Prematurez
Enviado por ALMA428 • 27 de Junio de 2013 • 1.441 Palabras (6 Páginas) • 469 Visitas
PUPILA.
La pupila es una estructura del ojo que consiste en un orificio situado en la parte central del iris por el cual penetra la luz al interior del globo ocular. Se trata de una abertura dilatable y contráctil, aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz que le llega a la retina, en la parte posterior del ojo.
El tamaño de la pupila está controlado por dos músculos: el esfínter de la pupila que la cierra y está inervado por fibras parasimpáticas y el músculo dilatador de la pupila que la abre y está controlado por fibras simpáticas. Su diámetro es de entre 3 y 4,5 milímetros en el ojo humano. En la oscuridad puede llegar a ensancharse hasta los 5 a 9 mm. Existe una considerable variación en el tamaño máximo de la pupila entre diferentes personas.
Fisiología
La midriasis es controlada por el sistema nervioso simpático, que produce la contracción del músculo dilatador del iris.
La midriasis es una reacción normal a la penumbra. En ese caso es bilateral y reactiva, el alumbrado de un ojo desencadena la regresión de la midriasis de los dos ojos. Esta reacción y su contraria, requieren la integridad de un circuito que comprende:
• la retina;
• el nervio óptico;
• las áreas cerebrales de la visión;
• la pupila.
Reflejo de Whytt
El reflejo fotomotor de la pupila se examina con una linterna durante la exploración neurológica. Este reflejo, donde participan los nervios craneales II y III (oculomotor), consiste en la constricción de la pupila como respuesta a la iluminación (midriasis). Cuando penetra la luz en un ojo, las dos pupilas se constriñen al unísono (reflejo consensual) porque cada retina envía fibras a las cintillas ópticas de ambos lados.
Acomodación de la pupila.
El reflejo a la visión próxima o de acomodación consiste en que al mirar un objeto cercano se produce una reducción del tamaño de la pupila (miosis) de carácter bilateral. Este fenómeno se asocia al cambio de curvatura del cristalino (acomodación) necesario para enfocar objetos cercanos y a la convergencia de los 2 ojos sobre el mismo punto.
Etiología.
La dilatación del diámetro pupilar puede ser producida por algunas drogas (Ácido, Éxtasis, MD, etc.) como por ejemplo atropina, algunos tóxicos, sustancias de abuso, tipo cocaína y alcohol; y también puede estar relacionada con lesiones cerebrales focalizadas, por ejemplo, del tronco encefálico, o puede ser una de las reacciones del síndrome de pánico. En algunos casos puede ser un signo de una enfermedad o de daño cerebral, como en una parada cardiorrespiratoria, pero también en ciertos comas de origen diverso. También puede acompañar a algún tipo de parálisis facial.
El trastorno de la midriasis, en uno o en ambos ojos, se observa a veces después de intervenciones quirúrgicas efectuadas en las cercanías del nervio o de una de sus ramas y por fracturas complejas. Se da con relativa frecuencia tras intervenciones dentales en los tratamientos contra las caries, en cuyo caso suele afectar solo a uno de los ojos.
Patología
La lesión en el nervio trigémino, el cual controla diversas partes del rostro, suele ser irreversible, quedándose la pupila dilatada permanentemente.
Los agentes midriáticos son sustancias que inducen a la dilatación de la pupila, por ejemplo la atropina, la tropicamida o el sulfato de duboisina. Actúan de distintas formas, como por ejemplo la cocaína inhibe la reabsorción de noradrenalina en la sinapsis nerviosa. Cuando se manifiesta que una solución de cocaína afecta al ojo, es porque la noradrenalina ya no es reabsorbida por las neuronas, y aumenta sus niveles. La noradrenalina, es un neurotransmisor del sistema nervioso central, y causa la dicha dilatación de la pupila.
En la midriasis arreactiva simétrica, las dos pupilas se dilatan y no se contraen a la luz, lo cual es un signo de daño cerebral importante, como se puede ver en un paro cardiorrespiratorio, pero también en ciertos comas.
Valoración de la actividad pupilar.
Suele diferenciarse fácilmente de la miosis, en la cual una pupila estaría más contraída, ya que la pupila dilatada lo está bastante más de lo que debería ante estímulos normales. Con frecuencia no reacciona contrayéndose en absoluto.
La observación de las pupilas y la prueba de los reflejos pupilares forman parte de la evaluación del estado neurológico de un paciente.
La contracción pupilar la controla el nervio óculomotor o tercer par craneano, que parte del tronco encefálico, debido a esto cualquier cambio pupilar puede implicar una posible lesión de uno de estos. Pueden existir otros estados responsables de las anomalías pupilares, por ejemplo trauma directo en el ojo o cuando el paciente está tomando algunos medicamentos.
El tamaño pupilar representa un equilibrio entre la inervación
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