Examen Complexivo Deca
Enviado por triki_1986 • 19 de Mayo de 2015 • 5.594 Palabras (23 Páginas) • 987 Visitas
xamen complexivo
Enviado por nerea2408 27/09/2013 5702 Palabras
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EXAMEN COMPLEXIVO:
BLOQUE A – 1ª PARTE
Revelación y Fe. Mensaje Cristiano I
Este documento trata sobre la Revelación divina. Hablar de revelación divina es lo mismo que decir que Dios se desvela, se despoja del velo que le cubre mostrando su rostro. La Revelación se realiza mediante palabras y obras (signos de Dios - acontecimientos).
Dios manifiesta su vida y su intimidad en Jesucristo, para unir al hombre consigo y darle la salvación, y esto se comunica a todos los hombres por testigos que han visto y oído.
La Revelación divina es un diálogo entre Dios y el hombre, que acontece en la historia (encarnación), y se realiza mediante palabras y obras.
La Revelación es un diálogo entre amigos, es una relación que toma como modelo la culminación de toda relación humana: el amor, la amistad. Jesucristo es Palabra y Testigo. En su persona, el Padre manifiesta su amor y cercanía a los hombres.
La Palabra posibilita la comunión con Dios, fuente de la Vida, puede ser ignorada o rechazada, pero aguarda pacientemente ser escuchada, mientras que el ser humano bebe de otras fuentes que no llegan a saciar su sed de eternidad, debido al cuestionamiento, del origen del hombre, y a la pérdida de la fe. Pero, cuando la Palabra es acogida se convierte en presencia plenificante, procura la salvación y la gracia.
En la Revelación cristiana, la Palabra va unida a las intervenciones de Dios en al historia de la Salvación, estas
actuaciones divinas hacen eficaz y constatable el mensaje que proclama la Palabra.
El destinatario de la revelación es el hombre, llamado por Dios a la respuesta libre de la fe. El hombre necesita encontrarse consigo mismo, saber de dónde proviene y cuál es el sentido de su vida. Cuando el hombre ilumina su ralidad profunda con la Palabra, la vida aparece desde una perspectiva nueva, donde los hechos cotidianos pueden ser interpretados desde la acción salvadora de Dios.
Cristo Jesús, es el mediador y plenitud de toda la Revelación, es la Palabra única, perfecta e insuperable del Padre, en Él lo dice todo, no habrá otra palabra más que ésta.
El amor se manifiesta como una revelación, Jesús, el hijo, revela el amor del Padre entregándose total e incondicionalmente a él en amor y obediencia.El Hombre, como interlocutor de ese acontecimiento de revelación, es “Espíritu en el mundo”.
Por la encarnación Dios se ha unido en su Hijo definitivamente con el hombre y con su creación. Jesús es ya para siempre el único mediador: todo camino a Dios pasa por él, y en él, Dios reconcilia consigo todas las cosas. La encarnación nos descubre el misterio de la vida íntima de Dios, en la que, por gracia divina, hemos sido introducidos. El Padre envía la Hijo, a fin de que los hombres puedan, en el Espíritu Santo, invocar a Dios como Padre. Sólo en Jesucristo se nos transmite definitivamente el misterio de Dios y
el misterio del hombre, En Jesucristo, Dios nos revela su misterio como misterio de su amor insondable.
Biblia y Jesucristo. Mensaje Cristiano II
El misterio de la Encarnación es central en la fe cristiana, Jesús, auténtico hombre, asume los condicionantes del desarrollo humano, lo que no impide su relación inmediata, íntima, única, propia del Hijo único de Dios, con su padre.
Con la encarnación deben de admitirse dos verdades importantes: la primera es que Cristo fue al mismo tiempo, y en un sentido absoluto, verdadero Dios y verdadero hombre; y la segunda es que al hacerse Él carne, aunque dejó a un lado su Gloria, en ningún sentido dejó a un lado su deidad. La encarnación del Hijo significó, una kénosis, un anonadamiento y despojo voluntarios, no de su divinidad, pero sí de la gloria externa de que su humanidad hubiera debido gozar. En su encarnación Él retuvo cada atributo esencial de su deidad. Su total deidad y completa humanidad son esenciales para su obra en la cruz. Si Él no hubiera sido hombre, no podría haber muerto; si Él no hubiera sido Dios, su muerte no hubiera tenido tan infinito valor.
En sus primeros pasos, la predicación evangélica tuvo varios frentes, el monoteísmo judío, las filosofías helenísticas y una mezcla de especualciones filosóficas y religiosas. Se veía incompatible la divinidad y humanidad de Jesús. En el mundo pagano era normal la presencia de lo divino en hombres extraordinarios y la
existencia de semidioses. En la fe cristiana había gran dificulatad para comprender la unión en Jesús de dos realidades tan alejadas entre sí como Dios y el hombre. En los primeros siglos cristianos costó gran trabajo y esfuerzo reconocer la verdadera e íntegra humanidad de Jesús.
Jesús ha sido, es y será un misterio, porque es al mismo tiempo Dios y hombre verdadero. En Él conviven dos naturalezas distintas, la humana y la divina, en una sola Persona divina.
Las diversas herejías cristológicas se han dado por no saber conjugar estas dos realidades.
Estos son los principales herejes y herejías sobre la persona de Jesús, Hijo de Dios:
Para salvar el monoteísmo judío algunos creyeron que el Hijo de Dios era un Dios de segunda categoría, de una divinidad inferior a la del Padre y subordinado a él: emanado de él, le sirvió como intermediario para poder crear el mundo y el hombre y comunicarse con ellos.
Pablo de Samosata sostenía que Jesús es Hijo de Dios por adopción, que fue un puro hombre elevado por sus méritos a la dignida de Hijo de Dios. La Iglesia tuvo que afirmar en un Concilio reunido en Antioquía que Jesús es Hijo de Dios por naturaleza.
Ireneo de Lyon negó que Cristo fuera engendrado por el Padre y reconoció en Cristo al hombre investido por el Espíritu Santo.
Para Arrio, Jesucristo sería la priera criatura, la más perfecta de todas, pero de distinta naturaleza que el Padre. El arrianismo niega la
divinidad de Cristo. Cristo, dice, es hijo adoptivo de Dios, no consusbstancial al Padre. Y el Espíritu Santo es la primera criatura del Hijo, por tanto, inferior a Él. Esta herejía fue condenada en el concilio de Nicea; defendió que Jesucristo es de la misma naturaleza del Padre, por lo que no puede ser criatura como las demás realidades creadas, sino que nace el padre porque lo engendra ante de todos los siglos.
Apolinar de Laodicea, después de Nicea defendía que el alma de Jesús era Dios mismo: carecía de espíritu humano. Los padres de la Iglesia defendieron que para salvar a todo el hombre,
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