Síntesis: La observación. Educar la mirada para significar la complejidad. Rebeca Anijovich

Síntesis: La observación. Educar la mirada para significar la complejidad. Rebeca Anijovich

En primer lugar, la autora presenta un fragmento de una lo que sucede en una clase de filosofía en el nivel secundario.

Luego, comenta que en esa clase estaba presente un estudiante del profesorado realizando sus observaciones, y cuenta que realizo un registro narrativo, para luego analizarlo. De esta manera, nos lleva a comprender que el registro narrativo es un modo de organizar las observaciones.

Por otro lado, es necesario destacar que la observación no siempre tuvo un lugar central en la formación docente, en este sentido nos preguntamos ¿Para qué se observa? Para:

• Constatar teorías
• Describir situaciones
• Identificar conductas
• Reflexionar sobre las situaciones de enseñanza

El para qué, es lo que luego va a darle sentido y dirección al modo de observar y al posterior análisis que realicemos con los datos que obtuvimos.

En 1920, se realizaban en grupo, toda la clase del profesorado observaba la misma clase. Con el correr del siglo XX, se fue convirtiendo en una actividad más individual, porque se pensaba que así se protegía a los alumnos de la clase observada.

Luego de realizar las observaciones, se realizaban reuniones de análisis, donde cada estudiante narraba lo ocurrido. Todo esto bajo la perspectiva del conductismo, por lo cual se pretendía mantener objetividad. Luego de unos años, con la implementación de la etnografía, se corrieron las conductas observables.

• La observación como estrategia transversal de formación.

La actividad de observar se puede considerar como transversal al resto de las asignaturas de la formación docente. La misma, está al servicio de una formación centrada en el análisis. Y analizar situaciones observadas implica que debemos tomar distancia.

Aprender a observar es fundamental para el desarrollo de profesionales reflexivos. En función de la observación, entendiendo que es un hecho cotidiano y espontaneo; construimos conocimientos y experiencias. A su vez, nuestros propios conocimientos y experiencias inciden en nuestras obserservaciones.

• ¿Observar y mirar es lo mismo? Según la RAE.

Observar según la RAE: “examinar atentamente”, “mirar con atención y recato, atisbar” son algunas de las acepciones.  Mirar: “observar acciones de alguien” “revisar, registrar”.

Entonces estamos en evidencia de que es una palabra polisémica, por lo cual, como plantea el autor Ávila, se le puede dar distintos sentidos:

• De regulación: esta acepción se vinculó a la etimología de la palabra, Servus significa “esclavo”, y ob “delante de”, quiere decir, esclavo que se pone delante de su amo para obedecer sus órdenes.
• De vigilancia y seguridad: observar objetos o individuos sospechosos que han cometido un crimen, o están por hacerlo.
• De recriminación:
• De análisis/interpretación:

Desanudar los sentidos que se le adjudican a la observación es importante para resinificarla. En la escuela, puede ser muy útil como herramienta para la reflexión en y sobre la acción docente.

Definición según De Ketele:

“Se trata de un proceso que requiere algún instrumento cuya información es la de recoger información sobre el objeto o situación que se desee considerar.”

Esta es una definición “clásica”, que nos permite ver la complejidad de la observación. Observar con atención, requiere que concentremos la mirada selectivamente, y al hacer esto, podemos dejar muchas cosas fuera de foco.

Por esto, la intencionalidad es fundamental en este proceso, por un lado porque identifica la función que tiene la observación por otro, porque precisa que aspectos focalizar. Es necesario observar con detenimiento, ya que requiere de tiempo para hacerlo.

Por último, observamos situacionalmente, ya que las situaciones observadas nunca son completas y siempre son cambiantes.

• Los momentos de la observación.

En este apartado, la autora plantea algunas cuestiones en relación al tiempo destinado a cada observación. En este sentido, se encuentran observaciones longitudinales, que relevan información durante un periodo prolongado, y por otro lado las observaciones transversales que nos brindan información sobre un momento dado.

Por otra parte, encontramos distintos momentos de la observación, que le permitirá al observador “hacer foco”. En primer lugar, el momento de preparación, en el cual tenemos que definir la intencionalidad de la observación. Por ejemplo, si observamos las estrategias de enseñanzas, las tareas que realizan los alumnos o la comunicación entre docentes y alumnos, etc.

Luego, llega el momento de la observación, en este es importante decidir, que instrumentos se van a emplear: formato de presentación, tipo de análisis, interpretación de lo que se realizará. Un tipo es el de hetero-observaciones, en la cual el observador no pertenece a la situación observada, en este lazo hay que hacer acuerdos previos: definición del objetivo, rol del observador, ubicación en la situación-lugar, utilización de recursos tecnológicos.

Por otra parte, el momento de la observación propiamente dicha implica el registro de lo que se observa, hay que tomar notas de la situación, fotos-videos, grabación, recolectar materiales. Hay que identificar los datos contextuales (institución, características del lugar, población) la cantidad de alumnos, el espacio físico, la inclusión de un plano de la ubicación.

Finalmente, el momento de análisis posterior a la observación, en el cual se analizan e interpretan las notas y los registros realizados.

• Los instrumentos de la observación.

La autora plantea que en el método de observación podemos diferenciar una cosa. Que observar no es lo mismo que ver ya que ver implica indagar en cada detalle. Cada detalle forma método de una observación dónde encontramos 2 tipos: el longitudinal en dónde el investigador lleva el estudio con diferentes variables en un periodo de tiempo y el transversal el investigador utiliza la misma variable y se realiza una sola vez.

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