Sexualidad
Enviado por mary1962 • 7 de Noviembre de 2013 • 3.782 Palabras (16 Páginas) • 273 Visitas
INTRODUCCION
Hablar sobre sexualidad puede resultar complicado, sin embargo sólo hace falta recordar nuestra propia historia, pues la sexualidad nos acompaña desde que nacemos y hasta el día de nuestra muerte, expresándose de múltiples maneras en cada etapa del desarrollo.
La identidad sexual, o la manera como nos identificamos sexualmente, depende de varios factores: por un lado está la biología, las características del cuerpo que nos describen como hombres o como mujeres; luego está el género que señala pautas masculinas o femeninas de ser y de actuar; la orientación sexual es un tercer factor que se refiere a la atracción que sentimos hacia hombres, mujeres o hacia personas de ambos sexos; y finalmente la identidad social, que es la expresión pública de nuestra persona.
Todos esos factores se combinan para formar la identidad sexual y confirman el carácter diverso de la sexualidad.
Nuestra sexualidad se conforma por el deseo, así como por las diversas formas de expresarlo y satisfacerlo. Durante muchos años se pensó que la sexualidad aparecía espontáneamente con la pubertad, sin embargo, hoy sabemos que la sexualidad se expresa de múltiples maneras desde que nacemos y durante todas las etapas de la vida. Desde los primeros días, cuando éramos bebés disfrutamos el placer de la lactancia y de las caricias, posteriormente descubrimos el autoerotismo y la masturbación, el uso de las manos para crear placer. A través de juegos, mensajes y encuentros con compañeros y compañeras todos vamos descubriendo las expresiones del cuerpo así como el sentido del deseo y del placer. La vida sexual se acompaña de intensos sentimientos y afectos profundos que se viven de acuerdo al entorno. Cada sociedad regula las formas de expresar y disfrutar del cuerpo, señala condiciones relacionadas con la edad, el estado civil y el sexo, entre otras. Cada quien toma posición frente a las reglas, no siempre con toda conciencia, ya sea para obedecerlas, para revelarse o para cambiarlas, de acuerdo a las circunstancias que se presenten.
El género también condiciona la vida sexual; las ideas sobre lo masculino y lo femenino señalan pautas de comportamiento y formas de regular el cuerpo. En cuanto se conoce nuestro sexo biológico se nos asigna una identidad femenina o masculina y se señala expectativas distintas, así como normas diferenciadas para hombres y mujeres:
• Las formas de vestirnos, movernos, de hablar y de expresar nuestros deseos y las condiciones para disfrutar o negar nuestro cuerpo.
Así que desde la niñez expresamos la sexualidad y comienza a formarse nuestra identidad sexual, más allá de los órganos genitales y de la biología, crecemos rodeados de un conjunto de ideas y de normas sobre la sexualidad, construimos relaciones afectivas o amorosas y vínculos con los demás.
Mientras tanto, al interior de nuestro cuerpo las hormonas nunca dejan de actuar, esas poderosas sustancias son responsables no sólo de nuestros cambios físicos sino también de algunos de nuestros cambios emocionales. Algunas experiencias de la vida cobran diferente sentido en función de la acción de las hormonas porque las emociones son producto de la interacción hormonal y el medio social.
Los ovarios son las glándulas sexuales femeninas donde viven varios cientos de óvulos. Aproximadamente cada veintiocho días madura uno de estos óvulos y comienza su viaje a través de las trompas de Falopio con dirección al útero en espera de algún espermatozoide que lo fecunde.
Por su parte, los espermatozoides se fabrican en los testículos o glándulas sexuales masculinas y terminan de madurar en un largo tubo que rodea los testículos llamado epidídimo. Luego son lanzados hacia fuera a través del pene en un proceso llamado eyaculación.
Cada eyaculación contiene cerca de quinientos millones de espermatozoides así como algunos líquidos de la vesícula seminal y de la próstata para configurar una secreción pegajosa y lechosa llamada semen.
Los espermatozoides viajan en el semen a través de la uretra (tubo que termina en la punta del pene) hasta que finalmente son expulsados del pene a la asombrosa velocidad de 50 km/h.
Si la eyaculación ocurre dentro de la vagina, los espermatozoides se dirigen hacia el útero y las trompas de Falopio en busca de un óvulo. Para ello, los espermatozoides deben viajar de 7 a 10 centímetros, una enorme distancia si tomamos en cuenta lo pequeño que son. Cerca de un millón de espermatozoides llegarán a las cercanías del óvulo y solamente uno de ellos podrá unirse al óvulo. Se trata de una especie de cita amorosa sin fecha establecida, un encuentro en el cual el espermatozoide y el óvulo siguen un camino señalado por pautas biológicas para reproducir y conservar la especie humana.
Todos compartimos en esencia un mismo origen, el de dos pequeñas células que se encontraron y complementaron.
EL AMOR ESTA EN EL AIRE
No hay edad ‘para amar o desear, una persona puede descubrir que está enamorada a cualquier edad. Cuando ves a la persona que deseas tus latidos cardíacos pueden llegar a 200 pulsaciones por minuto, las manos te sudad, se te traba la lengua y sólo piensas en estar con él o ella.
La oxitocina es la hormona del amor porque se hace presente y acompaña tu deseo. El enamoramiento te abre la puerta hacia nuevas formas de vivir la amistad y el noviazgo. Aunque muchas veces se experimenta desde la niñez, el noviazgo cobra nuevos significados en la adolescencia y juventud.
El noviazgo es una oportunidad para compartir tu mundo con otra persona, para expresar tus sentimientos y pensamientos con libertad, el noviazgo no debe ser una obligación sino una relación que responda a las necesidades y condiciones de cada quien. El noviazgo puede llevarte a vivir nuevas experiencias: amar y expresar sentimientos, expresar y realizar deseos, compartir y confirmar tu personalidad e identidad sexual; las prácticas sexuales se diversifican, los besos, abrazos, caricias y tocamientos pueden o no llegar hasta el coito o relación sexual genital.
En toda relación sentimental la prioridad es tu bienestar. La sexualidad puede ser un campo muy agradable pero también puede ser peligroso. El respeto es la clave. Si estás en una relación con una persona que no respeta tus deseos puedes salir
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