La Raiz
Enviado por row15go • 18 de Mayo de 2013 • Tesis • 3.617 Palabras (15 Páginas) • 403 Visitas
República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria
Misión Sucre
Guanare Portuguesa
LA RAIZ.
DAIGRER VAZQUEZ
C.I. 17.618.777
LAURY GARCIA
C.I. 14.466.960
MIREYA MALDONADO
C.I. 7.257.608
INGENIERÍA AGROALIMENTARIA
SECCIÓN (B)
MORFOLOGIA DE LA RAIZ:
La radícula es la parte del embrión de las plantas que da lugar a la raíz. Tras una primera fase de desarrollo, esta radícula se convierte en la raíz principal del haba. De ella crecerán otras secundarias, en forma de corona, terciaria y cuaternaria.
En una última división se desarrollan los pelos absorbentes, fundamentales para la asimilación del agua y los nutrientes con los que se alimenta la planta.
La raíz
Es el órgano vegetal que nace en el periciclo, que tiene por función fijar la planta, con geotropismo positivo, y a través de sus pelos absorbentes, tomar del suelo o del agua, según sean plantas terrestres (raíces hipogeas) o acuáticas, donde en general se desarrolla los nutrientes que la planta necesita. También hay plantas con raíces aéreas, que absorben la humedad del ambiente, y la sabia de otras plantas.
ORIGEN
La raíz se origina a partir de la radícula del embrión, o polo radical del eje embrionario, y se conoce como «raíz principal» o «raíz primaria».
FUNCIONAMIENTO DE LA RAIZ
La raíz cumple varias funciones en la planta. Por un lado, permite el anclaje o fijación de la planta al suelo. El tamaño relativo de las raíces determinan también la posibilidad de que una planta pueda tener un mayor o menor desarrollo del vástago aéreo.
La raíz también permite la absorción del agua y de los nutrientes minerales disueltos en ella desde el suelo y su transporte al resto de la planta. Asimismo, la raíz es el soporte de asociaciones simbióticas complejas con varios tipos de microorganismos, tales como bacterias y hongos, que ayudan a la disolución del fósforo inorgánico del suelo, a la fijación del nitrógeno atmosférico y al desarrollo de las raíces secundarias.
Además de estas tres funciones que son generales para todas las plantas superiores, la raíz de algunas especies están especializadas en la acumulación o almacenamiento de reservas. Así, las plantas bienales como la zanahoria (Daucus carota) almacenan en la raíz durante el primer año reservas que utilizarán el segundo año para producir flores, frutos y semillas.
En algunas plantas como Isoetes (una pteridófita) y Littorella (una dicotiledónea de la familia de las plantagináceas) las raíces transportan dióxido de carbono para la fotosíntesis, ya que sus hojas usualmente carecen de estomas.
La raíz, por otro lado, tiene un papel fundamental en la creación y protección del suelo. Las moléculas y enzimas segregadas por las raíces y sus relaciones simbióticas contribuyen a la formación de suelo. Las raíces de numerosos árboles segregan ácidos orgánicos bastante potentes para disolver piedras calizas y liberar el calcio y otros minerales útiles. Además, las raíces de numerosas especies contribuyen a la fijación del suelo y a protegerlo de la erosión hídrica y eólica.
CARACTERISTICAS DE LA RAIZ
Como todos los seres vivos, las plantas necesitan extraer sustancias nutritivas del medio que las rodea. La función de la raíz es doble: absorber el agua y los minerales disueltos en ella; y fijación de la planta.
Para penetrar en el terreno, la raíz desarrolla en su extremo inferior una cubierta en forma de dedal llamada cofia, caliptra o pilorriza. Las células chatas y duras de la cofia cumplen la función de proteger la zona de crecimiento de la raíz (meristema terminal), que agrupa células dotadas de membranas muy finas que, al dividirse, generan el crecimiento. Normalmente el meristema crece hacia abajo, protegido por la cofia, abriéndose paso entre el material que constituye el suelo.
Por encima de la cofia está el área de elongación de las células producidas en el meristema terminal. Más arriba se encuentra la zona de los pelos radicales, cuya principal función es la de absorción. Los pelos absorbentes son prolongaciones celulares de la raíz que se propagan por el terreno en el cual se desarrolla la planta, de modo que pueden absorber agua y minerales del suelo. Estos pelos, de dimensiones por lo general microscópicas, son muy numerosos: en la raíz de una planta de centeno existen catorce mil millones. Se renuevan en forma constante, ya que mientras se van formando nuevos pelos desaparecen los de la parte expuesta.
Además de los pelos absorbentes, la raíz presenta una serie de ramificaciones. Son las raíces laterales o secundarias, que a su vez pueden formar nuevas raicillas con la misma estructura de la raíz principal.
ESTRUCTURA
Una raíz puede hallarse en etapa de desarrollo primaria o secundaria. Si se practica un corte en una raíz primaria a la altura de los pelos absorbentes, se observarán dos zonas: la corteza o zona cortical, y el cilindro central.
En la corteza, desde afuera hacia adentro, se disponen la epidermis, el parénquima cortical y la endodermis. La epidermis es la parte externa, formada por una sola capa de células que, al reproducirse, da lugar a los pelos absorbentes. Toda la epidermis está recubierta por una especie de membrana formada por una sustancia especial llamada súber.
Debajo de la epidermis está el parénquima cortical. Un parénquima es un tejido vegetal, formado por células esféricas o cúbicas separadas entre sí por espacios huecos llamados meatos. El parénquima cortical de la raíz está formado por muchas capas de células, generalmente desprovistas de clorofila. El aspecto de este parénquima suele ser rígido, y en general acumula sustancias de reserva (almidón). Las zanahorias y remolachas, por ejemplo, son raíces con abundante parénquima de reserva.
En el cilindro central, también llamado cilindro vascular porque dentro de él están los vasos por los que circulan agua y nutrientes, se
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