Leyenda.
Enviado por marquessade • 14 de Febrero de 2013 • Informe • 937 Palabras (4 Páginas) • 368 Visitas
Érase una vez un granjero que sólo tenia un hijo, el cual murió y el padre no quiso ir al entierro ya que había tenido una disputa con él. Pasado un tiempo murió un vecino y él fue a su entierro y después de la ceremonia encontrándose aun el granjero en el Campo Santo, mirando distraídamente una fosa, vio una calavera, la cogió indolente y le preguntó pensativo: -Debiste ser una persona apuesta en tu juventud y me gustaría saber algo más de ti.
Y la calavera habló y esto fue lo que le dijo: - Mañana iré a pasar la noche contigo, si tu vienes a pasar otra noche conmigo. -Así lo haré. -Dijo el granjero. En el camino de vuelta se encontró con el cura y le comentó lo sucedido. El párroco le dijo que debería de haber soñado, ya que las calaveras no hablaban. Y el granjero le citó a la próxima noche junto con la visita de la calavera, a la que el sacerdote accedió también a ir.
Así, que a la siguiente noche estaba el granjero junto con el cura esperando a la calavera. Al poco tiempo llamaron a la puerta y apareció la calavera. Se subió a la mesa y se comió toda la cena que sobre ella había. Después de eso volvió a salir y desapareció. - ¿Por que no le ha hablado? inquirió el granjero al cura. -¿Por qué no lo hiciste?. Respondió el clérigo. A la noche siguiente tal como había convenido con la calavera, el granjero acudió al cementerio, y al no ver nada descendió tres peldaños que estaban junto a la Iglesia.
De pronto se encontró en medio de un campo, lleno de hombres que luchaban entre sí con palas y hoces. Al ver al granjero le preguntaron si buscaba al cráneo, al asentir este le dijeron: - Se acaba de ir al campo de al lado. Y en el otro campo vio a hombres y mujeres que luchaban entre si. ¿Esta buscando un cráneo, le preguntaron?, Pues bien se acaba de ir al campo de al lado.
Y el granjero fue al campo de al lado y en él vio una gran casa, después de entrar en ella vio un fuego en un hogar y en la habitación había una dama y una criada. Y la dama caminaba de un lado a otro de la habitación, y cada vez que se acercaba al fuego a calentarse, la criada la apartaba de él. También le preguntaron si buscaba un cráneo y que si era así que fuera a una puerta a la izquierda de la habitación, que entrara por la misma y que allí hallaría el cráneo, y así lo hizo el granjero.
Al entrar en la habitación contigua se encontró con la calavera y esta le preguntó si quería cenar, al asentir el granjero, la calavera lo condujo a la cocina, en ella estaban tres mujeres y la calavera le pidió a una de ellas que le sirviera cena, y esta cogió pan moreno y una jarra de agua y se lo sirvió al hombre, el cual desistió de comer aquello.
A continuación el cráneo le pidió a la segunda mujer que hiciera lo mismo, y aquella mujer aun sirvió peor al granjero por lo que este de nuevo desistió de cenar. Por fin la calavera le pidió a la tercera mujer que
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