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La Música para reactivar el pensamiento crítico del alumno de Preescolar

arm_ando_free20 de Junio de 2012

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La Música para reactivar el pensamiento crítico del alumno de Preescolar

1. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN:

¿Qué papel juega la música para reactivar el pensamiento crítico del alumno de prescolar?

¿Qué estrategias pueden emplearse para mejorar el desarrollo de este pensamiento en el alumno?

2. MÉTODO DE INVESTIGACIÓN EMPLEADO:

3. ESTRUCTURA DEL TEMA:

La música para reactivar el pensamiento critico del alumno de prescolar

I. La música y su influencia en el ser humano

I.I El efecto de la música en el cuerpo

I.II El efecto de la música en la mente

I.III El efecto de la música en las emociones

II. La música y el niño de prescolar

II.I Cómo ayuda la música en el desarrollo corporal del niño

II.II Cómo ayuda la música en la activación del pensamiento crítico del niño

II.III El papel del maestro en la activación del pensamiento del niño a través del estímulo musical

III. La música como herramienta didáctica

III.I Que estrategias se pueden emplear para la activación del pensamiento crítico en el niño mediante la música

Introducción

“La música es para el alma, lo que la gimnasia para el cuerpo". Platón

La Música es un movimiento organizado de sonidos a través de un continuo de tiempo. Ésta desempeña un papel importante en todas las sociedades y existe en una gran cantidad de estilos, característicos de diferentes regiones geográficas o épocas históricas.

La música ("el arte de las musas") es, según la definición tradicional del término, el arte de organizar sensible y lógicamente una combinación coherente de sonidos y silencios, utilizando los principios fundamentales de la melodía, la armonía y el ritmo, mediante la intervención de complejos procesos psico-anímicos. El concepto de música ha ido evolucionando desde su origen en la antigua Grecia, en que se reunía sin distinción a la poesía, la música y la danza como arte unitario.

Se sabe que los seres humanos son seres que construyen parte de su identidad con el vestuario, el peinado, el lenguaje, así como también con la apropiación de ciertos objetos emblemáticos, en este caso, los bienes musicales, por lo que se quiere decir, la colección o elección de música de la que se ha rodeado, mediante los cuales, se convierten en sujetos culturales, de acuerdo con la manera que tienen de entender el mundo, y de vivirlo, de identificarse y diferenciarse.

El consumo musical nos identifica y nos cohesiona, nos dicta patrones de conducta, códigos, formas de aprendizaje, inclusive de lenguaje, se arraiga en la objetos que consumen. La música puede determinar la forma de vestirse, de peinarse, de moverse y hasta la forma de hablar.

La música, como toda manifestación artística, es un producto cultural. El fin de este arte es suscitar una experiencia estética en el oyente, y expresar sentimientos, circunstancias, pensamientos o ideas. La música es un estímulo que afecta el campo perceptivo del individuo; así, el flujo sonoro puede cumplir con variadas funciones (entretenimiento, comunicación, ambientación, etc.).

I.-La música y su influencia en el ser humano

Desde hace 2,500 años, la música se ha considerado una fuerza tan potente e influyente en la sociedad que los principales filósofos y políticos han abogado por su control, incluso a través de la constitución de su nación. Muchos filósofos clásicos consideran a la música como parte importante en la formación del ser humano.

Platón sostenía que el ritmo y la armonía descienden a todas las zonas del alma, otorgando la gracia de cuerpo y mente que sólo se encuentra en quien ha sido educado de manera correcta.

Aristóteles fue uno de los primeros promotores de una educación musical integral, ya que estaba convencido de que los humanos alcanzan una determinada cualidad de personalidad debido a la música.

Durante la Edad Media y el Renacimiento, la música estaba considerada dentro de los cuatro pilares del aprendizaje, compartiendo escenarios con disciplinas como la geometría, aritmética y astronomía. Las investigaciones de Georgi Lozanov, señalan que la música ejerce una profunda influencia en nuestra capacidad para relajarnos y concentrarnos; sostiene que la música integra las dimensiones emocional, física y cognitiva del alumno, permitiendo también incrementar el volumen de información que se aprende y se retiene.

En muchos siglos la música se utilizó como apoyo a los tratamientos médicos convencionales, y anteriormente se consideraba como un método excelente para desarrollar el carácter y la educación de los niños, para elevar la moral y curar las depresiones, incluso para enseñar las matemáticas.

Beneficios de la música:

1. Refresca el cuerpo y la mente.

2. Promueve la relajación.

3. Calma los nervios.

4. Estimula la creatividad.

5. Desarrolla la intuición.

6. Produce sentimientos de amor.

I.I El efecto de la música en el cuerpo

La música facilita el establecimiento y la permanencia de las relaciones humanas, contribuyendo a la adaptación del individuo a su medio. Y también enriquece los procesos motores, además de fomentar la creatividad y la disposición al cambio. Así, diversos tipos de música pueden producir diferentes estados de ánimo, que a su vez pueden repercutir en tareas psicomotoras y cognitivas. Todo ello depende de la actividad de nuestro sistema nervioso central.

Se ha comprobado el efecto que tienen los sonidos musicales en el desarrollo del niño cuando está en el útero materno. Mediante la medición con ecografías (uso de ultrasonidos) y fonendoscopios en madres que escuchaban distintos tipos de música.

La música que se recomienda escuchar durante el embarazo es cualquier música que le haga sentir bien. Lo que se trata de conseguir escuchando música es una comunicación con el bebé por nacer transmitiéndole sentimientos de bienestar y eso sólo se logra con una música que le guste a la mamá. Lo que sienta la mamá lo va a sentir el bebé.

Se recomienda mucho escuchar música clásica y barroca; en especial Bach, Vivaldi y Mozart, entre otros, y basta con dedicar unos 10 minutos diarios dedicados al bebé para la mamá junto con el papá se involucren mucho más con el embarazo.

La música es un arte y un lenguaje de expresión que se emplea bajo tres parámetros:

• Cadencia o ritmo.

• Intensidad o volumen.

• Frecuencia o posición en el pentagrama.

Las notas altas, agudas, actúan preferentemente sobre las contracturas musculares, se propagan rápidamente en el espacio aunque en distancias cortas, actúan fuertemente sobre el sistema nervioso, constituyen una señal de alerta y aumenta los reflejos, al mismo tiempo que nos ayudan a despertarnos o sacarnos de un estado de cansancio o sopor.

Como factor negativo tenemos el hecho de que el oído es especialmente sensible a ellas y si son muy intensas y prolongadas lo pueden dañar, lo mismo que su efecto sobre el sistema nervioso puede provocar cierto descontrol y alteraciones en los impulsos nerviosos que se vuelven incontrolados.

Las notas bajas, graves, no parece que tengan influencia sobre las terminaciones nerviosas y su efecto es más mecánico, por lo que tienen mayor influencia sobre las zonas corporales huecas, como los pulmones, corazón y abdomen, quizá porque son lugares idóneos para las resonancias. Las notas graves se perciben mal en distancias cortas, por lo que su efecto inmediato es difícil de medir, aunque son capaces de ser audibles en muchos kilómetros. A la redonda. Su efecto mecánico es tan poderoso que puede resquebrajar muros, carreteras, terrenos, y actuar con un efecto vibratorio muy intenso en cualquier cuerpo sólido. Terapéuticamente tienden a producir efectos sombríos, visión pesimista del futuro y tranquilidad extrema.

La cadencia de las notas musicales, graves o agudas, es el segundo factor en importancia y así tenemos que, mientras que los ritmos lentos inducen a la paz, los rápidos inventan al movimiento y a exteriorizar los sentimientos.

El tercer y último elemento musical es la intensidad, la cual indudablemente ha ocupado en nuestro siglo una preponderancia quizá aún mayor que las otras dos, a causa de los potentes equipos de sonido. Cualquiera de los otros dos efectos, cadencia o frecuencia, produce efectos muchos menores que la intensidad del volumen, hasta el punto de que una nota o partitura que en sí es tranquilizante puede volverse irritante si el volumen es más alto que lo que esa persona puede soportar.

La audición de estímulos musicales, placenteros o no, producen cambios en algunos de los sistemas de neurotransmisión cerebral. Por ejemplo: los sonidos desagradables producen un incremento en los niveles cerebrales de serotonina, una neurohormona que se relaciona con los fenómenos de agresividad y depresión.

Existen dos tipos principales de música en relación con sus efectos: la música sedante, que es de naturaleza melódica sostenida, y se caracteriza por tener un ritmo regular, una dinámica predecible, consonancia armónica y un timbre vocal e instrumental reconocido con efectos tranquilizantes. Y la música estimulante, que aumenta la energía corporal, induce a la acción y estimula las emociones.

La música, al igual que otros estímulos portadores de energía, produce un amplio abanico de respuestas que pueden ser inmediatas, diferidas, voluntarias o involuntarias.

Dependiendo de las circunstancias personales (edad, etapa de desarrollo,

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