Motivacion
Enviado por isabelita2383 • 7 de Diciembre de 2012 • 1.482 Palabras (6 Páginas) • 398 Visitas
Esta demostrado que el mayor desarrollo del cerebro ocurre durante los tres primeros años y depende en parte, del entorno en el que el niño crece, de su nutrición, su salud, la protección que recibe y las interacciones humanas que experimenta. La atención, el cuidado y una educación de buena calidad son factores determinantes para que los procesos físicos, sociales, emocionales y cognitivos que desenvuelven apropiadamente y contribuyan a ampliar las opciones de los niños a lo largo de su vida.
El desarrollo infantil es un proceso dinámico y sumamente complejo en el que interacción de los aspectos biológicos, psicológicos y sociales conforma progresivamente las habilidades que permitirán al niño relacionarse satisfactoriamente con su entorno. La gestación y los primeros años de vida son un periodo crítico durante el cual la aparición de alteraciones que comprometan el correcto desarrollo del niño puede tener un impacto devastador si no se detectan a tiempo y se remedian lo antes posible.
Los niños comienzan a aprender desde que nacen. Crecen y aprenden más rápidamente cuando reciben atención, afecto y estímulos, además de una buena nutrición y una atención de la salud adecuada. Alentar a los niños a observar y expresarse por su cuenta, a jugar y a explorar, les ayuda en su aprendizaje y en su desarrollo social, físico e intelectual.
La ciencia ha demostrado que el desarrollo cerebral en la infancia temprana es un factor determinante de la salud, aprendizaje y conducta a lo largo de la vida.
Es un proceso evolutivo, multidimensional e integral; con un proceso de adquisición de habilidades de niveles cada vez más complejos de coordinación y conductas teniendo como objetivo la adquisición de independencia y capacidad de interactuar con el mundo y transformarlo.
El desarrollo infantil integral es una prioridad ya que ello implica el reconocimiento de esta etapa de la vida como el periodo fundamental donde cada niño y niña inicia sus aprendizajes, la construcción de su identidad, seguridad, autonomía, alegría, espíritu y relaciones con los demás. Es el periodo de grandes transformaciones en el cerebro que incide de manera significativa en el desarrollo físico, cognitivo, social y emocional de los niños y niñas.
El desarrollo infantil es el resultado de la interacción de factores genéticos hereditarios y la calidad de interacción con el entorno, comprendiendo a este como los factores sociales, culturales, ambientales y económicos. En síntesis resultado de la interacción permanente e indisoluble de las tres dimensiones humanas: biológica, psíquica y social; considerado un proceso de cambios continuos por el que atraviesan los niños desde sus concepción que, en condiciones normales, garantizan el crecimiento, la maduración y la adquisición progresiva de las complejas funciones humanas como el habla, la escritura, el pensamiento, los afectos, la creatividad. Es un proceso multifactorial en el que influyen aspectos internos (biológicos) y externos y en el que intervienen múltiples actores.
TEORÍA
Desarrollo embrionario y biogenética:
El estudio comparado del desarrollo de los embriones aportaría, según el Darwinismo, otra de las pruebas clásicas en favor de la evolución. Al parecer, determinadas similitudes entre embriones de peces, aves, mamíferos y seres humanos demostrarían que todos ellos descenderían de antepasados comunes parecidos a los peces.
Estas ideas fueron recogidas en la llamada ley biogenética de Haeckel que afirmaba que la ontogenia o desarrollo embrionario de un organismo era una recapitulación breve de su filogenia o secuencia evolutiva de las especies antecesoras. Es decir que, durante los primeros estadios en el útero materno, los embriones pasaban por formas que recordaban las transformaciones experimentadas por sus ancestros a lo largo de la evolución. Se señalaba, por ejemplo, que en los embriones humanos igual que en los de la gallina, se podían observar arcos aórticos similares y un corazón con solo una aurícula y un ventrículo como en que poseen los peces actuales. Esto se interpreta como una prueba embrionaria de que tanto los hombres como las aves habían evolucionado a partir de sus antepasados los peces.
En la actualidad, los embriologos saben que los embriones de los vertebrados se diferencian progresivamente en varias direcciones, solo para converger en apariencia a mitad del proceso y luego volver a divergir hasta formar órganos o estructuras que pueden ser parecidas entre sí, pero que se han formado a partir de células o tejidos absolutamente diferentes. De manera que la presencia de tales órganos se debe a las diferentes necesidades fisiológicas del embrión durante el desarrollo y no a su pretendido parentesco evolutivo con los peces. La forma de los
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