DESEO PERNICIOSO

DESEO PERNICIOSO

Por: Brayan Steven Martinez

Nos daremos cuenta que estamos viejos cuando las enfermedades nos azoten con mayor fuerza, el espejo revele nuestras arrugas y cuando tardemos más en evocar las cosas que hemos vivido remontadas en la mayoría a esa época de lozanía donde nada nos detiene y las limitaciones son fútiles. Algunos como Dorian Gray, lanzaron una plegaria deseando ser siempre jóvenes, él oteó ante sus ojos ese lienzo que luego de imaginarse viejo a lado de este, sintió animosidad, porque sin duda, comprendida esta entre la niñez y a la adultez, la juventud es la mejor época, y como lo menciona un blog “Es la etapa de nuestras vidas donde se alcanza el apogeo físico y en la cual el ser humano está en su máximo esplendor en cuanto a imagen estética.” (Frikirubio, 2013), la juventud es un momento único en nuestra vida. Lord Henry le dice a demás a Dorian Gray en el capítulo dos: “Cuando se le acabe la juventud desaparecerá la belleza, y entonces descubrirá de repente que ya no le quedan más triunfos” (Wilde, 1890, p. 20).

Siendo pues la mocedad tan valorada por el ser humano, la quisiéramos conservar, obtener el placer que esta nos da y las emociones que nos transige  sentir, disfrutarla mientras dura como nos lo exhorta Lord Henry en el capítulo dos: “¡Ah! Disfrute plenamente de la juventud mientras la posee. No despilfarre el oro de sus días escuchando a gente aburrida, tratando de redimir a los fracasados sin esperanza, ni entregando su vida a los ignorantes, los anodinos y los vulgares.” (Wilde, 1890, p. 20)., sin embargo, no es lo que hacen todos, algunos invierten su tiempo trabajando apocadamente, teniendo relaciones amorosas perniciosas, haciendo actividades pueriles, llenando vacíos que solo llenan las nuevas emociones. Desperdician su juventud y luego cáusticamente cuando es tarde se dan cuenta de que precisamente fue así, han tirado por la borda ese tiempo libre que pudieron haber implementado en algo más exquisito.

Lord Henry aún, nos da una solución en el capítulo tres: “Para recuperar la juventud, basta con repetir las mismas locuras.” (Wilde, 1890, p. 35). Esas locuras que nos hacen sentir bien, que nos amenizan, nos hacen preterir que tan infelices somos con nuestra amarga vejez de recuerdos rescindidos de juventud. Los años que agarran por sorpresa y sin compunción nos llevan por la escalera de la edad sin opción de regreso, solo de recuerdos. Una oración anónima dice: “Vive un buen presente para en el futuro, tener un buen pasado”, procuremos tener un buen presente porque como dice Lord Henry: “Porque su juventud no durará mucho, demasiado poco, a decir verdad. Las flores sencillas del campo se marchitan, pero florecen de nuevo.” (Wilde, 1890, p. 20).

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