El Poder De La Infancia

OJO POR OJO, DIENTE POR DIENTE: INJUSTICA SOCIAL.

“Ojo por ojo, diente por diente: Injusticia Social”, es un ensayo literario basado en el cuento clásico “El poder de la Infancia” del autor ruso León Tolstoi. La finalidad de este ensayo es comprobar que la venganza por propia mano es una injusticia, se vea del ámbito que se vea.

Muchos años atrás, cuando los grupos sociales no tenían debidamente constituida una definición de lo que era la justicia, y llegaba a presentarse una situación de conflicto, éstas eran resueltas de manera sencilla: el agraviado y/o su familia, sin menor inconveniente, podían “hacer justicia” por su propia mano. Perseguían al autor, a quien, una vez capturado, lo hacían pagar el hecho delictivo con aquella máxima de venganza que decía: “ojo por ojo, diente por diente” y era así como los problemas de justicia encontraban su solución.

Las explicaciones a una situación de este tipo bien podrían tomar diferentes vertientes, ya sea filosóficas, religiosas, económicas, sociológicas, legales, etc. Sin embargo, analizarlo desde la perspectiva de la opinión pública nos permite capturar un sentido amplio y actualizado del tema. Según la Encuesta Nacional de Parametría en vivienda:

“El nivel de conocimiento de este controvertido tema es alto. Siete de cada diez entrevistados han escuchado de personas o comunidades que se hacen justicia por mano propia y sólo tres de cada diez no conocen nada al respecto. No obstante, al preguntar acerca de la frecuencia con que se realizan estos actos, el 42% de la población percibe que es una práctica algo o muy común”

Al estudiar las posibles razones por las que alguien podría aplicar la justicia por sí mismo, se puede considerar que las acciones de este tipo son el resultado de que nuestras autoridades no hacen valer la justicia. Esto podría interpretarse como la falta de confianza o incapacidad de parte de las autoridades para fungir como intermediario y aplicar la ley correctamente en las posibles disputas entre la gente.

Por otra parte, hay quienes no comparten esta opinión y piensan que aquellos que realizan acciones de esta naturaleza es porque no están acostumbrados a resolver sus conflictos ante las autoridades.

En México nuestra constitución en su artículo 17 prohíbe a las personas hacerse justicia por ellas mismas y ejercer violencia para reclamar su derecho.

En el cuento las personas del pueblo intentaron hacerse justicia de propia mano, justificando su proceder en el hecho de que el soldado era del bando contrario, pues había luchado al lado de las autoridades durante la Guerra Civil, pero al final se compadecen o al menos se dan cuenta de su error.

Desde mi punto de vista la justicia de propia mano no es justificable de ningún modo, aun cuando, (como relata León Tolstoi) alguien más te haya causado daño; pues al final no es justicia, es sólo violencia.

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