Escuela Secundaria
Enviado por padremio • 20 de Noviembre de 2013 • 1.716 Palabras (7 Páginas) • 211 Visitas
“Los adolescentes y la lectura. Sugerencias para promover el gusto por la lectura desde la escuela secundaria”
Es conocido por la mayoría de los educadores, que los conocimientos que adquiere un estudiante durante su etapa escolar, es por medio de la lectura. Recordando “las habilidades lingüísticas” (Cassany, 1998, p.81-91), la lectura es la habilidad a la que se le da menor importancia en los centros escolares. Hace tiempo, se ha relacionado la actividad lectora con la asignatura de español en la escuela secundaria, cuando no debería ser así, al contrario en todas las asignaturas se debe promover dicha actividad pues en necesaria para que los estudiantes mejoren su aprendizaje.
Para los adolescentes que se encuentran cursando la escuela secundaria la lectura no es tan importante, pues se relaciona como lo he mencionado anteriormente con la materia de español, que para ellos no resulta tan interesante como las demás. Es necesario que desde la escuela primaria, que es la primera instancia en que los alumnos tienen su primer contacto con la lectura, se lleven a cabo estrategias o sugerencias que promuevan su gusto por dicha actividad y no sólo como un requisito que todo estudiante debe lograr para seguir progresando en su vida académica.
Las sugerencias que a continuación mencionare tienen la intención de dar a conocer tanto a maestros como alumnos que la lectura además de ser una actividad de desciframiento también puede ser de recreación y aprendizaje que es fundamental para todo ser humano y estudiante. Dichas sugerencias pueden ser llevadas a la práctica como un método de enseñanza para desarrollar ese gusto por leer en nuestros alumnos y en los mismos docentes que son los primeros en profesar dicha actividad.
Una primera sugerencia que propongo para comenzar a trabajar con los alumnos de secundaria la actividad de leer, es que comiencen a realizarlo en casa, tal vez junto a su hermanos o padres. Retomando “Epílogo/cómo aprendí a leer” (Garrido, 1999, p. 113-127 y 135-140.), un niño aprende con base en la imitación, es decir si observamos a nuestros padres leer una revista un libro o simplemente un folleto, se motivara en este caso al niño a llevar a cabo dicho acto aunque no sea de la manera correcta.
Con esta primera instancia, se comenzará un trabajo en la primaria que es la primera institución donde se empezará a trabajar con los alumnos la lectura. Como estrategias que podrían realizarse es que los alumnos practiquen en su casa junto a sus padres la lectura de un cuento que a ellos les parezca interesante, pues recordemos que podemos leer cualquier cosa, pero si no nos parece interesante por más que la leamos no lograremos entender lo que nos quieren dar a conocer. Es una actividad que se debe hacer por placer aunque también tiene cierto grado de obligación, necesaria y fundamental para poder desarrollarnos en una sociedad que requiere gente mejor prepara y capaz de desarrollarse en cualquier trabajo.
La escuela es entonces el lugar para el desarrollo de una actividad lectora idónea. En “Como una novela”, (Pennac, 2000, p. 37-39), nos menciona que la escuela llegó oportuna para promover o “rescatar” en los alumnos ese gusto por la lectura. Que todos esos métodos para reconocer las letras como los palitos y las bolitas son en ocasiones necesarias en los estudiantes para reconocer las letras y con eso que comiencen a trabajar en la lectura de enunciados pequeños e irlos aumentando según el progreso del alumno. El apoyo de los padres es necesario en este tipo de trabajos como una motivación para los mismos estudiantes que cuando lleguen a la escuela secundaria que es un nivel que requiere más dedicación no les cueste tanto trabajo el trabajo de las asignaturas.
Una segunda sugerencia que me atrevo a proponer para promover la lectura de los adolescentes en la secundaria es a partir de sus intereses o preferencias. Esto con la finalidad de darles la confianza de comenzar a leer lo que a ellos les parezca más interesante aunque no se un texto académico propiamente dicho, pero que empiecen a leer. Aunque recordemos que no todo lo que leemos nos hará buenos lectores. Leer textos pequeños o de interés popular para ellos como lo son: comics o revistas de investigación son formas que pueden resultar favorecedoras para iniciar a trabajar.
En la escuela secundaria debido a la variedad de adolescentes que se encuentran en ellos, es importante tratar de conocer de la mejor manera, los intereses o gustos que comparten entre sí, para que de esta manera se lleven a la práctica estrategias de manera general, de modo que permitan incrementar las deficiencias que se puedan presentar en el grupo. Dichas estrategias deben de ser diferentes a las que se trabajan de manera cotidiana, esto con el fin de que no sea algo rutinario que algunos adolescentes ya conocen y les parezca innovador.
Para muchos adolescentes
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