El misterio del tesoro

EL MISTERIO DEL TESORO

Tema: Subjuntivo

Nivel: B2

Por: Eleva

Era el verano de 1992 y un grupo de amigos se encontraba en la playa, a las afueras de un pequeño pueblo de pescadores llamado Contadino. Danilo, Santiago, Gustavo y Sofía discutían sobre como querían disfrutar de ese verano, pues sería su último verano juntos, antes de que Gustavo y su familia se mudaran definitivamente a la ciudad. En Contadino no había mucho que hacer, aquí no había cines, ni cafeterías, ni centros comerciales, ni siquiera había un parque para visitar. Lo único medianamente divertido era la biblioteca municipal, donde todos los viernes presentaban películas clásicas para recaudar fondos.

Los chicos habían estado haciendo propuestas de travesuras por al menos una hora, hasta que finalmente Sofía recordó que, en una de sus tantas visitas a la biblioteca, había leído la historia de Nicolas De Sanguinos, un antiguo rey que había gobernado toda la región.

Sofía le narró a sus amigos con lujo de detalles como Nicolas De Sanguinos, no solo había sido un rey muy poderoso que había luchado en muchas batallas, sino que también siempre lo describían como el rey más rico que había existido en todos los reinos aledaños y existían también numerosas leyendas acerca de sus exorbitantes tesoros. Pero sin duda alguna la leyenda que más se escuchaba, era aquella que decía que su mayor fortuna estaba escondida en la isla de Viltiena, una isla desierta y misteriosa que se encontraba en mitad del mar más allá del pueblo.

Por décadas, la isla había permanecido restringida al público, por órdenes directas del gobernador de Contadino. Incluso los pescadores debían realizar su oficio a más de un kilómetro de distancia. Esto para evitar que se perdieran al adentrarse en área, pues además de contener el tesoro del rey Nicolas de Sanguinos, la leyenda también reza que cualquier incauto que pusiera un solo pie en la isla, jamás volvería ser visto.

¿Quieres que los chicos BUSQUEN EL TESORO o INVESTIGUEN SOBRE LA LEYENDA?

BUSCAR EL TESORO:

Solo fue necesario un breve intercambio de mirada traviesas entre los chicos para entender lo que todos estaban pensando. Ya estaba decidió, Danilo, Santiago, Gustavo y Sofía irían en búsqueda del tesoro en la isla de Viltiena…

En la madrugada del día siguiente y en el silencio de la noche, mientras todos los habitantes de Contadino descansaban, el grupo de amigos se reunió en el muelle abandonado de la bahía Legno. Este muelle había dejado de ser usado por los pescadores y demás personas desde hacía muchos años, porque era muy pequeño y además era el más alejado del casco urbano. A Santiago le pareció que esto era una excelente idea, porque si zarpaban en la pequeña canoa de su padre – quien también era un pescador- desde ese punto, no levantarían sospecha de nada, ya que nadie los vería, además solo debían ir en dirección oeste, en línea recta y llegarían a la isla de Viltiena justo al amanecer.

A pesar del frío y la brillante luz de la luna, que provocaba olas de considerable altura. La emoción de los jóvenes por vivir la que sería la más grande aventura de sus vidas era simplemente desmesurada, eso sin mencionar el hecho de que se encontraban a pocas leguas de convertirse en jóvenes ricos, millonario o tal vez billonarios. Durante el recorrido no paraban las especulaciones de lo que encontrarían en la isla.

          -Se imaginan que descubramos el tesoro y nos volvamos famosos por ser los primeros en explorar la isla de Viltiena. -Comento Sofía con ojos brillantes y voz alegre, por la emoción que le producía convertirse en la primera mujer famosa de Contadino.

         -Baja la voz Sofía, aún estamos cerca de la costa y alguien nos podría escuchar. La interrumpió Gustavo, a quién le preocupaba ser descubierto por sus padres y como castigo mudarse antes de lo planeado. -En todo caso a quien le importa la fama cuando se puede ser rico. Con mi parte del tesoro, pienso tener mi propia compañía de videojuegos, ni siquiera tendré que considerar una universidad.

         -Da igual si no encontramos el tesoro, es obvio que Santiago no iría una universidad ni aunque le pagaran por ello. Bromeó Danilo y el grupo entero estalló en carcajadas.    

Entre chistes, risas y suposiciones, transcurren las primeras horas del viaje hasta la isla. Pero medida que se van acercando, el cansancio por tanto remar se va mezclando con el miedo y la incertidumbre de no saber que van a encontrar en la isla.

          -Si hubiera sabido que haría tanto frío esta mañana, me hubiera puesto doble calcetines. Confesó Danilo, quien no dejaba de tiritar por el frío que le causaban las salpicaduras de agua salada.

         -No te quejes tanto y mejor ayuda a remar. -Repuso Santiago, un poco molesto porque Danilo no había remano durante todo el trayecto.

        -Vamos chicos, solo un pequeño esfuerzo más ¡Ya casi lo logramos! -Los animó Sofía que, con los primeros rayos de luz, pudo divisar la isla.

¿Quieres que sea una historia de AVENTURA o TERROR?

AVENTURA:

Un par de remadas más y pronto todos celebran haber llegado a la isla sanos y salvos. Durante su trayectoria en la canoa no había sucedido nada fuera de lo común. El mar no derribó su embarcación, no hubo tiburones o criaturas extrañas que quisieran comérselos, como tanto se rumoreaba entro los habitantes del pueblo. Tampoco hubo tempestades fuertes ni temibles piratas al acecho. Nada, simplemente nada.

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