N la comunicación deliberativa existe un caso de frontera entre la disertación
Enviado por AdelaidoJrzBha • 28 de Abril de 2017 • Documentos de Investigación • 3.289 Palabras (14 Páginas) • 257 Visitas
DIALOGO
En la comunicación deliberativa existe un caso de frontera entre la disertación y la mesa redonda, entre la conferencia y el simposio, denominado diálogo. “Se denomina diálogo a una discusión llevada al cabo ante un grupo, por dos personas eruditas capaces de sostener una conversación equilibrada y expresiva sobre un tema específico. Es menos formal que una disertación o una mesa redonda y se asemeja a una entrevista abierta.”
Las características esenciales del dialogo son:
- Informalidad semejante a una conversación simple;
- Facilidad para comunicación directa, con gran índice de retroalimentación;
- Flujo triangulado de dos interlocutores especializados y el auditorio que se les escucha;
- obtención del apoyo entre dos personas y el de los observadores
que comparten su responsabilidad; - genera interés entre los miembros del grupo, y
- exposición fácil a personas que carecen de aptitudes para presentar
ideas.
El sistema de "diálogos simultáneos" o "corrillos" o "discusión 66"
es el método de comunicación deliberativa por medio del cual se descompone un grupo grande en pequeñas secciones para facilitar la discusión y hacerla efectiva.
Las características fundamentales de este tipo de comunicación deliberativa son:
- Informalidad extrema;
- obtención de la participación activa de los asistentes;
- facilidad en la intervención de sus participantes;
- factibilidad de poderse aplicar en grupos hasta de cincuenta o
sesenta personas.
La sencillez del método, ausencia de formalidades y obtención de la participación activa de los asistentes obliga a los que sostienen el diálogo al uso de un lenguaje sencillo, sin retórica, pues, como dice Rosario Castellanos, "de allí que el lenguaje tenga que ser tratado con un respeto máximo. Nadie cree ya en los principios de la antigua retórica según los cuales todo contenido había de estar supeditado a una agradable eufonía".
Las recomendaciones anotadas en los eventos de comunicación deliberativa y en la dinámica interna y externa de grupos son válidas también para este tipo de evento. Sobre el particular, recordemos que "la responsabilidad de ver que se provean las condiciones para el pensamiento efectivo de grupo reside en el director. El conducir una discusión de modo eficiente, particularmente cuando debe llevar a realizar decisiones, requiere un punto de vista y habilidad".
Lo importante en la selección del método deliberativo es considerar el nivel cultural y social del grupo, su grado de cohesión, los fines o metas formales que persigue y el interés de sus integrantes; asimismo, las finalidades que se pretenden con la deliberación y los objetivos para después de la discusión. Por encima de todo, no olvidemos que la obtención de la respuesta deseada es fundamental. Si no existe esta, el emisor ha fracasado definitivamente.
Recordemos que "la participación relativa con que cada miembro contribuye a la discusión es importante para el funcionamiento del grupo. La naturaleza de este será diferente si descansa sobre pocos miembros que deben cargar con el peso principal de la discusión en todas las sesiones, o si distintos miembros intervienen en sesiones diferentes. Relacionada con esta, se halla la cuestión de si, en cada reunión, la discusión es compartida equitativamente por los miembros o no".
Corresponde al conductor de grupos evaluar las aportaciones de los expositores, persuadir de la certeza temática y convencer sobre los razonamientos presentados, para que el diálogo sea fructífero o los diálogos simultáneos alcancen los objetivos que persiguen. Diálogo y/o diálogos de esta naturaleza, sin retroalimentación posterior, caen generalmente en la esterilidad, y lo oído (y posiblemente asimilado durante la discusión) queda en el campo intangible de las ideas y deseos, mas no en la movilidad actitudinal de sus testigos.
En los organismos institucionales, este instrumento es poco usado en forma consciente. El diálogo de esta naturaleza debe elevarse a la palestra de los medios masivos de comunicación, fundamentalmente a la prensa impresa y la televisión. El conversatorio, como también podríamos denomínale, es fundamento de cultura y enriquecimiento del acervo de sus testigos, fomenta la comunicación y crea la infraestructura para evitar la soledad en el recorrido por los áridos terrenos del intelecto.
Diálogos especializados frente al televidente, o descorridos a 10 largo de una plana periodística, son instrumentos de culturización y movilización actitudinal de sus testigos presenciales.
El mecanismo del diálogo lleva inconscientemente a su testigo a participar en él, le hace inclinarse por una u otra razón de las expuestas, coadyuva a la toma de conciencia en relación a los problemas y fenómenos expuestos, y, finalmente, forma a la larga, una disciplina en el arte de escuchar
y asimilar los puntos de vista de otros, aspecto tan distraído en las ociosidades de nuestro tiempo.
Este sistema deliberativo demanda interlocutores cara a cara, frente a
frente, caminando juntos el camino de la discusión y la polémica, pero
jamás el de la disputa etérea y estéril, vana y superflua.
Los sistemas productivos, trátese de organismos del sector público o
privado, sea para la producción de bienes o servicios, elevarían sus índices
de productividad y mejorarían considerablemente su nivel humanístico, si
dejaran de una vez para siempre el sistema de diálogo al través de monólogos continuos, en los que, tomar decisiones, proporcionar información y
plantear opciones, requiere solamente la interconexión del pensamiento
y la palabra a nivel unipersonal, pero no la intercomunicación de dos seres,
que con diferentes experiencias y capacidad distinta pueden llegar a establecer más y mejores sistemas.
Si el diálogo analizado es ventajoso, el sistema de diálogos simultáneos
o corrillos lo es más, ya que agilita operaciones, permite mayor velocidad
en el análisis e, incuestionablemente, facilita las relaciones internas del
organismo entre sus miembros.
No pueden escapar a nuestra consideración otras aplicaciones del sistema de diálogo y diálogos simultáneos, cuando analizamos la conclusión
final de especialistas como Bradford, French, Barron, Krulee, Morton
Deutsch, A. Pepitone, Alvin Zander y otros, al afirmar que "nuestra conclusión final es, entonces, que la dinámica del grupo de discusión contiene
fuerzas potenciales de cambio social, que son mucho más poderosas que
las que generalmente se reconocen en la educación de adultos. Para poder
desarrollar esas potencialidades de cambio y progreso necesitamos una
integración más fuerte de la ciencia y acción social”.
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