Escritura Cuneiforme
Enviado por vplusq • 18 de Marzo de 2014 • 1.098 Palabras (5 Páginas) • 891 Visitas
La Escritura Cuneiforme
Cuneiforme (en forma de cuña) es el nombre que la Ilustración dio a la escritura más extendida y significativa en el POA. Se usó durante los tres milenios anteriores a la Era por muchas culturas y lenguas. Sólo fue superado por el sistema que dio origen a la familia alfabética fenicia (griego, etrusco, latino, arameo, hebreo, índico, etc.) Se genera a fines del IV milenio, por los sumerios (de origen incierto). Sus piezas más antiguas son las tablillas pictográficas de Uruk IV (Erech), registros de bienes por dibujo de los objetos inventariados, antropónimos y numerales simples (palotes, círculos). El sistema, muy limitado, pronto recurrió a la charada jeroglífica para escribir antropónimos mediante objetos cuyo nombre era igual o similar. Fue un avance hacia el método fonético. (Una mano se escribía con su dibujo y se decía "su"; la mano pasó a valer meramente por la sílaba "su"). El sumerio es muy monosilábico y bilítero y sus signos expresaban casi siempre sílabas. Se añadieron ideogramas para aclarar ciertas ambigüedades: al haber en sumerio muchas palabras homófonas, los ideogramas denotaban a cuál de los posibles significados aludía el signo silábico. A su vez, un ideograma (logograma, pictograma) podía abarcar un gran campo semántico, por lo que tenía valor polifónico. Durante el III milenio, el trazo fue haciéndose más cursivo y los ideogramas, dibujos lineales convencionales. Escritos en tablillas de arcilla (pero también en otros soportes duros y blandos), los trazos tomaron forma de cuña, por tallarse así la punta del estilo que manejaba el escriba, que imprimía (por presión) cada trazo en la arcilla, levantando cada vez el estilo. Desaparecieron los trazos curvos y el sentido de la escritura acabó por ser de izquierda a derecha (en lugar de en columnas de arriba a abajo) y sin separación de palabras. Fueron usando medidas en torno a los 5 cm. de ancho, 10 de alto y 2 ó 2,5 de grosor.
DESCIFRAMIENTO
Comenzó por un epígono cuneiforme tardío: el persa aqueménide. Sus grandes epígrafes rupestres eran conocidos en la Europa del XVII: el nombre "cuneiforme" lo creó Engelbert Kämpfer, h. 1700. En el XVIII creció el repertorio por las copias que Carsten Niebuhr hizo en Persépolis. Esas inscripciones contenían siempre tres escrituras: un tipo simple (unos 40 signos, casi un alfabeto) y dos complejos (silabarios o ideografías). Se supuso que los textos eran idénticos en cada pieza y que la primera lengua sería el persa antiguo (indoiranio; por ende, pariente de avéstico y sánscrito, ya conocidos). Las palabras se separaban con una diagonal, lo que facilitó la tarea. Georg Friedrich Grotefend (1802) supuso que las palabras iniciales serían nombre, títulos y genealogía del rey, como sucedía en inscripciones iranias posteriores escritas en una variedad del alfabeto arameo, ya descifrado. Así empezó a leer nombres propios y a deducir los valores fonéticos. La tercera lengua de esos epígrafes era igual a la de muchos hallazgos de Mesopotamia (sobre todo, de Asiria); resultó ser el acadio, también descifrado a partir de antropónimos. La larga vida del acadio cuneiforme, con sus muchas variedades y diferencias regionales o cronológicas, dificultó la tarea. Cuando se demostró que era semita, la Asiriología avanzó con rapidez por trabajos como los de Friedrich Delitzsch, Benno Landsberger y Wolfram von Soden. Tras el acadio, se descifró el sumerio, ya en el siglo XX, difícil por ser una lengua sin parientes. Como lengua hablada murió
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