Cuentos

FRIO, CALIDO, FRIO

MATERIA: CASTELLANO

PROFESOR: PABLO ACEVEDO

AUTOR: JHONAS JIMÉNEZ

CURSO: 11-2

SANTA MARTA, MAGDALENA, COLOMBIA

26/08/15

Otro día lluvioso, es invierno, llueve todos los días, sin embargo, este ha sido el  invierno más  largo de todos; un año y siete meses que ha demorado este invierno, creo que ha demorado más, ya perdí la cuenta de los días, extraño ver nuevamente el sol, sentir ese clima cálido, ver las hermosas rosas florecer, las aves volar, ya hace mucho que no veo eso, lo único que no ha cambiado es el habito de ir a la escuela, aun con este invierno debemos ir a la escuela, una vez dentro de la escuela no se nos permite salir hasta que tocan el timbre de salida, antes se nos permitía salir, pero eso hizo que enfermaran muchos compañeros, igual se siguen enfermando, pero no tanto como en ese tiempo, a la escuela la rodea un gran ambiente de nostalgia desde que no cesa la lluvia. Una vez que salgo de la escuela, llego a casa y no salgo hasta el día siguiente para ir a la escuela, y esa ha sido mi rutina todo este tiempo…¡¡ESTO ME ESTA MATANDO!!

Otro día lluvioso, es invierno, llueve todos los días, sentado en mi pupitre que está al lado de la ventana, miro hacia el cielo gris y deseo que algo haga cambiar estos días de nostalgia para mí, así sea unos cuantos días , solo fue cuestión de segundos, tocan a puerta -tock, tock- el profesor abre la puerta, en ese instante mi tiempo paso muy lento, se aceleró mi corazón, ella entra lentamente, es de  piel morena, su cabello es muy largo y ondulado, le llegaba dos dedos debajo de su trasero, el cual estaba voluminoso –miro nuevamente hacia su rostro-  tiene unos ojos preciosos, son de color café, sus labios son rosados y muy carnosos, en cuestión de segundos me imagine toda una vida a su lado, nunca antes había sentido esto, el profesor le dice que se presente a la clase, dice su nombre

- Hola, soy Milagros, tengo 16 años, un gusto conocerlos.

- Muy bien milagros, puedes tomar asiento -dice el profesor-

Se acerca hacia mí, no me había percatado que en el asiento que está a mi lado no hay nadie, ese asiento esta libre, mi corazón se quería salir, ella se sienta, me mira, sonríe, -es la sonrisa más hermosa que he visto en mi vida

- ¿Cómo te llamas?  -me pregunta-                        

- So.. Soy Mark –tartamudeo-

- Un gusto en conocerte Mark

- Igu.. Igualmente

No podía evitar tartamudear, estaba muy nervioso, eso no quitaba el hecho de que este invierno había tomado un giro total, es la más maravilloso que me ha pasado en todo este tiempo, me enamore de ella en cuestión de minutos. Tocan el timbre de salida, yendo para mi casa pienso en ella, no tuve el valor para hablar con ella todo el tiempo que estuvimos en la escuela, pues me sentía muy nervioso, soy patético, desearía que estuviera a mi lado, - miro hacia el otro lado de la calle – no       lo podía creer, ella estaba del otro lado de la calle, pero se veía rara, no tenía ese semblante de alegría con la que la conocí, la veía nostálgica, cabizbaja, pensativa, bueno, pues es normal que las personas estén así, todo es culpa de este invierno; una vez que llego a mi casa subo al segundo piso, entro en mi cuarto, me siento al lado de la ventana, miro hacia la casa de al frente, no lo podía creer nuevamente, milagros entra en esa casa, al parecer vive ahí, vive al frente de mi casa, no podía esperar hasta el otro día para verla nuevamente.

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