibaldo Donoso S, Carolina Delgado D. (2009). Perspectivas en la prevención y tratamiento farmacológico de la enfermedad de Alzheimer. Med. Chile, 137, 289-295. 08/12/14, De scielo Base de datos)
Las intervenciones farmacológicas para la enfermedad de Alzheimer deben basarse en sus mecanismos patogénicos como amiloidogénesis, hiperfosforilación de tau, alteraciones en la neurotransmisión y los cambios en el trofismo neuronal. Otras terapias se derivan de observaciones epidemiológicas, tales como antioxidantes y anti - inflamatorias, estrógenos, las estatinas y fármacos anti hipertensivos. Algunas intervenciones de estilo de vida, tales como cambios en la dieta, el ejercicio y la estimulación cerebral también podrían ser beneficiosos para la prevención de la enfermedad de Alzheimer. La investigación en curso sobre los mecanismos patogénicos promete el descubrimiento de terapias más eficaces. Estilo de vida saludable siempre debe ser recomendado por su beneficio y la falta de efectos adversos.
Conclusión.
Los medicamentos que actualmente se usan para tratar la EA (donepezilo, rivastigmina, galantamina, memantina, cerebrolisina) tienen una eficacia limitada y no deben ser indicados en forma automática. Con respecto a la prevención farmacológica, no hay fármacos seguros. El uso de donepezilo en DCL retrasa el comienzo de la demencia, pero a los 3 años no hubo diferencia entre los que usaron el fármaco o un placebo; la terapia inmunológica parece muy promisoria, pero todavía no es una realidad; los antihipertensivos protegerían del daño vascular más que de la EA; no se ha comprobado la utilidad de estatinas ni antioxidantes. Sin embargo hay muchas investigaciones promisorias en marcha, experimentales y clínicas (pero lo mismo dijimos hace más de 20 años) 29. Por la complejidad de la EA es posible que en el futuro se usen terapias combinadas, para lograr un efecto sinérgico56.
Con respecto a los estilos de vida saludables (dieta mediterránea, ejercicio, actividades intelectuales y sociales) tampoco existen evidencias incontestables de su eficacia, pero contribuyen a la salud cardiovascular y al bienestar general, y deben ser recomendadas.
Artículo 2. (Manuel Portela Romero, Julio Pombo Romero, Rosendo Bugarín González, Margarita Tasende Souto y Silvia Represa Veiga. (2005). UTILIZACIÓN DE LOS INHIBIDORES DE LA ACETILCOLINESTERASA Y LA MEMANTINA PARA EL TRATAMIENTO CLÍNICO DE LA DEMENCIA TIPO ALZHEIMER. Esp. Salud Pública, 79, 665-672. 08/12/14, De scielo Base de datos)
En los últimos años han aumentado las alternativas terapéuticas en el tratamiento de la demencia tipo Alzheimer (DTA), por lo que se hace necesario conocer el patrón de utilización de estos nuevos medicamentos.
Conclusión.
La utilización de memantina (en monoterapia o en combinación) es más frecuente en menores de 64 años. El sexo femenino se mostró como un factor asociado a presentar DTA a tratamiento farmacológico.
Artículo 3. (Patricio Fuentes G., Raúl Mena L. (2009). Tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. Rol de agentes neurotróficos. Rev. chil. neuro-psiquiatr, 17, 315-320. 08/12/14, De scielo Base de datos)
Las demencias y especialmente la enfermedad de Alzheimer (EA) se han transformado en un problema clínico muy frecuente y grave. En la actualidad, los fármacos aprobados como tratamiento convencional de esta enfermedad, han demostrado esencialmente beneficios sintomáticos. Aun cuando su etiopatogenia no ha sido completamente precisada, la mayor parte de nuevas moléculas terapéuticas investigadas están basadas en la hipótesis amiloídea, pero los resultados de los estudios no han sido suficientes o en eficacia o en seguridad. Por otra parte, se ha establecido que factores neurotróficos como NGF o BDNF, poseen propiedades neuroprotectoras de poblaciones celulares específicas como las neuronas colinérgicas, severamente afectadas en la EA. Cerebrolisina, un compuesto polipeptídico aprobado en algunos países para su uso en EA, estudiado in vitro e in vivo, ha demostrado poseer valiosas propiedades pleiotrópicas similares a neurotróficos. Asimismo, algunos ensayos clínicos randomizados han demostrado beneficios clínicos en cognición y funcionalidad al comparar con placebo. En un escenario terapéutico presente complejo para la EA, existen muchas expectativas de que nuevos estudios clínicos ratifiquen las propiedades multimodales de este agente neurotrófico.
Conclusión.
La EA constituye hoy un grave problema de salud y cuyo tratamiento farmacológico actual es esencialmente sintomático. El desarrollo de nuevas drogas terapéuticas basadas en los diferentes mecanismos etiopatogénicos postulados se ha enfrentado con serias dificultades para demostrar consistencia en efectividad y seguridad. Agentes neurotróficos, por sus propiedades multimodales y principalmente en neuroplasticidad, deberían ser considerados como una posibilidad complementaria orientada a la modificación antipatogénica de largo plazo.
Artículo 4. (Carlos Luis Alpízar Quesada, Catalina Morales Alpízar. (2003). La enfermedad de Alzheimer y los inhibidores de la colinesterasa. Acta méd. costarric, 45, 1. 08/12/14, De scielo Base de datos)
La enfermedad de alzheimer (EA), es muy frecuente en la vejez donde se pierden, en forma lenta y progresiva, capacidades cognoscitivas y motoras. Esta enfermedad ha ido en aumento conforme se incrementa la expectativa de vida de la población. En los últimos años, descubrir un tratamiento efectivo para esta enfermedad ha sido un verdadero reto científico. A pesar de que su patología fue descrita hace algunos años, no hubo tratamiento disponible hasta hace poco tiempo. Desde principios de los noventa se inició el estudio de los inhibidores de la colinesterasa. Se presentó así, por primera vez, una probable solución sintomática a esta enfermedad. En 1993 salió al mercado la tacrina, primer medicamento de esta clase. En la actualidad hay más variedad de tratamientos, algunos han dado excelentes resultados, como es el caso de la rivastigmina. A pesar de que todos pertenecen a la misma clase farmacológica, hay grandes diferencias en cuanto a su especificidad, su selectividad y efectos secundarios. A continuación se describen y analizan los tratamientos disponibles para esta enfermedad.
Conclusión.
La enfermedad de Alzheimer tiene una mayor incidencia en personas de edad avanzada que en las personas de mediana edad. A medida que la esperanza de vida aumenta, esta enfermedad se hace más frecuente. Se caracteriza por una pérdida progresiva de las capacidades cognitivas y motoras. Encontrar un tratamiento adecuado se ha convertido en un reto científico en los últimos años, porque a pesar de la fisiopatología de esta enfermedad fue descrita hace muchos años, el tratamiento no estaba disponible durante mucho tiempo. Los estudios sobre los inhibidores de la colinesterasa comenzaron desde principios de los años 90 que representan a estos medicamentos una primera curación posible. En 1993, la tacrina, el primer inhibidor de la colinesterasa, fue aprobada para su uso en pacientes con enfermedad de Alzheimer ' s. Hoy en día tenemos
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