Teoría conductista de la personalidad.

Teoría conductista de la personalidad

El enfoque conductual tiene pocas dificultades para explicar las diferencias individuales, aunque ese no es su importancia usual. Cada persona experimenta un ambiente algo diferente con condiciones distintas de aprendizaje, por lo que, inevitablemente se aprenden conductas diferentes. La personalidad consta de conductas (véase Lundin, 1969) que incorpora en amplios repertorios de comportamiento a lo largo de las fases que transcurre una persona en su vida (nacimiento y muerte) (Staats, 1996).

Según esta teoría, la personalidad se puede cambiar. Los cambios se logran cambiando  el ambiente, valiéndose del refuerzo. Las variables de la personalidad (los hábitos) son etiquetas que se ponen a la persona en función de la conducta que expresa.

Aunque la personalidad humana puede ser muy modificable según los conductistas, no deja de ser pasiva ya que viene determinada por el ambiente. La persona sigue siendo modelada principalmente por fuerzas que escapan de su control.

Los autores que más sobresalen en la teoría conductista de la personalidad son: El primer conductista John Watson (1913/1994) sugería que es posible saber, sin pedir un informe de la experiencia introspectiva (sólo considera la experiencia subjetiva, en la medida en que se manifieste una conducta observable).

Skinner, utiliza el condicionamiento clásico de sus predecesores, para basarse en el condicionamiento operante. El organismo opera sobre un ambiente (irrumpiendo constantemente), durante esta operatividad, este se ve determinado por un estimulo reforzador (castigo o recompensa), el cual modifica el comportamiento del organismo y es seguido por una consecuencia (las que influyen en decisiones sobre conductas futuras).

Teoría socio-cognitiva de la personalidad

El nuevo objetivo de esta teoría es analizar procesos internos como la compresión, la adquisición de nueva información a través de: la percepción,  la atención,  la memoria, el razonamiento y  el lenguaje

Para los teóricos cognitivos, las diferencias de personalidad surgen de las diversas formas en que los individuos representan mentalmente la información. Los procesos cognitivos internos influyen en la conducta, tanto como la observación de las conductas ajenas y del entorno en el que se desarrolla la conducta.

Así, las teorías del aprendizaje cognitivo-social sostienen que las personas organizan internamente sus expectativas y valores para guiar su conducta. Este conjunto de estándares personales es único para cada uno de nosotros y surge de la historia de nuestra vida.

Algunas teorías socio-cognitivas de la personalidad:

Bandura, incorporó el concepto de aprendizaje por observación como uno de los principales puntos teóricos. Sostuvo que el refuerzo no funciona simplemente como un mecanismo, sino que es en realidad el proveedor de información del próximo refuerzo que será brindado una vez que se repita el comportamiento. Además señaló que para que la persona repita un comportamiento aceptable, debe incluir sus procesos intelectuales.

La conducta es el producto de la interacción de tres factores:

• Factores cognitivo: Cómo pensamos acerca de una situación y cómo vemos nuestra conducta en esa situación.
• Factores conductuales: Sistemas de respuesta gobernados por principios de aprendizaje. Comprenden los aprendizajes y las experiencias previas.
• Factores ambientales: El ambiente exterior inmediato.

Según Mischel establece que el comportamiento de una persona está influenciado por dos factores: los atributos específicos de una determinada situación y la forma en que la persona percibe la situación. Además incluye las cinco variables de la persona que contribuyen a las condiciones de una situación determinada. Son utilizadas para predecir cómo es más probable que se comporte una persona.

1. Competencias: nuestras aptitudes intelectuales, así como también nuestras habilidades sociales.
2. Estrategias Cognitivas: las diferentes percepciones de un determinado evento. Por ejemplo, lo que puede ser "amenazador" para ti puede ser "desafiante" para otra persona.
3. Expectativas: los resultados esperados de los diferentes comportamientos, obtenidos por la persona dentro de su mente.
4. Los valores subjetivos: el valor respectivo de cada resultado posible de diversos comportamientos.
5. Sistemas de autorregulación: el conjunto de reglas y normas a las que las personas se adaptan para regular su comportamiento.

Finalmente, Mischel considera que la personalidad en sí no existe y que nuestros rasgos son simplemente estrategias cognitivas o cosas que hacemos por nosotros mismos para obtener el tipo de recompensa que deseamos.

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