El Pensar Nos Hace Libre

El pensar nos hace libres

Si queremos una Colombia única, íntegra, desarrollada y justa, es obvio que los que hacemos parte de ella “somos los únicos que podemos hacer que este gran país cambie”, porque de nosotros depende Colombia, aunque todavía no somos libres y eso lo debemos admitir, la mayoría de los colombianos creemos haber logrado nuestra independencia ¡es verdad! Pero la conseguimos fue de España, ahora andamos esclavos a las novedades extranjeras que son una distracción, desperdicio de tiempo; y una pérdida de nuestra cultura e identidad al alabar objetos de menor valor sabiendo que lo que vale más es la razón. De ahí debemos despegar, empecemos a desempolvar nuestros cerebros, veamos las realidades y sintamos preocupación por la Colombia de hoy, una sociedad que está llena de odio, mentiras, violencias, envidias, egoísmos y entre otros antivalores que no nos dejan avanzar, si queremos contribuir en esto, evitemos vivir estas injusticias y aprendamos a descubrir experiencias de amor, honestidad, comprensión, solidaridad, paz y libertad. Si queremos ser libres debemos preguntarnos si realmente sabemos lo que hacemos, o si lo hacemos por costumbre o simplemente porque los demás lo hacen y nos da pereza reflexionar acerca de ello; también debemos participar activamente, mediante el voto o la expresión de nuestras ideas en la toma de decisiones que afecten nuestra vida personal, familiar o social; no debemos aceptar presiones de nadie para hacer algo que no queremos o con lo que no estamos de acuerdo; evitemos obedecer a ciegas cualquier orden que recibamos y no nos sintamos a gusto; actuemos con responsabilidad; forjemos una personalidad propia mediante el cultivo de la honradez, la sinceridad, la reflexión y la independencia de criterio. Las personas libres piensan muy bien lo que van a hacer antes de decidirse a actuar de una u otra manera, pues saben que la libertad no es sinónimo de hacer- “lo que se nos dé la gana”, y que la mayoría de nuestros actos tienen consecuencias buenas o malas dependiendo del grado de responsabilidad con el que actuemos. Ser libres consiste entonces en saber distinguir qué tipo de acciones vale la pena llevar a cabo y cuáles hay que evitar. Así podremos llegar a tener nuestras propias reglas de conducta y nos forjaremos a una auténtica personalidad, que es lo que caracteriza a las personas verdaderamente libres y a todo ser humano.

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