Conociendo Los Generos
Enviado por paqui.fp.alhadra • 7 de Diciembre de 2014 • 1.243 Palabras (5 Páginas) • 247 Visitas
Ámbito de la Comunicación Lengua ESPA Nivel II Bloque XII Tarea 4
“Conociendo los géneros”
Nombre del alumno/a: Francisca María Rodríguez Garrido.
Actividad 1:
Te presentamos varios textos literarios. Después de leerlos atentamente y comprenderlos, solo tendrás que resolver para cada uno la tarea que te encomendamos:
• Expresa en una sola frase el tema del texto.
• Localiza a qué género literario puede pertenecer y justifica tu respuesta en dos características (una de forma y otra de contenido) que sean típicas de ese género.
TEXTO 1
(La acción transcurre en el dormitorio de Nuria. Es de noche. Nuria entra en su habitación, enciende la luz y se encuentra a Victoria, su madre, sentada junto a la ventana.)
NURIA.- Mamá, ¿estás bien?
VICTORIA.- ¿Ves? Este cajón cerrado no era más que un cajón cerrado, pero al abrirlo faltaban tus pañuelos. Y el armario: parecía tu armario de siempre, y al abrir la puerta seguía viendo tu ropa; pero de pronto me di cuenta de que la blusa azul con el cuello bordado no estaba, y tampoco el suéter amarillo, ni los pantalones esos que tienen el dobladillo descosido. Y entonces ya no veía más que perchas vacías y camisas viejas de esas que ya no te pones.
NURIA.- ¿Sabes que eso tiene un nombre? Es el síndrome del nido vacío.
VICTORIA.- Vacío.
NURIA.- Pero ya ves que no me he ido del todo.
VICTORIA.- Vengo aquí cada día, todos los días.
NURIA.- ¿En serio?
VICTORIA.- Cada noche.
NURIA.- ¿Sin faltar una?
VICTORIA.- Me voy a separar de tu padre.
NURIA.- ¡Qué fuerte!
VICTORIA.- Sí: qué fuerte.
(Nuria se derrumba llorando. Victoria la abraza.)
Pedro Víllora, La noche de mamá.
TEXTO 2
Había una vez una rana que quería ser una rana auténtica, y todos los días se esforzaba en ello.
Al principio se compró un espejo en el que se miraba largamente buscando su ansiada autenticidad. Unas veces parecía encontrarla y otras no, según el humor de ese día o de la hora, hasta que se cansó de esto y guardó el espejo en un baúl.
Por fin pensó que la única forma de conocer su propio valor estaba en la opinión de la gente, y comenzó a peinarse y a vestirse y a desvestirse (cuando no le quedaba otro recurso) para saber si los demás la aprobaban y reconocían que era una rana auténtica.
Un día observó que lo que más admiraban de ella era su cuerpo, especialmente sus piernas, de manera que se dedicó a hacer sentadillas y a saltar para tener unas ancas cada vez mejores, y sentía que todos la aplaudían.
Y así seguía haciendo esfuerzos hasta que, dispuesta a cualquier cosa para lograr que la consideraran una rana auténtica, se dejaba arrancar las ancas, y los otros se las comían, y ella todavía alcanzaba a oír con amargura cuando decían que qué buena rana, que parecía pollo.
Augusto Monterroso
TEXTO 3
QUEJA
Señor, mi queja es ésta,
Tú me comprenderás;
De amor me estoy muriendo,
Pero no puedo amar.
Persigo lo perfecto
En mí y en los demás,
Persigo lo perfecto
Para poder amar.
Me consumo en mi fuego,
¡Señor, piedad, piedad!
De amor me estoy
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