CLUB DE LECTURA
Enviado por NOLASCO87 • 18 de Noviembre de 2012 • 4.324 Palabras (18 Páginas) • 476 Visitas
Definición
Un club de lectura es un grupo de personas que leen al mismo tiempo un libro. Cada uno lo hace en su casa pero una vez a la semana, en un día y a una hora fijos, se reúnen todos para comentar las páginas avanzadas desde el encuentro anterior.
En las reuniones se debate sobre lo que se ha leído en casa: el estilo literario, la acción misma, los personajes... y es bastante frecuente derivar desde el libro a las experiencias personales de los miembros del club.
En cada reunión se acuerda la cantidad a leer en los días posteriores, y es ese trozo solamente el que se comenta en la siguiente. Naturalmente cualquiera tiene el derecho a sobrepasar ese límite, pero no puede desvelar a sus compañeros lo que sucede después del punto marcado.
La gran aceptación que tienen los clubes se debe, seguramente, a que reúnen dos alicientes:
• La lectura personal e íntima
• La posibilidad de compartir esa lectura con otras personas.
Por lo general las opiniones de los miembros del grupo enriquecen mucho la impresión inicial que cada uno saca leyendo en solitario.
El apoyo del grupo es también muy positivo en el caso de algunos libros más exigentes de lo normal, hacia los que muchos lectores muestran pereza cuando están solos y que se leen con gran facilidad si otras personas lo hacen al mismo tiempo.
2 Modalidades
Hay muchas modalidades de club:
• Si consideramos el tipo de lectura, se puede leer narrativa (es lo más habitual), pero también ensayo o cualquier disciplina que interese: biografía, historia, filosofía, ciencia...
• Si nos fijamos en la lengua en la que están escritas las obras, se puede leer en la lengua habitual, pero también en un idioma extranjero, para practicarlo, y en ese caso las reuniones se hacen en esa misma lengua.
• Según el tipo de usuarios hay clubes sólo de mujeres y clubes mixtos, clubes de ancianos, de enfermos psiquiátricos, de niños, de jóvenes, de presos...
• Si tenemos en cuenta los objetivos, algunos clubes inciden más en el aspecto educativo, incluso cuando están formados por adultos; otros, por el contrario, se orientan más al ocio.
Hay, como se ve, muchas posibilidades para una actividad que ha demostrado su validez en entornos muy diversos.
3 Ingredientes
Para formar un club de lectura hacen falta tres cosas:
• Lectores
• Libros en ejemplares múltiples
• Un coordinador.
3.1 Los lectores
La primera cuestión que hay que aclarar es la cantidad de lectores necesaria para formar un club, y eso varía si hablamos de lectores infantiles o de adultos.
Clubes de adultos:
• Pueden empezar a funcionar cuando haya diez personas dispuestas a arrancar.
• El grupo ideal es el de veinte a veinticinco, porque en un grupo de esas dimensiones se producen opiniones variadas y es fácil que todos puedan expresarlas.
• Se puede admitir un número mayor, pero no conviene que los clubes suban por encima de los treinta lectores, para que todos puedan intervenir en las reuniones.
• Cuando un grupo sobrepasa esa cantidad debe dividirse en dos. Así pueden incorporarse nuevas personas en cada uno de ellos hasta que se alcance de nuevo la cifra aludida y sea necesaria una nueva división.
Clubes infantiles o juveniles:
Los niños y los jóvenes necesitan una atención más personalizada que los adultos; por lo tanto:
• Un club juvenil puede empezar a funcionar cuando haya cinco lectores dispuestos a ello, y no conviene que exceda de quince personas.
• En el caso de los niños debe subirse el tope mínimo, porque las reuniones con menos de diez pueden resultar aburridas, pero el máximo de quince también es aplicable.
3.2 Los libros
El segundo requisito para formar un club son los libros, en cantidad suficiente para que cada una de las personas que forman parte del grupo pueda manejar un ejemplar. A estos materiales puede accederse de dos maneras:
• por compra
• a través del préstamo
• El préstamo
Cuando un organismo se plantea organizar un club de lectura debe mirar alrededor e identificar los lugares en los que puede encontrar ayuda. Aun en el caso de que el promotor del club tenga dinero para comprar obras, saber qué otras instituciones tienen este tipo de fondos es útil: se pueden establecer préstamos recíprocos y sacar el máximo partido a las inversiones.
En general, las bibliotecas públicas grandes tienen presupuestos que les permiten comprar ejemplares múltiples de varios títulos cada año y, cuando esas obras ya han circulado entre sus usuarios, quedan disponibles para el préstamo, de manera que las bibliotecas más pequeñas, las asociaciones o los centros de enseñanza pueden utilizarlos.
Incluso en el caso de que la biblioteca grande no organice ningún club de lectura y por lo tanto no posea este tipo de fondos para el préstamo colectivo, si un usuario institucional le plantea esa necesidad debe adquirirlos para satisfacer esa demanda, de la misma forma que compra materiales cuando un usuario individual los pide.
• La compra
Cuando se van a comprar treinta ejemplares de una obra para adultos -o quince, si los lectores son niños o jóvenes- hay que hacer una selección cuidadosa. El gasto es elevado, así que hay que tratar de no equivocarse. La experiencia demuestra que el siguiente decálogo es útil:
1 Conviene realizar la selección en equipo. Varias personas se equivocan menos que una.
2 Las personas que vayan a hacer la selección deben haber leído previamente las obras candidatas, para poder juzgar de primera mano.
3 Las novedades resultan muy atractivas para los lectores, pero a veces envejecen enseguida. Hay que analizarlas con especial cuidado y adquirir sólo aquellas que, por sus méritos literarios, se suponga que van a seguir teniendo valor pasado un tiempo. Este principio se aplica especialmente a los premios literarios.
4 Conviene contar con los clásicos, a pesar de que pueden provocar cierto rechazo. Se procurará escoger los más amenos y, antes de proceder a su lectura, se obtendrá la aprobación del grupo.
5 Los temas que más suelen interesar son los que tratan de la vida cotidiana, la actualidad, culturas lejanas y exóticas, historia, temas locales, intriga, biografías breves... La literatura fantástica funciona muy bien en los clubes juveniles, pero no tanto en los de adultos. La poesía se acepta de forma esporádica y como complemento en las reuniones: hay grupos a los que les gusta empezar leyendo un poema. Cada día lo selecciona una persona distinta y así se van divulgando
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