APLICACION PARA MEJORAR LA VELOCIDAD LECTORA
Enviado por Ulises1982 • 24 de Febrero de 2014 • 2.591 Palabras (11 Páginas) • 362 Visitas
APLICACIÓN PARA DESARROLLAR Y MEJORAR LA VELOCIDAD LECTORA
Ideas básicas sobre la lectura.
1. Todos tenemos la posibilidad de leer bien y rápido.
2. Las palabras son imágenes.
3. 24 sonidos para 28 signos.
4. Estamos ante un programa de entrenamiento.
5. Cómo construye nuestro cerebro el significado de lo leído.
6. ¿A quiénes va dirigido?.
7. Contenido del programa.
8. Fichas para el control y seguimiento del Programa.
9. Determinación del punto de partida.
10. Bibliografía.
1. Todos tenemos la posibilidad de leer bien y rápido.
Cualquier persona puede perfeccionar su capacidad lectora. Puede multiplicar por 2, 3 ó 4 su velocidad habitual sin menoscabo alguno de su capacidad de de comprensión y asimilación.
Aunque muchos no lo creen, hay experimentos que demuestran que los lectores rápidos son los que mejor captan el sentido de lo leído, ya que puede hacerse con las relaciones internas del texto y con las particularidades de su estructura en un período de tiempo más breve. Son los que saben sacar mayor partido del tiempo dedicado a la lectura. Lo ideal sería poder leer tan rápido como fluye el pensamiento, que siempre es mucho más rápido que el proceso de percepción visual. Muchas personas tras un largo proceso de entrenamiento llegan a acercarse a este ideal.
2. Las palabras son imágenes.
La mayoría de las personas hemos aprendido a leer con métodos silábicos o fonéticos; hemos llegado al significado lexical de las palabras por la unión de letras o sílabas. Esto lo seguimos haciendo cada vez que nos encontramos con palabras desconocidas; pero llega un momento en que no necesitamos la decodificación, reconocemos la imagen de la palabra completa de un solo golpe de vista. Si nuestro cerebro fuese un ordenador podría decirse que tendríamos una carpeta en la que estarían guardadas todas las palabras de las que reconocemos su imagen (ortografía). Esta carpeta no sería exactamente la misma que la de las palabras totales que conocemos, no. Sabemos el significado de muchas más palabras, aunque tengamos dudas sobre su ortografía.
Cuantas más veces hayamos utilizado una palabra más fácilmente la reconoceremos. No existe mejor herramienta cerebral que la magia de la repetición.
Está comprobado que la capacidad de nuestros ojos es extraordinaria, para ello vamos a medir la visión horizontal y vertical.
En primer lugar, mirando a la distancia y manteniendo el foco en un punto lo más lejano posible, junte las puntas de los dedos índices horizontalmente delante de usted, a unos 7 centímetros del puente de la nariz. Poco a poco comience a separarlas despacio a lo largo de una línea horizontal, manteniendo los ojos enfocados en la distancia. Sólo cuando ya no pueda ver el movimiento por el rabillo del ojo, deténgase y mida la distancia de su visión horizontal.
En la segunda parte del ejercicio haga exactamente lo mismo, pero esta vez con las puntas de los dedos en posición vertical; vuelva a separarlos hasta que ya no pueda ver el movimiento por debajo y por encima de su campo visual. En ese momento deténgase y mida la distancia de su visión vertical (hágalo ya).
¿Asombroso, verdad? La gente descubre con frecuencia que tiene una visión horizontal equivalente a la distancia abarcada por los brazos abiertos. La visión vertical es ligeramente menor, pero sólo debido a la prominencia de las cejas (prueba también).
¿Cómo es posible?
La respuesta reside en el modo en que está estructurado el ojo humano. La retina de cada uno de nuestros ojos tiene 130 millones de receptores de luz, lo que quiere decir que en conjunto disponemos de 260 millones de receptores de luz.
¿Qué porcentaje de los ojos cree usted que está destinado al foco «claro» o central, y qué porcentaje al foco «lateral» o periférico?
En realidad, el foco central sólo precisa del 20% del sistema ojo/cerebro, mientras que el foco periférico utiliza nada menos que el 80%. Esto significa que, de los 260 millones de receptores de luz que trabajan para nosotros, más de 208 millones se dedican a la visión periférica.
¿Por qué un porcentaje tan alto? La razón es que casi todos los hechos que tienen lugar en el universo ocurren alrededor de nuestro foco central, y es vital para nuestra supervivencia que el cerebro esté al corriente de todos los cambios que se producen en nuestro entorno para dirigirnos hada lo que necesitamos y apartarnos del peligro.
Los métodos tradicionales de enseñanza de lectura se concentran sólo en el foco central, por lo cual se usa menos del 20% de la capacidad visual disponible, y además de forma inadecuada.
3. 24 sonidos para 28 signos.
Nuestro idioma, podríamos decir, es un "idioma limpio", la correspondencia entre los signos y su sonido es casi perfecta. Podemos leer con correcta pronunciación cualquier palabra; e igualmente, a través de la ruta fonológica podemos escribir cualquier palabra que oigamos aunque nunca la hayamos visto ni oído. En idiomas como el inglés, alemán, francés, … esto no es posible, sonido y grafía no siempre coinciden. Nuestro idioma tiene por tanto una gran ventaja, pero también el gran inconveniente de la ortografía: nos aventuramos a escribir cualquier palabra aunque no la veamos previamente. Esto es un gran error, puesto que si no la vemos difícilmente podremos escribirla con corrección; pero nos han acostumbrado a arriesgarnos aunque con ello tengamos un enorme riesgo de no escribirla correctamente (vuela-buela, 50% de posibilidad de acertar; huevo-uevo-huebo-uebo, 25%; …).
La ortografía junto con las técnicas de escritura supone apenas el 5-10 % de entre todos los aspectos del lenguaje, es nuestra carta de presentación en un escrito, y las faltas de ortografía son social y culturalmente inaceptables.
Hay que replantearse cuanto antes nuevas estrategias para la enseñanza de la ortografía -y las hay- tanto para Educación Primaria como para Secundaria, al menos por tres razones:
A. No estamos satisfechos con los resultados ortográficos de nuestros alumnos. Los resultados de trabajar las normas ortográficas -como hemos hecho toda la vida- no nos dejan satisfechos. Conocemos profesionales con estudios universitarios con problemas de ortografía.
B. Sólo 1 de cada 14 palabras está sometida a alguna norma ortográfica. ¿Y las otras 13? Por lo general hay un cierto desconocimiento de cómo tratar al 93% de las palabras que no se someten a normas, y son demasiadas.
C. Nadie pone faltas
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