Neuronas, Mensajes En El Cerebro, Enfermedad De Parkinson Y Estimulación Cerebral Profunda

Los seres humanos día a día, corremos, comemos, pensamos, bailamos, dibujamos, caminamos, leemos, etc. Realmente hacemos infinitas actividades y tenemos diferentes comportamientos al igual que los animales, ellos se reproducen, comen, caminan, entre una variedad de actividades que realizan. Todos estos comportamientos tienen una razón de ser y este es, el sistema nervioso que poseen todos los seres vivos dentro de nuestro ecosistema.

Muchas veces se relaciona al sistema nervioso con una red que comunica a todo el cuerpo desde los pies hasta el cerebro y así es, el Sistema nervioso es una de los sistemas más complejos e importantes dentro del cuerpo cuya principal función es captar y procesar las señales, ejerciendo control y coordinación sobre los demás órganos por medio de tres funciones básicas; la sensitiva que le permite reaccionar ante estímulos tanto exteriores como interiores del cuerpo, la integradora; que analiza, almacena y toma decisiones con respecto a la conducta que debe adoptar el cuerpo frente a los estímulos y por último la motora que responde a los estímulos con contracciones o secreciones.

Todo este trabajo es realizado para lograr una eficaz interacción del cuerpo con el medio ambiente cambiante, por ello está compuesto de una red de tejidos nerviosos cuya unidad básica son las neuronas. Estas son células alargadas especializadas en recibir y enviar señales, y tienen múltiples prolongaciones por las que entran y salen estas señales, llevando mensajes dentro del cerebro mediante energía eléctrica. Esto quiere decir que cuando se emite un mensaje de una parte del cerebro a otra, una corriente eléctrica conduce el mensaje de un extremo al otro de la neurona, y para pasar a la otra neurona atraviesa la sinapsis, (espacio que separa las neuronas) a través del neurotransmisor, un compuesto químico cargado de dopamina, que se hace cargo del mensaje y lo transmite a la siguiente neurona, en la cual se pone en acción otra corriente eléctrica y así sucesivamente hasta llegar el mensaje al destino. De esta manera se transmiten los mensajes dentro de nuestro cerebro y así logramos procesar, analizar y reaccionar ante todo lo que sucede a nuestro alrededor.

Pero hay un dato que debemos tener en cuenta y es que las neuronas no son células que se van reproduciendo o remplazando a lo largo de la vida sino que con las mismas que nacemos así moriremos, sin embargo tenemos una gran cantidad de ellas, así que cuidémoslas ya que son de vital importancia para nuestro organismo. Aproximadamente desde 1817 fue descrita una enfermedad que involucra un trastorno degenerativo del sistema nervioso central, llamada La Enfermedad de Parkinson, llamada de esta manera por el médico británico que expuso lo que involucraba la enfermedad, James Parkinson. Esta enfermedad afecta las neuronas que controlan los movimientos musculares, esto sucede ya que estas neuronas que producen la dopamina, la sustancia química anteriormente mencionada, mueren o no funcionan adecuadamente por lo cual la perdida de dopamina produce patrones anormales de activación nerviosa dentro del cerebro que causan deterioro en los movimientos ya que no se envían correctamente las señales que ayudan a coordinar movimientos. Actualmente se ha demostrado que las personas que sufren de Parkinson también tienen perdida de las terminaciones nerviosas que producen la norepinefrina, una sustancia química que cumple con la misma función de la dopamina, solo que este, es el mensajero químico principal del sistema nervioso simpático que controla funciones automáticas del cuerpo, como lo es el pulso y la presión arterial. Por ello la pérdida de norepinefrina ayuda a explicar varias de las características no motoras que se expresan en la enfermedad de Parkinson, como lo es la fatiga y las anormalidades con la regulación de la presión arterial. A la enfermedad del Parkinson no se le conoce exactamente la causa, ya que no se conoce el origen del daño de estas neuronas.

Las personas que padecen de esta enfermedad presentan cuatro síntomas principales como lo es; El temblor, en las manos, brazos, piernas y mandíbula, generalmente el temblor desaparece durante el sueño o mejora con el movimiento intencional. Otro síntoma es la a rigidez o la resistencia al movimiento en donde los músculos están constantemente tensos y contraídos produciendo dolor y debilidad en la persona. La inestabilidad postural o deterioro de equilibrio es otro de los síntomas, en donde la persona empieza a desarrollar una postura encorvada con la cabeza inclinada y los hombros caídos generando que la persona se caiga con facilidad. El último de los síntomas principales es la bradicinesia que es la pérdida del movimiento automático y espontaneo, la persona empieza a presentar lentitud en los movimientos y en sus actividades rutinarias. Estos síntomas generalmente comienzan gradualmente y a medida se vuelven más pronunciados y pueden llegar a desarrollar dificultades al caminar, hablar y masticar, al igual que pueden presentar problemas de depresión, cambios emocionales, problemas urinarios, problemas de la piel, problemas cognitivos, calambares musculares, dolor, disfunción sexual y trastornos de sueño.

Actualmente existen diferentes métodos que buscan contrarrestar algunos síntomas del Parkinson, con medicamentos, fisioterapias y terapias, una de ellos es la estimulación cerebral profunda. Esta consiste en un procedimiento quirúrgico que busca tratar a los pacientes con síntomas neurológicos invalidantes como el temblor esencial y los síntomas de la enfermedad de Parkinson que en algunos casos no se han podido controlar con medicamentos, este procedimiento no cura la enfermedad pero puede ayudar a reducir la intensidad de los síntomas. La estimulación cerebral profunda usa un dispositivo medico llamado neuroestimulador que transmite señales eléctricas a áreas especificas del cerebro que controlan el movimiento, y también bloquean señales nerviosas anormales que causan los síntomas, este dispositivo es implantado quirúrgicamente. Para el sistema de estimulación cerebral profunda se usan tres componentes; el electrodo, un cable delgado y aislado, que se inserta por una abertura del cráneo y se implanta dentro del área específica del cerebro; la extensión, un cable que conecta el electrodo con el neuroestimulador, este pasa bajo la piel de la cabeza, cuello y hombro y por ultimo; el neuroestimulador, el dispositivo operado por una batería que tiene el tamaño de un cronometro, este se implanta bajo la piel cerca de la clavícula, abajo del pecho o sobre el abdomen.

Una vez todo el sistema está en el cuerpo, se

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